La agresión israelí contra el Líbano se intensificó el domingo por la noche cuando aviones de guerra llevaron a cabo una serie de ataques aéreos en las regiones del sur y en el este del valle de Bekaa.
Según el corresponsal de Al Mayadeen en el sur del Líbano, aviones israelíes atacaron las afueras de la ciudad de Bouslaiya. Otros ataques se dirigieron a la zona entre Ain Qana, Sarba y Houmin al-Fawqa, lo que provocó más daños a zonas civiles e infraestructuras.
Las fuerzas de ocupación también lanzaron cuatro ataques aéreos consecutivos en las afueras de la ciudad de Irzay, en el distrito de Saida, lo que marca una fuerte escalada en la frecuencia e intensidad de los ataques.
Mientras tanto, las fuerzas de ocupación israelíes se infiltraron en la ciudad fronteriza de Kfar Kila, avanzando aproximadamente 400 metros hacia territorio libanés. Actualmente, la fuerza realiza trabajos de excavación bajo la protección de tanques, que brindan cobertura a la operación. Otra fuerza israelí se infiltró en las afueras de Aita al-Shaab.
En el este del valle de la Bekaa, el corresponsal de Al Mayadeen informó que aviones de guerra israelíes realizaron un ataque aéreo en las afueras de la ciudad de Bouday, al oeste del distrito de Baalbek. A este le siguieron dos ataques aéreos adicionales contra las afueras de Flaoui, también al oeste de Baalbek.
Estas operaciones ponen de relieve una expansión geográfica de las acciones militares de la ocupación israelí , que se adentran más en territorio libanés y atacan zonas anteriormente menos afectadas.
Estos ataques aéreos forman parte de una campaña más amplia de agresión israelí contra el Líbano , marcada por reiteradas violaciones del acuerdo de alto el fuego. Desde el primer día de la tregua, la ocupación israelí ha incumplido sistemáticamente los compromisos adquiridos bajo los auspicios internacionales.
Los continuos ataques han destruido infraestructura civil y siguen representando una amenaza para la vida de los residentes tanto del sur del Líbano como de la región de la Bekaa. Esta escalada se produce en medio del persistente silencio internacional y la complicidad generalizada en los crímenes cometidos por la ocupación israelí.
También vale la pena mencionar que se detectaron movimientos israelíes en la ciudad fronteriza de Kfar Kila.
En un desarrollo similar, las fuerzas de ocupación israelíes lanzaron una serie de ataques con drones en el sur del Líbano el sábado, matando al menos a una persona e hiriendo a otras cinco, según el corresponsal de Al Mayadeen y funcionarios de salud libaneses.
El Ministerio de Salud libanés confirmó que un civil murió y otros dos resultaron heridos después de que un dron israelí atacara un vehículo en la zona de Saf al-Hawa, en el distrito de Bint Jbeil.
En otra parte, un avión no tripulado israelí atacó una casa en las afueras de Shebaa, hiriendo a un miembro de la familia que residía en su interior.
En otro ataque, un dron atacó un vehículo en la ciudad de Shaqra, también en la región de Bint Jbeil. El Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública informó que el ataque israelí dejó a dos libaneses gravemente heridos, quienes fueron trasladados a unidades de cuidados intensivos para recibir tratamiento de emergencia.
Por otro lado, Las conmemoraciones de Muharram (el primer mes del calendario musulmán) de este año en los suburbios del sur de Beirut —Dahiya— y en todo Líbano se han desarrollado con una magnitud y profundidad emocional raramente presenciadas antes.
Organizadores y participantes coinciden en que la atmósfera nunca antes había reflejado tanto el espíritu de Karbala: cruda, decidida y resonante con la esencia de la resistencia y el sacrificio.
Cientos de Mowkebs (carpas de servicio temporal) se alinean en las calles de todo el país, ofreciendo comida, agua y compasión a los dolientes que conmemoran el aniversario del martirio del Imam Husein (P), el tercer Imam de los musulmanes chiíes.
En la tradición chií, la postura desafiante del Imam Husein (P) contra el régimen corrupto y despótico de los Omeyas no es solo un evento histórico, sino un símbolo eterno de valentía, claridad moral y la lucha intransigente contra la tiranía y la injusticia.
En el corazón de Dahiya, bajo el puente en la carretera Mártir Hadi Nasralá, se ha establecido un Mowkeb único entre decenas de otros Mowkebs en Dahiya, en lo que ahora se conoce como la Plaza de los Mártires.
La carpa, denominada “Mowkeb de los Frentes: Los Esperantes del Imam Mahdi,” fue instalada por jóvenes de los pueblos fronterizos del sur de Líbano, incluidos Aitaroun, Mays al-Jabal, Bleeda, Houla y Bint Jbeil, zonas que han soportado el peso de la agresión militar israelí.
“Esto no es una iniciativa aleatoria”, dijo el sheij Abdalá, uno de los principales organizadores, al sitio web de Press TV. “Nos reunimos desde pueblos que han sido testigos de la guerra y la resistencia para servir a la gente y conmemorar el martirio del Imam Husein (P). Este Mowkeb es una declaración de unidad y firmeza”.
El Mowkeb ofrece comida, agua y bebidas gratuitas a los dolientes, acompañados por los sonidos rítmicos de las elegías que resuenan a través de las calles.
Los voluntarios también están recaudando fondos para apoyar a jóvenes mujeres que deseen usar el hijab y estudiantes que necesiten becas—iniciativas que el jeque Abdallah señaló reflejan los valores fundamentales del ilustre legado del Imam Hussein (AS).
Un mensaje de resistencia
“Este es el Dahiya de Seyed Hasan Nasralá (líder mártir del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano, Hezbolá)”, dijo el sheij Abdalá a Press TV.
“Estamos aquí para decirle al mundo que continuaremos por el camino del Imam Husein (P), un camino de resistencia contra la ocupación y la opresión. Este es el mismo camino que Seyed Nasralá siguió y nos alentó a seguir a lo largo de los años”.
Enfatizó que el mensaje desde Dahiya es claro: las amenazas y presiones no disuadirán el compromiso de la comunidad con la justicia.
“Los sionistas deben darse cuenta ya de que, cuanto más intenten intimidarnos, más firmes nos volvemos”, manifestó.
El Mowkeb permanecerá activo hasta el día de Ashura. Los organizadores dicen que la iniciativa se convertirá en una tradición anual, reforzando las dimensiones espirituales y políticas de la conmemoración.
Ashura de este año llega en medio de tensiones regionales elevadas, con conmemoraciones similares llevándose a cabo en Irán, Irak, Siria y más allá.
En Líbano, los eventos en Dahiya y otras áreas reflejan una alineación cultural e ideológica más amplia con los valores de Karbala —resistencia, sacrificio y justicia social.
“El pueblo de Dahiya, el Sur, el Bekaa y todo Líbano provienen de la escuela del Imam Husein (P)”, dijo el sheij Abdalá. “No hay un tercer camino. O defendemos a los oprimidos para alcanzar la victoria, o nos convertimos en mártires”, agregó.
A medida que transcurre el día de Ashura, Dahiya se erige no solo como un centro de lamento, sino como un símbolo poderoso de resistencia perdurable.
‘2025: Como nunca antes’
Las conmemoraciones de Muharram de este año en la ciudad de Srifa, en el sur de Líbano, han adquirido un tono profundamente emocional y simbólico, con los residentes describiendo la atmósfera como algo jamás visto en tiempos recientes.
Para muchos, los eventos del año pasado —marcados por el martirio de líderes clave de la Resistencia y las devastadoras explosiones de buscapersonas— han acercado la tragedia de Karbala a casa como nunca antes.
“Este año es muy diferente,” dijo Batoul, una voluntaria en uno de los principales Mowkebs de la ciudad: el Mowkeb Seyed al-Shohada.
“Se siente como si estuviéramos viviendo la batalla de Karbala. Seyed Hasan y muchos otros líderes fueron martirizados. Por supuesto, sabemos que ninguna tragedia en la historia se compara con Karbala, pero a través de lo que hemos vivido, pudimos sentir y visualizar lo que sucedió en ese entonces.”
El martirio de Seyed Hasan Nasralá en septiembre de 2024, tras un ataque aéreo israelí en los suburbios del sur de Beirut, causó una conmoción en Líbano y en toda la región.
Su funeral en febrero de 2025 atrajo a millones de personas y fue descrito como un renovado compromiso con el camino de la resistencia, con la escuela de pensamiento del Imam Husein (P) en su núcleo.
A la pena colectiva se sumó la ola sin precedentes de explosiones de buscapersonas en septiembre de 2024.
Miles de buscapersonas y walkie-talkies —utilizados por miembros de Hezbolá y civiles por igual— fueron detonados a distancia en un sofisticado ataque llevado a cabo por la agencia de espionaje israelí Mossad.
Las explosiones terroristas mataron a docenas e hirieron a miles, muchos de los cuales sufrieron lesiones graves, incluyendo la pérdida de extremidades y de la vista.
“Vemos a los heridos entre nosotros hoy, aquellos que perdieron sus manos, dedos u ojos”, dijo Batoul.
“Nos recuerda a Abalfazl al-Abás (P), el hermano del Imam Husein (P), quien perdió ambos brazos y un ojo en la batalla de Karbala. Podemos decir que casi todas las familias del sur de Líbano han perdido a un ser querido que fue martirizado debido a la agresiva guerra de Israel contra Líbano. Ya no son solo historias. Son nuestra realidad”, remarcó.
Las conmemoraciones anuales no solo son religiosas, sino profundamente políticas, reflejando una comunidad que se ve a sí misma como parte de una lucha más amplia contra la opresión.
“Esto no se trata solo de historia”, explicó Batoul. “Se trata de ahora. Se trata de mantenerse firme frente a la tiranía, tal como lo hizo el Imam Husein”, puntualizó.
Víctimas de los buscapersonas: el ejemplo vivo de Karbala
Entre los dolientes que inundan las calles de Dahiya y las ciudades de todo Líbano en este Ashura se encuentran miles de jóvenes y niños —algunos tan jóvenes como de 12 años— que fueron heridos en las devastadoras explosiones de bíperes de septiembre de 2024.
A pesar de sus heridas, muchos se han negado a quedarse en casa, eligiendo en su lugar servir en los Mowkebs y reafirmar su compromiso con el camino de la Resistencia.
“Este año, Ashura es muy diferente”, dijo Hasan, un joven que perdió ambos ojos en las explosiones, hablando con el sitio web de Press TV desde un Mowkeb en Dahiya.
“El dolor es por la pérdida del Imam Husein y la pérdida de nuestros seres queridos que luchaban contra Israel. Pero estamos orgullosos. A pesar de todas las dificultades, seguimos resistiendo y nos hemos vuelto más resilientes”, anotó.
Hasan dijo que están conmemorando Ashura para renovar su compromiso con los mártires de Karbala, así como con el líder martirizado del movimiento de Resistencia de Hezbolá.
“Nunca nos desesperaremos, y le decimos al enemigo israelí que sin temor conmemoramos el décimo de Muharram —la Ashura del Imam Husein (P)— y renovamos nuestro compromiso con Seyed Hasan Nasralá, quien nos observa desde los cielos, y con nuestro líder de Hezbolá hoy, el sheij Naim Qasem”, declaró Hasan al sitio web de Press TV.
Con información de Al Mayadeen e Hispantv