El Líbano e Israel mantendrán conversaciones para poner fin a una disputa fronteriza marítima de larga data entre los dos partes, que permanecen formalmente en guerra. Berri dijo que las negociaciones se llevarán a cabo bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El régimen de Tel Aviv informó que las conversaciones comenzarán transcurrido mediados de octubre. EE.UU. dio la bienvenida a lo que llamó un “acuerdo histórico” después de casi tres años de mediación.

Estas negociaciones coadyuvarán a la estabilidad, la seguridad y la prosperidad tanto de los libaneses como de los israelíes, indicó el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.

Conflicto marítimo entre Israel y El Líbano

Israel y El Líbano técnicamente han permanecido en guerra desde la ocupación de Palestina por parte del régimen sionista en 1948. Si bien no existe una frontera terrestre acordada entre ambos, las dos partes se comprometieron a respetar un alto el fuego a lo largo de la llamada Línea Azul.

La frontera fue delimitada por la ONU después de que el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) expulsara a las fuerzas israelíes del sur del país en 2000, poniendo fin a 22 años de ocupación.

Es una de las fronteras más tensas de la región, donde los cascos azules de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en El Líbano (FPNUL) intentan que reine la calma.

En 2006, Israel agredió el sur de El Líbano, matando a unos 1190 libaneses. Y en respuesta, los combatientes de Hezbolá acabaron con 163 israelíes. El conflicto terminó con un alto el fuego negociado por la ONU.

El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, que lidera el movimiento chií Amal —un aliado de Hezbolá—, subrayó que las conversaciones se llevarían a cabo en la sede de la FPNUL, en la ciudad costera de Naqoura, en el sur de El Líbano.

Berri aseveró que el acuerdo se alcanzó antes de que EE.UU. impusiera sanciones a varios políticos libaneses. Entre ellos se encontraba uno de sus principales ayudantes, el ministro saliente de Finanzas, Ali Hasan Jalil, a quien Washington acusó de brindar apoyo material a Hezbolá y de participar en actos de corrupción.

El anuncio se produce solo unas semanas después de que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin firmaran sendos acuerdos para normalizar sus nexos con el régimen de Tel Aviv. También sigue a una gran explosión en Beirut, capital de El Líbano, en agosto, suceso en el que cerca de 200 personas perdieron la vida y dejó tras de sí 4,6 mil millones de dólares en daños materiales.

El Gobierno libanés renunció a raíz de dicha explosión y las potencias occidentales, en particular Francia, están exigiendo que se implementen reformas para desbloquear la ayuda financiera.

Además, la disputa fronteriza cobra especial importancia debido a la posible presencia de hidrocarburos en el este del Mediterráneo.

En febrero de 2018, El Líbano firmó su primer contrato de perforación en alta mar en dos bloques en el Mediterráneo, para petróleo y gas, con un consorcio conformado por los gigantes energéticos Total, ENI y Novatek.

El pasado abril, Beirut anunció que la perforación inicial en el Bloque 4 había dado signos de albergar gas, pero la reserva no es comercialmente viable.

La exploración del Bloque 9, que abarca una superficie de 330 millas cuadradas, no ha comenzado y es mucho más controvertida, ya que Israel también reclama la propiedad de una parte del mismo.

Lo que está en juego en el desacuerdo ha aumentado a medida que Israel y Chipre han comenzado a explotar el gas en alta mar, en el Mediterráneo oriental, dejando a los libaneses en busca de un impulso similar y vital para recuperar su economía.

La postura actual de El Líbano hacia Israel

En estos días, cuando hablamos de El Líbano, me viene a la mente el tema de la reciente explosión en Beirut y su devastación, la intensa presión extranjera, especialmente la estadounidense, y la crisis económica y la inacción en la formación de un nuevo Gobierno.

Sin embargo, junto a esta imagen amarga, este país tiene éxito en todos los sentidos, con un pueblo que busca la independencia. La historia reciente de El Líbano atestigua que este pueblo ha puesto a Israel de rodillas y les ha complicado la existencia a los grupos terroristas, como Daesh y el Frente Al-Nusra (autodenominado Frente Fath Al-Sham), con la meta de defender su propia independencia.

La nación libanesa ha creado, realmente, un gran precedente en lo tocante al concepto de “resistencia” y lo ha dado a conocer al mundo.

El pueblo libanés derrotó a Israel en la guerra de los 33 Días en 2006, mientras que algunos de los países árabes ya sucumbieron a este régimen firmando acuerdos de paz y, a veces, compiten entre sí para normalizar sus relaciones con Israel.

Los libaneses rechazaron las sanciones impuestas contra Hezbolá y no se sumaron a la ola de acusaciones contra la Resistencia durante los disturbios registrados en el país de los cedros.

La nación libanesa no solo se puso de parte de Hezbolá, sino que también rechazó el proyecto estadounidense y occidental de crear una brecha entre el pueblo y la Resistencia. Los libaneses creen que la independencia, el sustento y, por supuesto, su supervivencia son rehenes de la Resistencia.

En opinión de la mayoría de los libaneses, Israel es un enemigo, armado hasta los dientes, que busca violar la soberanía libanesa. La nación libanesa ve a Arabia Saudí y los EE.UU. como la causa de la inestabilidad que se da en la región.

Hoy en día, mientras El Líbano se encuentra en una situación desesperada, su economía se ha visto dañada y su puerto más grande ha sufrido graves daños, y... los EE.UU. insisten en que este país otorga concesiones terrestres y marítimas, en el este del Mediterráneo, en pro de Israel.

Afortunadamente, junto a la vigilancia del pueblo, el caso fronterizo está en manos del presidente del Parlamento libanés. No obstante, hoy, frente a todas estas amenazas evidentes de EE.UU., los países occidentales y el régimen sionista, los comentarios de Berri, como todos los políticos libaneses justos y libres, estuvieron en sintonía con la Resistencia. Berri anunció su postura oficial al mundo: No habrá retroceso alguno respecto a la demarcación de las fronteras de El Líbano con Israel.

Por Mohsen Khalif Zade

Fuente: Hispantv