El retorno de los palestinos es un derecho, no un sueño

El retorno de los palestinos es un derecho, no un sueño

El Centro Palestino de Recursos para los Derechos de la Ciudadanía y los Refugiados (BADIL) escribe una carta en respuesta a los comentarios del ministro suizo de Exteriores, Ignazio Cassis, en los que considera que el trabajo de ayuda de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos es un obstáculo para la paz en Oriente Medio.

 

Annur TV
Monday 28 de May.

El 15 de mayo de 2018 marcó el 70° aniversario de lo que los palestinos llaman la 'Nakba' o catástrofe, cuando cientos de miles de personas fueron desarraigadas durante la creación de Israel en 1948. Muchos refugiados palestinos aún conservan sus llaves y el sueño de regresar a sus hogares.

Nuestro regreso no es un sueño, es un derecho internacionalmente reconocido.

Ignazio Cassis, ministro de Asuntos Exteriores de Suiza, declaró el jueves 17 de mayo de 2018 que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Oriente Cercano (UNRWA) es un obstáculo para la paz en Oriente Medio porque dificulta activamente la integración de los refugiados palestinos en sus países de acogida.

Cassis afirmó que la preservación de los campos de refugiados, específicamente en Jordania y Líbano, alimenta un “sueño de regresar a casa” para los palestinos que residen en ellos. Añadió que la financiación de la UNRWA, procedente de la comunidad internacional, contribuye a mantener vivo el conflicto. Dijo: “Durante mucho tiempo, la UNRWA fue la solución a ese problema, pero hoy se ha convertido en parte del problema. No es realista que todos [los refugiados palestinos] puedan cumplir ese sueño. Sin embargo, la UNRWA mantiene vivo ese sueño”.

En su lugar, propuso la orientación de fondos de la UNRWA a los países anfitriones para fomentar la integración de los refugiados palestinos, una política que no solo ignora el Estado de derecho, sino que respalda la posición del primer ministro israelí que pidió la conclusión de la UNRWA el mes pasado. BADIL destaca que el principal obstáculo para resolver la cuestión de los refugiados palestinos ha sido la negación de Israel del derecho al retorno de los refugiados palestinos a sus hogares de origen, una política en curso desde 1948.

Responsabilidad internacional

Otro obstáculo clave ha sido el fracaso de la comunidad internacional para cumplir con sus responsabilidades hacia los refugiados palestinos enlistadas en las numerosas resoluciones de la ONU adoptadas desde 1948. Incapaces de regresar a sus hogares, los refugiados palestinos han sido forzados al exilio en los países vecinos.

Estos refugiados no están “soñando” con regresar a su hogar, tienen derecho a hacerlo. Su derecho al retorno está establecido específicamente en la Resolución 194 de 1948 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ha sido aprobada anualmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas y por otros organismos internacionales.

Los servicios de la UNRWA a los refugiados palestinos no están alimentando el conflicto actual; más bien, la responsabilidad recae en las políticas israelíes que niegan a los refugiados palestinos el derecho a regresar a sus hogares, en contravención del derecho internacional. Y mientras sigan desplazados, los refugiados palestinos tienen derecho a asistencia humanitaria.

La UNRWA fue establecida en 1950 para proporcionar socorro a los refugiados palestinos; nunca se le ha encomendado buscar soluciones al conflicto. La Agencia de la ONU establecida para cumplir con ese deber, la Comisión de Conciliación de las Naciones Unidas para Palestina (UNCCP), ha estado inactiva desde la década de 1950, dejando a los refugiados palestinos sin una agencia internacional con el mandato de buscar soluciones duraderas.

Acusar a la UNRWA de mantener vivo el conflicto es ignorar las raíces del problema y hacer caso omiso del papel central de Israel en él. La reorientación de los fondos de la UNRWA a los países de acogida en un intento de integrar a los refugiados palestinos no es una estrategia destinada a mejorar el bienestar de esos refugiados ni a poner fin al conflicto, es un movimiento que tiene como objetivo poner el problema de los refugiados palestinos en un punto muerto.

Esta estrategia está intrincadamente relacionada con el cierre de la UNRWA, que sirve como un recordatorio del fracaso de la comunidad internacional en encontrar una solución viable para la población desplazada más grande y más antigua del mundo. Actualmente, los refugiados palestinos comprenden dos tercios de la población total palestina, alrededor de 7,5 millones, la mayoría de los cuales aún viven a menos de 100 kilómetros de sus hogares de origen.

La afirmación de Cassis de que “no es realista que todos puedan cumplir ese sueño” representa tanto un desprecio absoluto al derecho palestino de retorno, al referirse a él como un sueño en lugar de un derecho reconocido internacionalmente, como una aceptación implícita al rechazo israelí de reconocer ese derecho.

La razón por la que el retorno de los refugiados palestinos a sus hogares de origen pudiera considerarse “irreal” es porque Israel goza de completa impunidad en sus acciones ilegales y de ninguna consecuencia por su continua negación del derecho de los refugiados palestinos al retorno. No es una cuestión de espacio, geografía o logística, sino más bien política: la falta de voluntad de Israel y de la comunidad internacional para reconocer y hacer realidad los derechos de los refugiados palestinos.

Concluimos esta carta recordando a la comunidad internacional, incluida Suiza, su obligación de proporcionar protección y buscar soluciones duraderas para los refugiados palestinos. También recordamos a la comunidad internacional que el derecho a la reparación, incluido el retorno, de los refugiados palestinos es un derecho internacionalmente reconocido, y que la denegación de Israel al retorno no solamente es ilegal, sino que fomenta nuevos desplazamientos a la luz de la falta de rendición de cuentas por sus acciones.

Si Suiza y otros países realmente se preocupan por terminar con el problema de los refugiados palestinos y el conflicto resultante en Medio Oriente, deberían comenzar asegurando el respeto al derecho internacional, garantizando la realización de los derechos básicos de todos los involucrados, incluidos los refugiados palestinos, y poniendo fin a las continuas violaciones de tales derechos.

Esta carta fue publicada originalmente por el Centro Palestino de Recursos para los Derechos de la Ciudadanía y los Refugiados (BADIL).

Los puntos de vista expresados en este artículo corresponden a su autor y no reflejan necesariamente los de swissinfo.ch

Declaración de André Simonazzi, portavoz del Gobierno

“El presidente Alain Berset habló (el viernes) con Ignazio Cassis, el ministro responsable de los Asuntos Exteriores. El resultado de la discusión fue que no hay cambios en la política de Suiza hacia Oriente Medio, tal como está definida en la estrategia de política exterior del Consejo Federal (Gobierno). En particular, no hay cambios con respecto al apoyo de Suiza al UNRWA, un socio estratégico, que desempeña un papel vital en la estabilidad de la región y la lucha contra la radicalización, como ha dejado claro el Consejo Federal en diversas respuestas a las solicitudes de procedimiento parlamentario. Suiza seguirá desempeñando un papel activo en la reforma de la UNRWA, como lo ha hecho hasta la fecha. Como uno de los principales contribuyentes al presupuesto de la UNRWA, es legítimo que Suiza participe en las reflexiones sobre el futuro de esa organización”.

Fuente: Swissinfo.ch


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