Joe Biden ganó las elecciones primarias en la mayoría de los catorce estados en lo que estuvieron en disputa tres mil novecientos setenta y nueve delegados.
Los precandidatos presidenciales demócratas de 2020 en EE. UU., el senador Bernie Sanders y el ex vicepresidente Joe Biden hablan en el décimo debate presidencial demócrata de 2020 en el Gaillard Center en Charleston, Carolina del Sur, EE. UU., el 25 de febrero de 2020. © Jonathan Ernst, Reuters.
La sorpresiva victoria de Biden le significa un respiro de tranquilidad al liderazgo de poder al interior del Partido Demócrata, que no ve con buenos ojos la nominación de Bernie Sanders como candidato a la Casa Blanca.
Las elecciones primarias del partido demócrata llegaron al punto crucial en el denominado “Súper Martes”. Con un total de catorce estados y mil trescientos cuarenta y tres delegados en juego Joe Biden inclinó la balanza a su favor.
La renuncia de los candidatos Pete Buttigieg y Amy Klobuchar además del anuncio de ambos en respaldo de Biden, pudieron haber sido la clave del sorpresivo resurgimiento del ex vicepresidente, en desmedro de Bernie Sanders; algo que buscaban los grupos de poder del partido demócrata.
Es indudable que la votación del “súper martes” determina qué candidatos continuarán en carrera, pero también, de acuerdo al número de delegados obtenido, marcará la tendencia para las elecciones primarias venideras.
Para acceder a la nominación directa del partido, se requiere un mínimo de mil novecientos noventa y un delegados, de un total de tres mil novecientos setenta y nueve, lo que significa que los delegados obtenidos el súper martes, son solo una fracción del total.