Según los informes locales, el helicóptero tuvo un accidente por las malas condiciones climáticas cerca de Jolfa, una ciudad en la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental. El incidente ocurrió en el bosque de Dizmar, entre las ciudades de Varzaqan y Jolfa.
El ministro del Interior iraní, Ahmad Vahidi, ha afirmado que después de inaugurar una presa en el río fronterizo Aras, el presidente de Irán y su comitiva regresaban en varios helicópteros, sin embargo, uno de estos tuvo que realizar un aterrizaje forzoso debido a la niebla.
El gobernador de la provincia noroccidental iraní de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati; el imam del rezo del viernes en Tabriz (capital provincial), Seyed Mohamad Ali Ale Hashem, así como el general Seyed Mehdi Musavi, comandante de la unidad de protección del presidente, y varios guardias y miembros de la tripulación del helicóptero eran los ocupantes del helicóptero que transportaba al presidente y el canciller del país persa.
El Gobierno de Irán enfatiza que la gestión del país no sufrirá ninguna interrupción tras el martirio de su presidente y su canciller en un accidente aéreo.
“El alma elevada del servidor de la nación iraní (…) el honorable ayatolá Raisi, presidente popular y querido, ascendió a los cielos”, ha manifestado el gabinete de ministros de Irán en una declaración emitida este lunes.
La Constitución de Irán establece que, en caso de fallecimiento del presidente, el primer vicepresidente asumirá sus responsabilidades y funciones, con la aprobación del Líder del país.
“En caso de fallecimiento, destitución, dimisión, ausencia o enfermedad por un tiempo superior a dos meses del presidente de la República, o en el caso de que se haya agotado el período de su mandato y no se haya elegido un nuevo presidente cualesquiera que sean la causas, el vicepresidente primero de la República tomará el mando y las responsabilidades de aquel”, indica el artículo 131 de la Constitución de la República Islámica de Irán.