La Municipalidad de Gaza anunció el lunes que la principal planta de desalinización en la parte norte de la ciudad ha cesado sus operaciones por completo, mientras la crisis del combustible se profundiza y la agresión israelí continúa, sumiendo a la ciudad en un grave estado de sed.
Según la municipalidad, el cierre de la línea de suministro de agua de Mekorot , junto con la creciente escasez de combustible, ha exacerbado gravemente la ya grave crisis de agua que afecta a Gaza.
La principal red de agua de la ciudad ha dejado de funcionar, cortando el acceso a vastas zonas del municipio. La situación, advierten las autoridades, se está convirtiendo rápidamente en un desastre humanitario inminente.
La mayoría de los pozos de agua en Gaza han dejado de bombear debido a la falta de combustible, agregó el municipio, poniendo a más de 1,2 millones de desplazados y residentes en riesgo directo debido al colapso de la infraestructura hídrica y la ausencia de respuesta de emergencia.
La ocupación israelí continúa imponiendo un bloqueo devastador en la Franja de Gaza, controlando todas las fuentes de agua e impidiendo la entrada de equipos y combustible necesarios para el funcionamiento de las plantas de desalinización y los pozos. Estas políticas han agravado la persistente crisis hídrica del territorio.
La parada de la línea de Mekorot, una de las pocas fuentes externas que abastecen de agua a Gaza, se considera ahora un factor central en la profundización de la emergencia humanitaria , con más de un millón de vidas amenazadas en ausencia de una intervención internacional efectiva.
Al menos ocho palestinos, la mayoría niños, murieron y más de una docena resultaron heridos la semana pasada tras un ataque con misiles israelíes en el centro de Gaza , según funcionarios locales. El ejército israelí alegó que el misil no alcanzó su objetivo debido a una falla técnica.
En un comunicado, las fuerzas de ocupación israelíes dijeron que el ataque estaba dirigido a un operativo de la Jihad Islámica en la zona, pero el misil cayó "a docenas de metros del objetivo".
El misil impactó un punto de distribución de agua en el campo de refugiados de al-Nuseirat, matando a seis niños e hiriendo a otros 17, según el Dr. Ahmed Abu Saifan, médico de urgencias del Hospital al-Awda .
La escasez de agua en Gaza se ha intensificado en las últimas semanas, y la escasez de combustible ha obligado al cierre de plantas de desalinización y saneamiento. Los residentes recurren cada vez más a los centros de distribución para recoger agua en contenedores de plástico.
Fuente: Al Mayadeen