El jueves, los demócratas del Senado, liderados por el senador Tim Kaine (D-Va.), forzaron una votación sobre una resolución de poderes de guerra destinada a detener las acciones militares de la administración Trump contra Venezuela.
Kaine, junto con los senadores Adam Schiff (demócrata por California) y Rand Paul (republicano por Kentucky), presentó la resolución a principios de este mes tras la sugerencia de Trump de posibles ataques contra territorio venezolano. Argumentaron que tales acciones militares deberían requerir la aprobación del Congreso.
La resolución finalmente fracasó con una votación de 51 a 49, con la oposición dividida mayoritariamente por líneas partidistas. Sin embargo, Paul y la senadora Lisa Murkowski (republicana por Alaska), quienes previamente habían apoyado una resolución para bloquear los ataques de Trump en el Caribe, votaron a favor.
Esta votación se produjo en medio de continuas amenazas de agresión militar por parte de Washington hacia Caracas, a pesar de las afirmaciones de funcionarios de la administración Trump de que Estados Unidos no planea ataques en territorio venezolano.
Desde principios de septiembre, las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo al menos dieciséis ataques contra buques en el Pacífico y el sur del Caribe, que han provocado la muerte de más de 65 personas.
El presidente Trump se ha comprometido a continuar con estos ataques, presentándolos como parte de una guerra contra las drogas. Al mismo tiempo, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha rechazado estas afirmaciones, sosteniendo que los ataques tienen como objetivo un cambio de régimen y la apropiación de los recursos petroleros de Venezuela.
A principios de este mes, Trump admitió haber autorizado operaciones de la CIA en la región, citando su preocupación por el vaciamiento de las cárceles venezolanas hacia Estados Unidos y el flujo de drogas procedentes de ese país.
Washington ha intensificado los despliegues militares en el Caribe bajo el pretexto de una misión antinarcóticos, enviando buques de guerra, aeronaves y fuerzas de operaciones especiales cerca del territorio venezolano.
Si bien los funcionarios estadounidenses presentan estas acciones como operaciones de seguridad, gobiernos de toda América Latina advierten que el despliegue se asemeja a preparativos para esfuerzos coercitivos de cambio de régimen, citando recientes ataques estadounidenses contra barcos acusados de actividades relacionadas con el narcotráfico.
Sin embargo, Trump ha restado importancia a la posibilidad de una guerra directa con Venezuela, al tiempo que amenaza con que los “días de Maduro están contados”.
Fuente: Presstv