La firma que formaliza la venta del terreno que se utilizará para desarrollar el cementerio musulmán de Quebec tuvo lugar el jueves 18 de diciembre. Un gran día para los responsables del Centro Cultural Islámico de Quebec (CCIQ), que tanto tiempo habían esperado este momento.

“Cosa prometida, cosa debida. Es sobre todo una cuestión de decencia. No importa cuáles sean nuestras creencias religiosas, tenemos derecho a enterrar a nuestros muertos con dignidad”, dijo el alcalde Régis Labeaume, citado por Québec Hebdo.

“Si morimos, tendremos un lugar cálido en esta tierra que nos recibió”, afirmó, por su parte, el presidente del CCIQ, Boufeldja Benabdallah.

Su cuerpo logró hacer realidad un proyecto de 20 años, cuya necesidad se sintió aún más fuertemente después del ataque a la mezquita de Quebec, que causó la muerte a seis personas.

El cementerio, que se espera que tenga unas 500 tumbas, se inaugurará en la primavera de 2020 para recibir sus primeros restos en el verano, según se anuncia. La recaudación de fondos para el proyecto ha aumentado a casi 342.000 euros.

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