Un estudio de la OMS recoge que las tasas más altas de suicidio se registran en el primer mundo, y que cada año se quitan la vida unas 800 000 personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a poner en marcha “medidas urgentes” para afrontar el alto número de suicidios que se produce cada año en el mundo, en concreto, indica que al año se quitan la vida unas 800 000 personas.
El informe achaca la situación a un grave problema de salud pública, denunciando que, pese a que cada 40 segundos una persona atenta contra su vida, los programas de prevención distan mucho de ser globales: sólo 38 de los 183 países bajo objeto de estudio tienen un plan estatal específico para reducir el número de suicidios.
Según los datos de la OMS, que maneja cifras y estimaciones del año 2016 para estos 183 países, la tasa global de suicidios en este año fue de 10,5 casos por cada 100 000 habitantes, si bien se apreciaron grandes variaciones entre países, con un rango que alcanzaban los 48,3 casos en varones por 100 000 habitantes en la Federación Rusa o los 34,5 casos, también en varones, de Ucrania.
El estudio pone de manifiesto que casi el 80 % de los suicidios se produce en los países de escasos y medios recursos, donde habitan la mayoría de la población mundial, no obstante, destaca que las tasas más altas de suicidio, con una media de 11,5 casos por 100 000 habitantes, se registran en el primer mundo.
Es en estos países más desarrollados, entre los que se apunta a España, donde también se da una desigualdad muy marcada entre los géneros: se producen tres veces más suicidios entre hombres que en mujeres.
“En España se producen unos 3700 suicidios al año, lo que supone unos 10 suicidios al día o, lo que es lo mismo, uno cada dos horas y media”, expone Andoni Anseán, presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, para un medio local respecto a esta problemática situación.
El Anseán subraya que esta coyuntura “es un problema de salud pública muy importante” para España, pero, los gobiernos siguen sin elaborar un plan de prevención a nivel estatal.
Asimismo, el experto dice que esta estrategia no sólo es fundamental para hacer frente a estas muertes que se sabe que ocurren y pueden prevenirse, sino también para anticiparse a cambios en los patrones, “como el ligero aumento en los casos en mujeres” que se está dando.