Mientras la comunidad internacional sigue optando por el mutismo, continúan las condenas contra reciente ataque aéreo saudí contra Saná, la capital yemení.
Yemen denunció la brutal agresión, que tuvo por blanco una urbanización cercana a una escuela en Saná. La ofensiva se saldó con 13 muertos, incluidos 7 escolares, y unos 100 heridos, y pidió a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos visitar la escena del crimen y reconocerlo como una masacre criminal.
El movimiento popular yemení Ansarolá denunció también este crimen atroz y responsabilizó a Estados Unidos y al Reino Unido del mismo por facilitar armas a Arabia Saudí.
A su vez, Irán condenó, en duros términos, el ataque saudí y acusó a los países occidentales de provocar un desastre humanitario en Yemen.
No es la primera vez que la coalición agresora liderada por Arabia Saudí bombardea barrios residenciales y centros educativos acabando con la vida de civiles y menores, sin embargo, la comunidad internacional, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y los organismos internacionales optan por el mutismo. Y por si esto fuera poco, los medios de comunicación occidentales censuran fácilmente estos hechos y los tergiversan, como en este caso, en el que utilizan el término explosión, en vez de ataque aéreo o bombardeo.
Las agresiones saudíes, en muchas ocasiones perpetradas con aeronaves y bombas fabricadas en Estados Unidos, han dejado más de 60 000 yemeníes muertos, de acuerdo con el proyecto Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés).
Fuente: Hispantv