El cardenal protodiácono, el francés Dominique Mamberti, anunció desde el balcón de la basílica y tras tradicional fórmula en latín: «Nuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam» (Os anuncio una gran alegría: tenemos papa), presentó a Robert Prevost como el nuevo Papa, bajo la denominación León XIV.
La deción de que Prevost sea el nuevo Papa de la Iglesia Católica fue decidida en la segunda jornada del Cónclave que mantuvo a 133 cardenales encerrados en la Capilla Sixtina. El humo blanco surgió por la chimenea de la Capilla Sixtina emergió a las 18.07 hora locales (-2 GMT) de la chimenea.
Luego de conseguir la mayoría necesaria, el último Cardenal Diácono convocará al Maestro de Celebraciones Litúrgicas y al Secretario del Colegio Cardenalicio preguntó al cardenal nacido en Chicago, Estados Unidos, ¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem? (¿Acepta usted su elección canónica como Sumo Pontífice?).
El humo blanco en la chimenea sobre el tejado de la Capilla Sixtina del Vaticano y el repique de campanas en la basílica de San Pedro confirmaron al mundo que la Iglesia católica tiene ya un nuevo papa. Poco después empezaron a repicar las campanas de San Pedro, mientras la plaza vaticana mientras las decenas de miles de fieles congregados empezaron a manifestar su júbilo.
Luego, el elegido se dirigió a la Sala de las Lágrimas. Allí, en un breve periodo de tiempo antes de asomarse a la logia central de la Basílica de San Pedro, el cardenal atraviesa un umbral solitario y silencioso para luego salir consagrado como nuevo Papa. Allí, con la ayuda del Maestro de las Celebraciones Litúrgicas, se reviste con una de las tres sotanas papales ya preparadas.