Después de hacer caer la sesión por el aumento de haberes, el gobierno reprimió la marcha de jubilados. Patricia Bullrich armó un operativo desmedido y hubo heridos y detenidos, entre ellos dos fotógrafos.
Bullrich aplicó el protocolo antipiquetes tras advertir que en la marcha de los jubilados había “grupos anarquistas”.
Entre la Policía Federal, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria colocaron un vallado en la Plaza de los dos Congresos.
Además, Gendarmería rodeó a los manifestantes, que no pudieron llegar hasta el Congreso y hubo corridas, palos y gases contra los jubilados y la gente que se había acercado para apoyar la protesta.
Entre los detenidos hubo dos fotógrafos, Tomás Cuesta y Javier Iglesias. A Cuesta lo tiraron al suelo, lo golpearon y lo inmovilizaron con una rodilla sobre su cabeza.
De la movilización participaron organizaciones políticas como el Frente de Izquierda, el Polo Obrero y la UTEP.
En comunicación con Tiempo, Zulema, de Jubilados Insurgentes, confió: “Hoy hubo mucha represión a los jubilados en el Congreso. Un grupo grande fuimos cambiando el lugar de corte, y dimos varias vueltas. Terminamos haciendo un semaforazo en Corrientes y Callao, y hasta allí nos fueron a reprimir. Pero les aviso a los que estén preocupados, que estamos todos bien”.
Sobre los dos reporteros gráficos detenidos, la preocupación crece porque, según supo Tiempo, pasadas las 19.30 ambos permanecen todavía demorados en la vía pública. Por eso, entre las organizaciones de trabajadores de prensa y jubilados circula un texto que detalla: “El ataque a la libertad de expresión no cesa, hoy se llevaron detenidos a los Fotoperiodistas Tomás Cuesta y Javier Iglesias, en otro claro ataque al ejercicio del periodismo en medio de la brutal represion a los jubilados. Los tienen en un estacionamiento frente al Congreso, en Hipólito Yrigoyen 1834. Los y las colegas no nos moveremos de aquí hasta su liberación”.
Zulema, junto a otros compañeros y compañeras jubilados, iban a acompañar a Tomás y a Javier, a pedir por su liberación. Este nuevo capítulo de represión continúa.
Fuente: TiempoAR