El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advierte que el odio y la discriminación contra los musulmanes han alcanzado “proporciones epidémicas”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ofrece una rueda prensa en Nueva York (EE.UU.), 4 de febrero de 2020. (Foto: AFP).
“Las comunidades minoritarias son parte de la riqueza de nuestro tejido cultural y social, sin embargo, vemos no solo formas de discriminación, sino también políticas de asimilación que buscan borrar la identidad cultural y religiosa de las comunidades minoritarias”, denunció el miércoles la máxima autoridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En declaraciones ofrecidas con motivo del Día Internacional para Combatir la Islamofobia, Guterres describió el aumento vertiginoso de la intolerancia contra los musulmanes como parte de un cambio más amplio a nivel mundial hacia el nacionalismo y el alejamiento de los derechos de las minorías.
El diplomático portugués mencionó algunos ejemplos de las restricciones desproporcionadas contra los musulmanes para manifestar sus creencias, límites al acceso a la ciudadanía, la exclusión socioeconómica y la estigmatización generalizada, para luego destacar que la sospecha, la discriminación y el odio absoluto hacia los musulmanes se han elevado a “proporciones epidémicas”.
En este sentido, instó a seguir impulsando políticas que respeten plenamente los derechos humanos y la identidad cultural y religiosa de dichas comunidades. “Como nos recuerda el Sagrado Corán: las naciones y tribus fueron creadas para conocerse entre sí. La diversidad es una riqueza, no una amenaza”, subrayó.
El Día Internacional para Combatir la Islamofobia, promovido por la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), se proclamó después del ataque del 15 de marzo de 2019 a dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, donde 51 fieles musulmanes murieron y otros 49 resultaron heridos.
La discriminación hacia los musulmanes ha aumentado significativamente en los últimos años. A principios de este mes de marzo, se realizó un referéndum islamófobo en Suiza, donde los votantes aprobaron la decisión de prohibir el uso de cualquier prenda que oculte el rostro de las mujeres en público.
Además, la Cámara Baja del Parlamento francés aprobó en febrero un controvertido proyecto de ley que vulnera la libertad religiosa y estigmatiza a los musulmanes, endureciendo las reglas sobre la financiación de mezquitas, asociaciones y organizaciones no gubernamentales pertenecientes a los fieles de esta religión.
La islamofobia en Francia es una realidad. Las agresiones son más frecuentes contra los musulmanes que contra los que no lo son, y esta situación se degrada desde hace años y nadie ha hecho nada para evitarlo.
Todas estas acciones han provocado una ola de condenas por parte de musulmanes y activistas de todo el mundo.