"Hoy se dio a conocer el asesinato del líder del mundo musulmán de los pueblos árabes, el señor Hasán Nasralá, secretario general de Hizbulá, y quiero expresar a nombre del bloque histórico revolucionario de las fuerzas bolivarianas de Venezuela la solidaridad con Hizbulá, con el pueblo del Líbano y repudiar este crimen", expresó Maduro durante un acto de celebración de los dos meses de las elecciones presidenciales.
Al respecto, acusó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de ordenar los ataques contra el Líbano desde la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el marco de la Asamblea General que se celebra en la ciudad de Nueva York.
"Lo quieren justificar, pero para asesinarlo atacaron edificios, urbanizaciones y mataron a cientos de personas, ¿cómo se puede llamar eso? Crimen, y el ataque lo ordenó desde la sede en Nueva York de las Naciones Unidas, y los cobardes del mundo callan", comentó.
De igual manera, Maduro denunció que Gaza y el Líbano son víctimas de "genocidio y ataques terroristas" por parte del Gobierno de Netanyahu.
"Recientemente hizo uno de sus últimos crímenes aborrecible, atacar con aviones de guerra de última generación edificios de apartamentos y asesinar a más de 1.000 hombres, mujeres y niños en Beirut (…) Más de 1.000 asesinados por ataques de la aviación criminal de Netanyahu y miles de heridos, más de 500 de los asesinados son niños, niñas, mujeres y ancianos", acotó.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron el 28 de septiembre que la víspera eliminaron a Nasralá, junto con otros comandantes de Hizbulá, durante su ataque al sur de Beirut.
El 28 de septiembre, 30 personas fallecieron y más de 190 resultaron heridas por los bombardeos israelíes contra el Líbano.
En total, desde el 8 de octubre, los ataques de Israel se cobraron la vida de al menos de 1.670 personas en el Líbano, e hirieron a más de 8.600.
Israel y el Líbano se encuentran en una guerra no declarada desde el 8 de octubre, cuando Hizbulá comenzó a lanzar misiles y drones suicidas hacia las comunidades del norte de Israel como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, que, a su vez, respondió a cada ataque.