Con la celebración de la XVI Cumbre BRICS en la ciudad rusa de Kazán, con la participación de 36 países, los objetivos del grupo comenzaron a quedar claros en la práctica, entre ellos, su esfuerzo serio y decidido por ampliar el círculo de miembros.
Por consiguiente, impulsar también la creación de un nuevo sistema financiero, alejado del sistema SWIFT, que sirve a las entidades económicas.
De forma particular, SWIFT crea crisis económicas perjudiciales para todos los bandos que intentan encontrar un lugar fuera del marco de la hegemonía occidental.
El uso del dólar y del sistema SWIFT como arma por parte de los Estados Unidos, especialmente después de sus ataques contra Rusia y su separación de la plataforma en 2022, generó profundas preocupaciones sobre la seguridad del sistema financiero controlado por Washington.
De modo que esta exclusión tiene graves consecuencias económicas no sólo para los países objetivo, sino para el comercio mundial en general.
La situación puso de relieve la urgente necesidad de alternativas a SWIFT y de un sistema financiero menos dependiente del dólar para mitigar esos riesgos.
En este contexto, el grupo de discusión adoptó desde hace tiempo la idea de una moneda BRICS, que podría ser una canasta de monedas respaldadas por recursos naturales como oro, petróleo y gas.
Lo que ayuda a los BRICS en esto es que sus países juntos poseen reservas monetarias de oro mayores que las reservas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo juntos, según el sitio web Independent Online, mientras que ahora están tratando de ampliar su número de miembros.
BRICS es un grupo informal de economías emergentes que esperan aumentar su influencia en el sistema global.
Fue fundado en 2009 y está formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, mientras que ahora se le sumaron cinco nuevos miembros: Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Egipto. En su búsqueda de ampliar su membresía recibe solicitudes de otros países.
El grupo se creó sobre la premisa de que las instituciones internacionales están demasiado dominadas por las potencias occidentales y han dejado de servir a los países en desarrollo, según el sitio web del Consejo de Relaciones Exteriores.
De esta forma, el bloque buscó coordinar las políticas económicas y diplomáticas de sus miembros, establecer nuevas instituciones financieras y reducir la dependencia del dólar estadounidense.
Por lo tanto, se ha convertido en una fuerza política importante en las últimas dos décadas, basada en su deseo de crear un contrapeso a la influencia occidental en las instituciones globales.
A medida que el grupo crece en número de miembros e influencia global, su expansión demuestra su creciente peso e intensifica su enfoque antioccidental.
Esto incluye los intentos de excluir el dólar estadounidense, especialmente liderados por Rusia este año, aunque “será una batalla cuesta arriba", según el sitio.
Por lo tanto, ahora se centra la atención en si la cumbre de Kazán terminará con una nueva moneda para el grupo BRICS y un sistema de pago similar al SWIFT, según el sitio web Republic.
De acuerdo a Nasdaq, un sitio web proveedor de intercambio global, una potencial moneda BRICS permitiría a estos países afirmar su independencia económica, mientras compiten con el sistema financiero internacional existente, donde el dólar estadounidense domina alrededor del 90 por ciento de la circulación total de divisas.
Hasta hace poco, casi el 100 por ciento del comercio de petróleo se realizaba en dólares estadounidenses; sin embargo, en 2023 se informó que una quinta parte del comercio de petróleo se realizaba utilizando monedas distintas al dólar estadounidense.
Si los países BRICS crean una nueva moneda de reserva, esto probablemente tendrá un impacto significativo en el dólar estadounidense, lo que puede conducir a una disminución de la demanda, conocida como desdolarización.
Esto, a su vez, tendría implicaciones para Estados Unidos y las economías globales, aseguró Nasdaq.
Los BRICS tienen una variedad de razones para querer crear una nueva moneda. Los recientes desafíos financieros globales y las agresivas políticas exteriores de Estados Unidos han llevado a los países del grupo a explorar la posibilidad, ya que “quieren servir mejor a sus intereses económicos y al mismo tiempo reducir la dependencia global del dólar estadounidense y el euro”.
Aún no hay una fecha de lanzamiento específica, pero los líderes de los países discutieron la posibilidad en detalle durante la XIV cumbre BRICS, celebrada a mediados de 2022.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo en este contexto que “aún no ha llegado el momento de una moneda común de los BRICS”.
Pero añadió al mismo tiempo que el bloque, formado por 10 países, está explorando el uso de monedas digitales en comercio e inversiones mutuas, en las que su país está trabajando con la India y otros países”.
Al pedir un “enfoque cauteloso para crear una nueva moneda de reserva debido a las diferencias en la estructura y calidad de las economías de los estados miembros del BRICS”, Putin dijo que estos países “deberían centrarse en utilizar monedas nacionales y nuevos instrumentos financieros y crear una moneda análoga de SWIFT”.
En este momento, “los BRICS son una perspectiva a largo plazo, serán cautelosos y actuarán gradualmente, se moverán lentamente”, hasta que llegue el momento, dijo Putin a un grupo selecto de editores senior de los estados miembros de los BRICS en una interacción con los medios en su residencia oficial.
Según esta teoría, los países BRICS están desarrollando BRICS Pay, un sistema de mensajería de pagos descentralizado e independiente, similar al sistema SWIFT en Europa.
El sitio web oficial de BRICS Pay confirmó que este paso es “una posible piedra angular de los pagos para países soberanos y prósperos”.
Dicho paso proporcionará a los países BRICS mayores opciones de pago para la liquidación de bienes y servicios, lo que fortalecerá aún más sus relaciones económicas, dijeron expertos chinos.
Además, este enfoque puede ayudar a reducir la excesiva dependencia del dólar estadounidense, contrarrestar el dominio del dólar, promover la diversificación financiera y la independencia económica entre los miembros del BRICS y más allá, señalaron los expertos.
En este contexto, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluanov, afirmó: “El sistema financiero mundial está controlado por los países occidentales, y el grupo, que representa el 37 por ciento de la economía mundial, necesita crear una alternativa”.
“La nueva infraestructura de pagos transfronterizos se basará en tecnologías avanzadas y permitirá transacciones de comercio exterior más rápidas y económicas que no están sujetas a interferencias externas”, añadió.
El sistema financiero SWIFT inició oficialmente su actividad en 1972, y es una abreviatura de la “Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales”, con sede en Bélgica.
La red sistema permite a instituciones financieras de todo el mundo enviar y recibir información sobre transacciones en un entorno seguro, estandarizado y confiable.
Más de 11 mil grandes instituciones en 200 países están conectadas a este sistema para enviar mensajes seguros y órdenes de pago financieras. Sin una alternativa universalmente aceptada, se considera un sistema esencial para las finanzas globales.
La desdolarización es un intento de los países de reducir la dependencia del dólar estadounidense en las transacciones, especialmente para el comercio, según el sitio web The Council on Foreign Relations, y detener el camino y el proceso de dominio de la moneda estadounidense sobre la economía global.
Para abolir el dólar, los países prefieren realizar transacciones comerciales en sus monedas locales para reducir la dependencia del dólar estadounidense. Esto también agregaría valor a sus monedas locales.
Otra razón por la que los países abolen el dólar es para proteger sus intereses, especialmente en momentos en que Estados Unidos impone sanciones, lo que les crea serios obstáculos económicos.
Durante décadas, el dólar estadounidense ha sido la moneda de reserva internacional. Ahora que muchos países buscan encontrar una alternativa y nuevos miembros se unen al grupo BRICS, la amenaza a los días de auge del dólar se ha vuelto real.
El nuevo año ha sido testigo de la adhesión de cuatro de las economías más grandes de Oriente Medio y el Norte de África a la unión económica BRICS, y la adhesión de Egipto, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos representa un paso estratégico para alejarse de Estados Unidos y Europa.
Para los nuevos miembros del BRICS, esto podría abrir nuevas oportunidades de comercio e inversión con los fundadores del bloque.
También puede brindarles la oportunidad de reducir su dependencia del dólar estadounidense, dándoles más flexibilidad para enfrentar las presiones políticas y económicas de Washington.
De hecho, puede que no haya sido una coincidencia que durante la visita de Putin a China se anunciara que Beijing vendió un total de 53 mil 300 millones de dólares en bonos del Tesoro y de agencias de Estados Unidos combinados en el primer trimestre, según cálculos basados en los últimos datos del Departamento del Tesoro, informó el sitio web Responsible Statecraft.
En marzo de 2024, más de la mitad de los pagos chinos (52,9 por ciento) se liquidaron en RMB, mientras que el 42,8 por ciento se liquidaron en dólares estadounidenses.
Además, las reservas de oro de China aumentaron a 2.264,87 toneladas en el primer trimestre de 2024, frente a 2.235,39 toneladas en el cuarto trimestre de 2023, de acuerdo a datos publicados por el Banco Popular de China, lo que supone el doble de la proporción de los cinco años anteriores.
Según el grupo Goldman Sachs, el creciente deseo de los extranjeros de comerciar con activos denominados en renminbi sigue contribuyendo a la desdolarización en favor de la moneda china.
A principios del año pasado, Brasil y Argentina anunciaron que comenzarían a permitir acuerdos comerciales en renminbi.
Con el inicio de la tendencia global de desdolarización, muchos países se apresuraron a diversificar sus reservas, por lo que aumentaron sus tenencias de oro y adoptaron monedas locales para las transacciones internacionales.
En resumen, si la idea del régimen alternativo tiene éxito, agregar un régimen competidor podría ser particularmente tentador para los países del Sur Global.
Con suerte, esto incitaría a los formuladores de políticas estadounidenses a ejercer mayor moderación con respecto al uso de sanciones como martillo de política exterior, especialmente en el actual entorno interno de presiones inflacionarias y una deuda nacional en constante aumento.