El 7 de marzo de esta gestión 2021 respectivamente en Bolivia, se llevarán a cabo las elecciones subnacionales, en las que se elegirán gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales. El estado Plurinacional que recientemente le dio una bofetada al imperialismo, tras la vuelta al poder del gobierno del pueblo el MAS, de Evo Morales Ayma, en la investidura de Luis Arce como Presidente, y David Choquehuanca como Vicepresidente, tras el Golpe de Estado suscitado el 10 de noviembre de 2019, nuevamente irá a las urnas, en un ambiente marcado por el rebrote del Covid 19, y en el que existen muchas deficiencias en la mayoría de los sectores, como el de salud, economía, educación; etc… consecuencia manifiesta del legado del anterior régimen de facto de Añez.

En estos comicios locales, más de siete millones de bolivianos irán a las urnas, en donde se elegirán a 9 gobernadores, uno por departamento, unos 337 alcaldes, de los que 5 se escogerán mediante los procedimientos propios de las poblaciones indígenas, junto a más de 270 legisladores departamentales, y más de 2.000 concejales, hasta ahora existen unos 20.000 postulantes de todo tipo, que se han inscrito para llenar los 5.000 cargos vacantes, existiendo además los 27 candidatos a la gobernación y alcaldías de la ciudad de La Paz y la de El Alto, ciudad en la que el MAS arrasó en las últimas elecciones, y en donde se encuentra como candidata para la alcaldía Eva Copa, la anterior  presidenta de la Asamblea Legislativa durante el régimen de Áñez, la que para muchos analistas traicionó al partido del MAS, postulando con otra organización política, lo que le costará su expulsión definitiva de éste; pero sobretodo su falta de conocimiento y lealtad, lo que manifestó Evo Morales Ayma “Donde hay convicción no hay peleas, donde hay ambición hay mucha pelea. ¿Por qué ambición? Porque falta todavía formación ideológica es la debilidad que tenemos”, y ese precisamente debe ser uno de los derroteros que se debe eliminar para conseguir cualquier tipo de victoria ante los enemigos manifiestos; pues como lo señalamos el enemigo número uno es el imperio, con su subsidiaria que es la oposición.

Sin embargo, lo que llama más la atención es que para estos comicios, Jeanine Añez, la que fuera presidenta de facto del gobierno provisional, tras el Golpe de Estado militar, policial, cívico, eclesiástico, y mediático, tras la complicidad de los medios de comunicación hegemónicos, neoliberales y oligarcas como lo señalamos,  perpetrado contra el primer presidente indígena, Evo Morales Ayma, a quién lo obligaron a renunciar, y al que asilaron; inscribió  y presentó su candidatura para las elecciones regionales como gobernadora por el departamento del Beni, como candidata por Alianza Ahora, conformada por Unidad Nacional y Hagámoslo Trinidad, como parte de la oposición contra el gobernante al Movimiento al Socialismo, el pasado 29 de septiembre de 2020, horas después de anunciarse su ruptura con el partido de Rubén Costas, Movimiento Demócrata Social (MDS, Demócrata), bajo el argumento de que ese departamento fue manejado por “Viejos politiqueros” y la que también asegura que en “Crisis tiene también mucha experiencia”.

Al respecto, debemos recordar en primera instancia que Áñez se autoproclamó presidenta interina de Bolivia, pese a no cumplir con los requisitos constitucionales, el martes 12 de noviembre de 2019 como lo podemos constatar en varias declaraciones “Una senadora golpista se autoproclama presidenta del Senado y luego presidenta interina de Bolivia sin quórum legislativo”, también se encuentra la denuncia que hizo en su momento la embajadora de Bolivia en la República Islámica de Irán , Romina Pérez Ramos, quién manifestó que el golpe de Estado contra Morales fue una conspiración regional financiada por EE.UU. de hace mucho tiempo, tras los 14 años de mandato de Morales, eligiendo a Añez como un instrumento político del imperio, argumento que también fue corroborado por el politólogo Noam Chomsky, quien denunció que EE.UU. está detrás del golpe de Estado de la oposición en Bolivia para derrocar al presidente Evo Morales, vale decir que Añez sólo fue un fantoche y un títere de la oligarquía neoliberal subsidiaria del Imperialismo y el Sionismo, que en la actualidad está destruyendo al mundo derrocando a los gobiernos progresistas de América Latina de la mano de la OEA junto con Almagro.

Al mismo tiempo señalamos que en su nefasta gestión interina de facto, a la cual por ansias de poder se prorrogó por más de 3 veces postergando las elecciones nacionales, utilizando las más bajas estrategias de propaganda como los “fake News”, los falsos positivos, los “Lawfare” , o “Guerra Jurídica” para desplazar del poder al gobierno del pueblo al MAS, en su sucia campaña de desprestigio en contra del Evo Morarles, no sólo llevó al país a un quiebre total en todos los sentidos de crisis en cuanto a escándalos de corrupción en medio de la pandemia por la compra de los respiradores  artificiales, los que no eran los adecuados para su uso en unidades de terapia intensiva y donde existió sobreprecio en su adquisición, los que llevaron a la muerte a muchas personas inocentes que no contaban con ellos para sobrevivir, a eso se suma las masacres del genocidio de Senkata y Sacaba donde murieron más de 37 personas inocentes, estos delitos en contra del régimen de Añez continúan siendo investigados, y a los que se debe hacer Justicia; pues fueron más de cinco organismos internacionales que denunciaron al régimen de Añez por violar los DDHH, a la que se suma la denuncia presentada por la Defensoría del Pueblo boliviana y la acción de la Policía Boliviana, las Fuerzas Armadas y el Ministerio Público, presentado el 15 de septiembre de 2019, titulado "Crisis de Estado violación de los derechos humanos en Bolivia" Octubre, diciembre 2019, como lo dijimos, además de ello pesan en ella la ineficacia de su política económica y social llevando a la pobreza a más gente, acciones de discriminación racial ante los indígenas, pertenecientes a los pueblos de Abya Yala, en fin muchas denuncias en su contra, y que moral, por ética, y por humanidad (si es que la tiene), no debería presentarse como candidata, ni tener vida política; porque si eso hizo como interina de un gobierno de facto, imagínense que es lo que haría como gobernadora; pues Beni, no merece ser destruida y saqueada: Basta de catástrofes en Bolivia!

Sdenka Saavedra Alfaro (Escritora, Periodista, e Investigadora Boliviana radicada en la República Islámica de Irán)