Desde que hizo de Riad el lugar de su primer viaje al extranjero como presidente, Donald Trump defendió obstinadamente al gobernante saudí a través de múltiples desventuras, desde la desastrosa guerra en Yemen y el boicot fallido al vecino Qatar hasta el asesinato del periodista estadounidense Jamal Khashoggi.
Según un comentario de Jackson Diehl, que publica el sitio theamericanconservative.com, los saudíes han jugado a Trump como un tonto, así como las grandes compras saudíes de armas estadounidenses que el Rey Salman bin Abdulaziz Al Saud de Arabia Saudita prometió a Trump no se han materializado.
En cambio, la recompensa del presidente es ser estafado por su supuesto aliado en su momento de mayor necesidad, con los mercados estadounidenses en baja y los soldados estadounidenses muriendo, precisa.
La política exterior de Trump hacia Arabia Saudita es uno de sus fracasos más espectaculares. Todos los presidentes estadounidenses atendieron a Arabia Saudita en un grado u otro, pero Trump se distingue como el más servil e indulgente de todos ellos, señala la fuente.
Ha dado al gobierno saudí y al príncipe heredero todo el apoyo y la cobertura diplomática que podían pedir, y a cambio no ha recibido absolutamente nada. Trump ha permitido a los criminales de guerra de Riad durante los últimos tres años, y no tiene nada que mostrar excepto una ignominia duradera, sostiene Diehl.
Asimismo, la coalición saudí masacró durante años a yemeníes inocentes con armas de fabricación estadounidense, y Trump se resistió a los esfuerzos del Congreso para acabar con el apoyo estadounidense a la guerra. Agrega el informe que Mohammed bin Salman ordenó el asesinato de Khashoggi, y Trump y Pompeo intervinieron por él una vez que el caso salió a la luz.
El inepto e inútil gobierno saudí ni siquiera podía defender su propio territorio, así que Trump puso a las tropas de EE.UU. en peligro para protegerlos de nuevos ataques. Hay pocos países que se aprovecharon más de EE.UU. que Arabia Saudita, y Trump hizo su voluntad durante años.
El mismo hombre que se queja sin cesar de otros países que estafan a Estados Unidos encabezó una de las estafas más vergonzosas de todas, acentúa el analista. Plantea Diehl que Mohammed bin Salman llegó a la conclusión de que mientras Trump sea presidente puede salirse con la suya con cualquier número de asesinatos y atrocidades. Asegura que en la última apuesta el príncipe heredero, atacó a la industria petrolera de EE.UU. bajando los precios del petróleo, y hasta ahora Trump no dijo ni hizo nada al respecto.
En ese sentido señala que la guerra del precio del petróleo del gobierno saudí está haciendo mucho más daño a los intereses de Estados Unidos que cualquier cosa que Irán haya hecho durante mucho tiempo, pero el presidente se niega a cortar el apoyo de Washington a un estado que nunca fue nuestro aliado y ciertamente no actúa como tal.
Concluye el autor que desafortunadamente Mohammed bin Salman pone los intereses saudíes por delante de los estadounidenses y Trump es el tonto.
Fuente : The American Conservative/ Al Mayadeen