Dijo el profeta Muhammad (BPD) El Paraíso tiene cien niveles y el espacio entre dos niveles del paraíso es del tamaño de la distancia entre los cielos y la tierra.
Los habitantes del paraíso ven a los habitantes de los pabellones superiores como ustedes ven las estrellas en el cielo.
Dios creó el paraíso de la blancura y éste es el color más amado para Dios.
En el paraíso hay un bazar o comercio donde no se vende ni compra nada salvo que allí hay como fotos o imágenes de hombres y mujeres bellos y cuando uno te gusta, Dios te hace como esa imagen.
En el paraíso no hay nada como las cosas de la tierra salvo que tienen el mismo nombre.
La mayoría de los habitantes del paraíso son los hombres y mujeres sencillos, quiere decir que son aquellos que no conocen la maldad y que con respecto a las acciones haram (ilícitas) que la mayoría de los hombres consideran de vivos hacerlas, ellos no las hacen.
En el paraíso hay mansiones que en vez de llamarse como aquí las mansiones de los ricos, allá se las conoce como las mansiones de los generosos.
En el paraíso hay cien niveles que si los hombres son todos reunidos en uno de ellos entran todos.
El amor del paraíso para alcanzar a Salmán es mayor que el deseo que tiene Salman de ir hacia el paraíso. ¿Cómo se entra al paraíso? Hay muchas aleyas coránicas que hablan de este tema. La mayoría habla de la fe y las buenas acciones como condición para entrar en el paraíso.
Aquellos que son humildes ante Dios, los que se arrepienten, creen y hacen el bien, son los que entrarán en el paraíso
¿Qué significan la fe y las buenas acciones? Una creencia en la existencia de Dios y Su unicidad que influencie mi vida, mi conducta, mis pensamientos, mis palabras, mis acciones
El Imam Ali (P) dice: ?Juro por Dios, si gritaran como los camellos que han perdido a sus crías, os lamentáis como una paloma herida, rezáis e invocáis a Dios como un monje y renunciáis a vuestras familia y fortunas como ascetas; si hacéis todo esto para ganar el favor de Dios o asegurar Su perdón por aquellos de vuestros pecados que han sido anotados por Sus ángeles, en mi opinión toda esta penitencia y aún mucha más, no sería suficiente para compararse con la grandeza, inmensidad y alcance de Su bondad y Benevolencia que El derrama sobre los seres humanos o la enormidad del castigo que, me temo merecen vuestros pecados. Aún si hacéis que vuestro corazón grite y vuestros ojos se lastimen de tanto llorar y aún si vivierais la vida de un asceta hasta el fin del mundo, todos esos esfuerzos no compensarían la bendición de la fe y Su guía a la verdad.?
Las buenas acciones son las que se mencionan en el Sagrado Corán y en las tradiciones como el salat (oración), el ayuno, la caridad, el bien a los padres, al ayudar a los creyentes, ayudar a los pobres, la lucha en el camino de Dios (es decir en el camino del bien y de la justicia), los vínculos de parentesco, ayudar a quienes estén peleados a reconciliarse. Estas dos cuestiones, la fe y las buenas acciones son como semillas que deben ser plantadas y cuidadas en una vida para que produzcan la entrada al paraíso.
La piedad
El examen divino, Sura Al-baqara V.214
Os creéis que vais a entrar en el Jardín antes de pasar por lo mismo que pasaron los que os precedieron? Sufrieron el infortunio y la tribulación y una conmoción tal que el enviado y los que con él creían dijeron: ¿Cuándo vendrá el auxilio de Dios? Sí, el auxilio de Dios está cerca.
La lucha y la paciencia
O ¿creéis que vais a entrar en el paraíso sin que Dios haya sabido quienes de vosotros han combatido y quienes han tenido paciencia?
La veracidad, decir la verdad conduce al bien y el bien conduce al paraíso, dijo el profeta Es una señal importante de la fe.
La casa del creyente en el paraíso es de tal tamaño que si todos los hombres del mundo quisieran entrar allí y vivir allí tendrían lugar, como dijo el Imam Sadiq (P): el hombre que esté en el lugar más bajo del paraíso tendrá tal mansión que si todos los hombres y los genios fueran sus invitados podría atenderlos con comida y bebida a todos ellos y ello no disminuiría lo que tiene.
Quien les habla a la gente en el paraíso es el profeta David.
El llamado de la puerta del paraíso es la de Ali El anfitrión es Ali.
En el paraíso no habrá luz solar o lunar (serán enrollados en el Fin del mundo), sino que lo que alumbra el paraíso son las acciones de los hombres.
Los primeros habitantes del paraíso serán aquellos que alaban a Dios en privado y en público. Los habitantes del paraíso no duermen porque el sueño es el hermano de la muerte como enseñó el profeta y en el paraíso no hay muerte.
En el paraíso hay niveles como las aleyas del Corán pero los distintos niveles no enojan a los hombres porque el paraíso es satisfacción y felicidad, de los hombres con Dios y de Dios con los hombres. Por lo mismo no hay problemas con el tema de las huríes.
Ali (P) dice que los distintos niveles del paraíso es por las acciones y las palabras o las intenciones diversas que ha habido en este mundo. Por ejemplo, el Imam dijo que aquellos que puedan ir a visitar al Imam Husein (P) y no hayan ido serán invitados en el paraíso en casas de los creyentes que sí tienen casas porque sus grados son superiores. En un hadiz dice que habrá quienes en el paraíso no tengan esposa, hijos y bienes, será aquellos que la oración de la tarde la dejaban para tan tarde que se ponía el sol y perdían la oración.
En un hadiz dice que aquellos que duermen mucho serán de los pobres en el día del Juicio, tendrán pocas acciones y por lo tanto un capital escaso.
En el paraíso hay música por parte de las huríes y por parte de los árboles con sus hojas, pero no es música vana ni de contenido pecaminoso sino de alabanzas a Dios y sabiduría.
Los habitantes del paraíso verán las mansiones de mis shias dice Ali como ven los hombres de la tierra las luces brillar en el cielo. La bendición más grande en el paraíso es el amor de Dios y su glorificación y alabanza y la compañía con el Profeta y su familia. Quien muera y sepa que Dios existe y es la Verdad irá al Paraíso Quien diga (de corazón), sinceramente, La ilaha illa Allah ira al paraíso y decirlo sinceramente significa que lo aparta de lo que Dios prohibió.