Los palestinos han salido a las calles de la ciudad de Ramalá, ubicada en el norte de la ocupada Cisjordania, para manifestarse en contra de la visita del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, a esta urbe.

Los descontentos han portado durante las marchas ataúdes con los nombres y las fotografías de los niños martirizados durante las recientes ofensivas del régimen de Israel contra la Franja de Gaza. Es más, coreando “EE.UU. es la cabeza de la serpiente”, los indignados han declarado que se oponen a recibir a los “enemigos del pueblo palestino” en su tierra.

“La visita de Blinken es una mascarada de política y diplomacia de mala voluntad en un intento por fragmentar nuestra lucha unificada y afianzar aún más una agenda colonial y capitalista de los colonos que golpea las trincheras del movimiento de liberación”, ha resaltado una portavoz de los manifestantes en un comunicado.

Blinken ha empezado este 25 de mayo su gira por varios países de Asia Occidental y su primera parada ha sido Ramalá a fin de reunirse con el presidente de Palestina, Mahmud Abás, y hablar sobre el alto el fuego y la reconstrucción de la Franja de Gaza tras los brutales bombardeos israelíes.

Desde el inicio del sagrado mes de Ramadán ―mes del ayuno para los musulmanes―, la ocupada ciudad de Al-Quds (Jerusalén) fue escenario de una violencia sin igual de parte de la policía y de los colonos israelíes contra los palestinos. A pesar de que la Resistencia palestina pidió a Israel que cesara sus agresiones, este hizo caso omiso a las advertencias e intensificó sus atrocidades con el lanzamiento de misiles contra la Franja de Gaza.

A este respecto, el pasado jueves, el régimen de Israel anunció que su gabinete había aceptado por unanimidad la recomendación de los funcionarios de seguridad de aprobar, “sin condiciones”, el cese bilateral de las hostilidades con los grupos de la Resistencia palestina en la Franja de Gaza.

El Ministerio gazatí de Salud informó el lunes que la ofensiva sin cuartel emprendida por Israel contra el enclave costero a partir del 10 de mayo se había saldado con la muerte de 253 palestinos, de los cuales 66 eran niños, 39 mujeres y 17 ancianos, además de reportarse 1948 heridos.

Fuente: Hispantv