Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá

Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá

Por: Aiatul-lah Muĥammad Ṣâdiq Naӱmî

 

Annur TV
Friday 29 de Oct.

En respuesta a Ibn ‘Abbâs y ‘Abdullah Ibn Ẕubaîr

يَا ابْن العَمِّ اِنَّى وَاللّه لاَعْلَمُ اَنَكَ ناصِحٌ مُشْفِقٌ وَ قَدْ اَزْمَعْتُ عَلَى الْمَسير ... وَاللّه لايَدَعُونى حَتّى يَسْتَخْرِجُوا هذِهِ الْعَلَقَةَ مِنْ جَوفى فَاِذا فَعَلُوا سَلَّطَ اللّهُ عَلَيْهِمْ مَنْ يُذِلّهمْ حَتّى يَكُونُوا اَذَلَّ مِن فِرامِ الْمَرْاءَة

 Îa bna ‘ammi ꞌinnî ûal-lahi lâ ꞌa’lamu ꞌannaka nâṣiĥun mustfiqun ûa qad ꞌaẕma’tu ‘alá-l-masîr…ûal-âahi lâ îad’ûnî ĥattâ îastajriӱû hâḏihi-l-‘alaqata min ӱaufî faꞌiḏâ fa’alû sal-laṭa Al-lahu ‘alihim min îuḏil-lihim ĥattâ îakûnû ꞌaḏal-la min firâm al marꞌah.[1]

Explicación de vocablos:

Mushfiq, مُشْفِقٌ : ‘que tiene piedad y buena intención’.

 ̍Aẕma’tu, اَزْمَعْتُ : (de la raíz ẕama’a y ẕamma’a), ‘me decidí’, ‘estoy decidido a’.

Sugerencias al Imam en oposición a la iniciativa de esta eminencia

Así como hemos señalado anteriormente, cuando el Imam Ĥusaîn informó su traslado hacia Irak, algunos se opusieron a este viaje y le sugirieron que se abstenga de continuar su camino. El argumento de todos los “consejeros y pronosticadores” era el espíritu infiel que dominaba al pueblo de Kufa. Todos, unánimemente, creían que la gente de Kufa era buena para recibir, pero mala para despedir. Todos ellos preveían que este viaje culminaría con el martirio del Imam y la prisión de su familia. Pero la realidad es que, aunque la previsión haya sido correcta, ellos miraban solo una dimensión de esta cuestión, y esta consistía en impedir el martirio del Imam -que, según la opinión de ellos y de cada musulmán, este martirio significaría el fracaso de los musulmanes-. No obstante, el Imam observaba el otro lado de la cuestión que consistía en el contenido de decenas de aleyas del Corán que con todo énfasis ordenan la lucha a los musulmanes.

Sí, el Imam (la paz sea con él) recitaba esta aleya:

Ha sido decretado para vosotros el combate, aunque os disguste. Puede que algo os disguste y, sin embargo, sea un bien para vosotros, Y puede que algo os agrade y sea un perjuicio para vosotros. Dios sabe y vosotros no sabéis. (Sagrado Corán, 2:216).

Los que creen combaten por la causa de Dios y los que no creen combaten por la causa de los tiranos. (Sagrado Corán, 4:76)

 Y luego estudiaba el tema y concluía de la siguiente forma:

Ahora, ¿quién es el mejor compañero y ayudante de Satanás sobre la Tierra? Obviamente, Îazîd y sus secuaces. Y la lucha contra él pesa sobre mí más que sobre cualquier otro, pues soy el Imam de la comunidad y el custodio del Islam.

Por lo tanto, les dijo a sus compañeros en su discurso, explícitamente, “cualquiera de vosotros que esté dispuesto a ofrecer su sangre en nuestro camino- en exaltar la verdad- y esté preparado para el martirio y encontrarse con Su Señor, entonces que se prepare para marchar”.

Un grupo de ellos -que tenían esta preparación y no les importaba el mundo y se alejaban de la vida mundanal- respondieron a su convocatoria y se unieron a su caravana.

Pero, al igual que cualquier movimiento simple y fundamental, algunos otros musulmanes, e incluso algunas personalidades destacadas, no sólo no respondieron en forma positiva al llamado del Islam -y por ello fueron privados de esta gran bendición-, sino que se opusieron al movimiento del Imam, pues no entendían la esencia de su elección y lucha.

En la ciudad de Meca y a lo largo del camino hasta llegar a Karbalá, trataron de impedir al Imam su marcha, aconsejándole y manifestando que deseaban lo que fuese más conveniente para él. En algún momento, ellos apelaron a la fuerza.

Estos grupos estaban conformados por personas allegadas y no allegadas al Imam, e incluso algunos enemigos.

Naturalmente, la oposición de los amigos fue con buena intención y por amor al Islam y para resguardar la vida del Imam; y la oposición de los enemigos era por servir a Îazîd e impedir cualquier movimiento en contra de él.

De todas formas, estas propuestas comenzaron en Medina y durante la estadía del Imam en la Meca- cuando esclareció su postura- y durante su camino hacia Karbalá, reiteradas veces las propuestas fueron planteadas al Imam. En este libro sólo exponemos algunas de las respuestas que él dio.

Propuesta de ‘Abdul-lâh Ibn ‘Abbâs al Imam (la paz sea con él)

Una de las personas que luego del anuncio de la marcha del Imam lo visitó y le propuso no marchar fue ‘Abdul-lâh Ibn ‘Abbâs. Él comenzó su alocución con la siguiente frase:

Oh, primo: yo trato de ser paciente, pero no puedo serlo ante tu partida, temo que martirices en este viaje y tus prisioneros queden en manos de tus enemigos pues la gente de Irak no es fiel en sus pactos y no se debe confiar en ellos.

Luego agregó:

Debido a que tú eres el señor y reverenciado de Ĥiӱâẕ y respetado por los habitantes de Meca y Medina, según mi opinión, lo mejor para ti es que permanezcas en Meca y si los iraquíes, realmente, te quieren y se oponen al gobierno de Îazîd, que en primer lugar echen al gobernador de Îazîd de su ciudad y recién luego marcha hacia ellos.

Agregó:

Si tienes intención de salir de Meca, lo mejor sería que marches hacia el Yemen porque además de que tu padre, el príncipe de los Creyentes, tiene muchos partidarios, es una zona extensa y posee sólidas fortalezas y elevadas montañas que están alejadas y podrías seguir tus actividades lejos del poder del gobierno y convocar a la gente a través de cartas y mensajes y tengo esperanza de que, de esta forma, llegues a tu objetivo sin sufrimientos.

Respuesta del Imam a ‘Abdul-lâh Ibn ‘Abbas

El Imam (la paz sea con él) en su respuesta dijo: “Îa ibn ‘am…” (“Oh, primo hermano…”)

Traducción del texto completo:

¡Oh, primo mío! Por Dios, sé que tu propuesta es por tu buena intención y tu amor y afecto hacia mí, pero yo ya he decidido marchar hacia Irak.

Ibn Abbâs, al oír esta respuesta, se dio cuenta de la férrea decisión que había tomado el Imam y supo que cualquier propuesta al respecto no surtiría efecto. Por lo tanto, dijo: “Si es que ya has decidido viajar, no lleves contigo a las mujeres y niños, ya que temo que te maten frente a sus ojos”. El Imam respondió: ¡Oh, primo! He decidido llevar conmigo a toda mi familia”.

Conclusión: de esta conversación se esclarece la fe del Imam Ĥusaîn para llevar a cabo su objetivo, así como su firmeza en el liderazgo y marcha hacia su meta porque, aunque cree en el juicio y buena intención de su primo Ibn ‘Abbas al mencionarle todos los obstáculos y problemas del camino, exactamente, en su respuesta dice: “A pesar de tantos problemas, yo avanzaré en este camino.”

Y cuando Ibn ‘Abbas le nombra a las mujeres y niños, sigue hablando de su postura categóricamente. Este es el concepto real del Imamato y el liderazgo que destruye todos los cálculos frente a la responsabilidad que le pesa. Y, por el contrario, considera a todo aquello que los demás consideran que son problemas como puntos fundamentales que fortalecen esta decisión.

Esto fue una de las propuestas opuestas a la visión del Imam. Mencionaremos otras propuestas en los siguientes capítulos.

En respuesta a ‘Abdullah Ibn Ẕubaîr

اِنَّ اَبِى حَدَّثَنِى اَنَّ بِمَكَّةَ كَبْشاً بِهِ تُسْتَحَلُّ حُرْمَتُها فَما اُحِبُّ اَنْ اَكُونَ ذلِكَ الْكَبْشَ وَلِئنْ اُقْتَلْ خارِجاً مِنْها بِشِبْرٍ اَحَبُّ اِلَىَّ مِنْ اَنْ اُقْتَلَ فيها وَلَئنْ اُقتَلْ خارِجاً مِنْها بِشِبْرَيْنِ اَحَبُّ اِلَىَّ مِنْ اَنْ اُقْتَلَ خارِجاً مِنْها بِشِبْرٍ وَاَيْمُ اللّه لَوْ كُنْتُ فى جُحْرِ هامَّة مِنْ هذِهِ الْهَوامِّ يَسْتَخْرِجُونى حَتّى يَقْضُوا بى حاجَتَهُمْ وَاللّه لَيَعْتَدُنَّ عَلَىَّ كَما اعْتَدتِ الْيَهُودُ فِى السَّبْتِ

… يَا ابْنَ الزُّبَيْرِ لَئِنْ اُدْفَنْ بِشاطِئِ الْفُراتِ اَحَبُّ اِلَىَّ مِنْ اَنْ اُدْفَنَ بِفناءِ الْكَعْبَةِ

… إنَّ هذا يَقُولُ لى كُنْ حَماماً مِنْ حَمامِ الْحَرَمِ وَلئنْ اُقْتَلْ وَبَيْنِى وَبَيْنَ الحَرَمِ باعٌ اَحَبُّ اِلَىَّ مِنْ اَنْ اُقْتَلَ وَبَيْنِى وَبَيْنَهُ شِبْرٌ وَلَئِنْ اُقْتَلْ بِالطَّفِّ اَحَبُّ اِلَىَّ مِنْ اَنْ اُقْتَلَ بِالْحَرِم اِنَّ هذا لَيْسَ شَىْءٌ مِنَ الدُّنْيا اَحَبَّ اِلَيْهِ مِنْ اَنْ اَخْرُجَ مِنَ الْحِجازِ وَقَدْ عَلِمَ اَنَّ النّاسَ لا يَعْدِلُونَهُ بى فَوَدَّ اَنِّى خَرَجْتُ حَتّى يَخْلُو لَهُ

ꞌInna ꞌabî ĥaddazanî ꞌanna bimakkata kabshân bihi tustaĥal-lu ĥurmatuha, famâ ꞌuĥibbu ꞌan akûna ḏâlikal kabsha ûa laꞌin ꞌuqtal jâriӱan minhâ biṣibrin ꞌaĥabbu ꞌilaîîa min ꞌan ꞌuqtala fîha, ûalaꞌin ꞌuqtal jâriӱan minhâ bishibrain ꞌaĥabbu ꞌilaîîa min ꞌan ꞌuqtala jâriӱan minhâ biṣibrin ûa ꞌaimul-lah lau kuntu fî ӱuĥrin hâmmatin min hâḏihil hauammi îastajriӱûni ĥatâ îaqḋû bî ĥâӱatahum. Ûal-lâhi la ia’tadunna ‘alaîîa kamâ i’tadati al-iahûdu fî -ssabte… Ia bna -Ẕẕubair, laꞌin ꞌudfan bishâṯi ̍il furâti ꞌaĥabbu ꞌilaîîa min ꞌan ꞌudfana bifinâꞌil ka’bah…

…Inna hâḏâ îaqûlu lî kun ĥamâman min ĥamâmil-ĥarame ûa laꞌin ꞌuqtal ûa bainî ua bainal ĥarami bâ’un ꞌaĥabbu ilaîîa min ꞌan ꞌuqtala ûa bainî ûa bainahu shibrun ûa laꞌin ꞌuqtal biṯṯaffi ꞌaĥabbu ꞌilaîîa min an ꞌuqtala bilĥaram.

…ꞌInna haḏa laisa shaiꞌun mina-ddunia ꞌaĥabba ꞌilaihi min ꞌan ajruӱa minal Ĥiÿâẕi ûa qad ‘alima ꞌanna-nnâsa la ia’dilûnahu bî faûadda ꞌannî jaraӱtu ĥattâ îajlûa lahu.[2]

Explicación de vocablos:

Kabsh, كَبْشَ : ‘oveja macho’.

Shibr, شِبْرٍ : ‘medida de longitud que consiste en la distancia que hay entre el dedo índice y el pulgar de la mano’.

Ÿuĥr, : جُحْرِ‘nido de animales debajo de la tierra’.

Hauâmm, هَوامِّ : (pl. de hamma), ‘seres vivos con motilidad’.

E’tidâ, اِعتداء  : ‘violar un derecho’.

shâṯiꞌul furât, شاطِئِ الْفُراتِ : ‘a la orilla del Éufrates’.

Finâꞌ, فناءِ : ‘umbral’.

Ĥamâm,  حَمامِ: ‘paloma’.

Bâ’, باع : ‘medida de longitud que es la distancia que existe entre la punta de los dedos de una mano respecto a los de la otra mano cuando tenemos los brazos extendidos y en forma horizontal respecto a nuestro cuerpo.

Traducción y explicación:

Otra de las personas que le propuso a Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él) desistir de su viaje a Irak fue ‘Abdul-lâh Ibn Ẕubaîr. Él, que era uno de los opositores al gobierno de Îazîd, tal como hemos mencionado anteriormente, salió de Medina y se refugió en Meca.

Luego de la entrada del Imam a Meca, todos los días y, a veces día por medio, visitaba al Imam al igual que otros musulmanes. Cuando supo de su decisión, lo visitó y simuló la propuesta de que desista de viajar. Según lo transmitido por [historiadores] Balâḏurî y Ṯabarî, la propuesta de Ẕubaîr era ambigua, debido a que dijo: Oh, hijo del Enviado de Dios, si yo hubiera tenido, al igual que usted, partidarios en Irak, hubiera preferido ese lugar antes que cualquier otro punto de la Tierra”.

Ibn Ẕubaîr, para que no piensen mal de él continuó de la siguiente forma:

Pero igualmente, si resides en Meca y quieres seguir con tu Imamato y liderazgo sobre los musulmanes en esta ciudad, nosotros también te juramos fidelidad y dentro de nuestras posibilidades no te privaremos de apoyo y colaboración.

El Imam dijo:

Ciertamente, mi padre me anunció que por la existencia de una oveja en Meca le faltarán el respeto (a esta ciudad sagrada) y no quiero ser yo esa oveja (no quiero ser el motivo que provoque cualquier insulto a la casa de Dios).Por Dios que ser asesinado un shibr (unos centímetros) más allá de Meca es mejor para mí a que me maten dentro de ella. Y si me matan dos shibr más allá de Meca es mejor para mí a ser asesinado a un shibr de Meca.

El Imam continuó:

Por Dios que si estuviese en un nido subterráneo me sacarían de él para que con mi martirio y con mi asesinato lleguen a su objetivo. Por Dios, que de la misma forma que el pueblo judío quebrantó el respeto al día sábado (símbolo de unidad y cercanía a su Señor), ellos violarán mis derechos”.Luego dijo: “Oh, hijo de Ẕubaîr, ser enterrado junto al Éufrates es mejor para mí que ser enterrado en el umbral de la Ka’bah.

Según lo transmitido por Ibn Qûleûâîh, una vez fuera de la reunión con Ibn Ẕubaîr, el Imam, dijo:

Ciertamente que “este” me dice sé paloma de este ĥaram (territorio sagrado alrededor de la ka’bah) pero, por Dios, que si me mataran a un ḏar’ (dos palmas de la mano) más allá de ese lugar, es más amado para mí a que me asesinen a un shibr (una palma) de allí. Y si me matan en Ṯaf (otro nombre para la tierra de Karbalá), es más amado para mí a que me maten en este lugar.

Según lo transmitido por Ṯabarî y Ibn Azîr, luego de la salida de Ibn Ẕubaîr, el Imam dijo a sus compañeros: “Él (aunque aparentemente muestra interés para que yo permanezca en Meca) tiene mayor interés en que me vaya del Ĥiӱâẕ, porque sabe que con mi presencia nadie le prestará atención”.

Conclusión: el Imam (la paz sea con él), en esta conversación, no planteó los antecedentes de Ibn Ẕubaîr, su posición frente al gobierno del Imam ‘Alî (la paz sea con él) y la guerra de Basora -que se creó para aniquilar la personalidad del Imam ‘Alî (la paz sea con él)-, guerra en la que Ibn Ẕubaîr fue uno de los pilares y principales protagonistas. No dijo nada al respecto, pero en medio de su alocución se planteó a sí mismo su propio futuro y el de Ibn Ẕubaîr.

El Imam respecto a su propia situación dijo: “Ya sea que esté en Meca o en cualquier otro lugar, aunque me encuentre en el nido de un pájaro, el aparato del gobierno no me dejará en paz y mi diferencia con este no es conciliable, porque ellos quieren de mí algo que, de ninguna manera, iré bajo el ala de tal requerimiento y yo quiero de ellos algo que no están dispuestos a aceptar”.

El Imam, en su alocución, habló de “Shâṯi ̍il-furât” y “Ṯaf” que son de gran importancia y envergadura, y también le advirtió a Ibn Ẕubaîr: “Mi padre ha dicho: “Para no faltar el respeto a la casa de Dios, y porque se quebrantaría la sacralidad de este lugar, y para que no sea yo quien falte el respeto, y debido a que el derramamiento de mi sangre no sea el insulto más pequeño a la Ka’bah y sus alrededores, es que me voy de esta ciudad y para proteger el respeto del lugar sagrado y de la Ka’bah, si soy matado a una palma más lejos de esta Casa sagrada, aún es mejor a que sea matado dentro de ella. Tú tampoco deberías estar satisfecho del futuro para proteger tu ser convirtiéndote en una paloma de este lugar sagrado poniendo a la Casa de Dios como tu escudo propio y provocar la falta de respeto a la casa de Dios””.

El cumplimiento de la previsión del Imam

Pero Ibn Ẕubaîr no se percató de las palabras y advertencias del Imam y provocó que, en un futuro no tan lejano, trece años después, la casa de Dios sea atacada con piedras, y sea víctima de incendios y destrucción. De este modo, la previsión del Imam ‘Alî y del Imam Ĥusaîn (la paz sea con ambos) se hizo realidad.

La primera vez (tres años después del martirio del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él), el día 3 de Rabî’ul aûûal del año 64 de la hégira), el ejército de Îazîd, luego de la guerra de Ĥarrah- que provocó la matanza y saqueo de la gente de Medina-, marchó hacia la Meca y, cuando Ibn Ẕubaîr no se avino a brindarle el juramento de fidelidad a Îazîd y sitió esta ciudad, al ver que Ibn Ẕubaîr se había refugiado en la Ka’bah para proteger su vida, el ejército estrechó el cerco y, desde la cima de la montaña de Abû Qubaîs, arrojaba las piedras utilizando la catapulta y también telas encendidas adentro de la Ka’bah. A raíz de este ataque, se destruyó parte de esta Casa Sagrada y se quemaron sus cortinas, su techo y los dos cuernos del cordero que había descendido del paraíso para ser sacrificado en lugar del profeta Ismael. En medio de este ardiente ataque, llegó a la Meca la noticia de la muerte de Îazîd, entonces, su ejército se dispersó. Luego, Ibn Ẕubaîr, arregló la casa de Dios y renovó su estructura.

La segunda vez, luego de la muerte de Îazîd: esta vez Ibn Ẕubaîr convocó a la gente a que le juren fidelidad. Gradualmente, un grupo le juró fidelidad hasta que, en el año 73 de la hégira, durante el califato de ‘Abdul Mâlek, el gobernador Ĥaӱӱâӱ Ibn Îusuf, fue encargado de derrocar a Ibn Ẕubaîr.

Él, con miles de personas, otra vez sitió la ciudad de Meca. En este estado de sitio, que duró unos meses, Ibn Ẕubaîr se refugió en la Ka’bah. Finalmente, por orden de Ĥaӱӱâӱ, la mezquita sagrada fue atacada con piedras desde cinco puntos de la ciudad, valiéndose de catapultas, dejando como saldo, grandes destrozos en la Ka’bah. Según algunos autores, esta fue destruida completamente y Ibn Ẕubaîr fue asesinado y Ĥaӱӱâӱ Ibn Îusuf, renovó la construcción de la Ka’bah.[3]

Poner al islam como escudo y ser escudo para el islam

Una conclusión importante que se deduce de la conversación del Imam con Ibn Ẕubaîr y de la comparación entre el método utilizado por el Imam y la conducta de Ibn Ẕubaîr, es distinguir las particularidades de los levantamientos y luchas a lo largo de la historia de cada uno, donde es  posible que dos personalidades, en una misma sociedad y  ámbito, se autoproclamen luchar contra la injusticia y opresión, y que ambos hayan comenzado su lucha desde Medina y en el curso de la misma lucha dirigirse a Meca[4], pero el transcurso del tiempo y con el cambio de la situación, se demuestra que uno pone a la Ka’bah como su escudo para proteger su propia vida persiguiendo sus ambiciones y resguardar su jerarquía, y el otro se pone a sí mismo y a toda su familia como escudo para proteger la Ka’bah.

Uno sacrifica al Islam para proteger su propia persona y el otro se sacrifica a sí mismo por el Islam. Finalmente, uno convoca a la gente hacia sí, y el otro convoca a la gente hacia Dios. Y este es un punto muy delicado y preciso, a la vez de ser una diferencia básica, pues, ha sido un factor de equivocación de los individuos en distintas épocas, debido a su ingenuidad y superficialidad, sin poder diferenciar la verdad de la falsedad.

Las diferencias que, a veces, los Ibn Ẕubaîr tenían con los Îazîd, ¿qué metas perseguían? Y la oposición que tenían los Ĥusaîn con los Îazîd, ¿qué metas perseguían? -siendo que ambos, aparentemente, estaban en contra de los Îazîd y sus partidarios y luchaban a favor del islam-.

Si los Ibn Ẕubaîr eran veraces en sus fundamentos y luchaban para defender al islam -y no para resguardar su posición personal y de dirigencia-, deberían haberse apresurado para luchar contra el enemigo antes que los Ĥusaîn, y no convertirse en palomas de este lugar Sagrado, queriendo alejar al Imam del lugar, sabiendo que con la existencia del Imam Ĥusaîn en la tierra del Ĥiӱâẕ, nadie les daría importancia. Entonces, el objetivo verdadero de los Ibn Ẕubaîr y de su lucha, era llegar a la dirigencia y atraer la atención de la gente y su explotación, manteniéndola en la ignorancia.

La conducta de Ibn Ẕubaîr

La conducta de los Ibn Ẕubaîr durante sus vidas también puede esclarecernos la esencia de su oposición y la verdad de su enfrentamiento con los Îazîd: mientras que debido a su oposición, un día, Ibn Ẕubair huye de Medina y se refugia en Meca por un tiempo; otro día, -exactamente, en momentos en que ‘Alî (la paz sea con él) intenta rescatar a los musulmanes del dominio de los ‘Uzmân y las humillaciones del pasado, y salvar al Islam de cualquier desvío, cortando las manos de los saqueadores y ladrones del tesoro público-, el mismo Ibn Ẕubaîr se convierte en refugio de los traidores hipócritas (munâfiqîn), y de quienes rompieron el pacto con el Imam (Nâkizîn), y de quienes salieron de su religión (Mâriqîn) por desobedecer al Imam [estos últimos son conocidos como Jauâreӱ], conformando un partido y preparando los preliminares de un complot en la misma ciudad de la Meca, para ser implementado luego, en una ciudad lejana llamada Basora- ciudad de pecado y sublevación-, sirviéndose de grupos opositores, gobernadores depuestos[5] y musulmanes inconscientes[6], quienes se pronunciaron formalmente en guerra en contra del gobierno del Imam ‘Alî (la paz sea con él). En nombre del islam y bajo la bandera de “musulmanes oprimidos”, se levantaron en contra del propio Islam fomentando disturbios. Y dado a que los brillantes antecedentes del Imam ‘Alî en la defensa del Islam, por sí solo, eran un escudo frente a cualquier rótulo, ellos, con el fin de derrocar su gobierno, plantearon dos temas que, aparentemente, no se oponían a su persona, pero en realidad, resultaron ser el golpe más fuerte en su contra, alegando los siguiente:

Un motivo fue vengar la sangre de ‘Uzmân, pues decían que su sangre fue derramada por las personas que rodeaban a ‘Alî (la paz sea con él) y por ello, ‘Alî, no sólo debía alejar a todos sus partidarios, por ejemplo, Mâlek Ashtar y ‘Ammâr, sino que debía apresarlos y entregárselos.

Pero, el segundo motivo fue el planteo del término dulce y engañador de “libertad”, “soberanía nacional” y “condena al “despotismo” del gobierno el Imam ‘Alî (la paz sea con él) y a su  “monopolio”. Estos decían: “Nosotros, con la persona de ‘Alî no tenemos enemistad, pero él debe dejar el gobierno y permitir que esta nación de musulmanes, lejos de cualquier condición y atadura, pueda elegir con total libertad a cualquier persona que quiera gobernar y liderar”.

El rol de ‘Abdul-lâh Ibn Ẕubaîr en la guerra de Ÿamal

Lo que la historia cuenta acerca de Ibn Ẕubaîr es que encendió el fuego de la guerra de Ÿamal. A través de una mentira a ‘Âꞌishah, que la hizo dudar en continuar su viaje camino a Basora, la obligó a comenzar la guerra. Hizo lo mismo con su padre “Ẕubaîr”, que estaba a punto de arrepentirse y desertar de la guerra, pero lo incentivó a participar de la guerra en contra del Príncipe de los Creyentes (la paz sea con él), Imam y líder de los musulmanes.

Ibn Qutaîbah dice:

Camino a Basora, en un lugar llamado Ĥaû ̍ab, ‘Aishah, al escuchar el ladrido de unos perros, preguntó: ¿Cuál es el nombre de este lugar? Le dijeron: “Ĥaû ̍ab”. ‘Âꞌishah dijo: “Entonces, debemos volver desde aquí mismo a Medina, porque escuché al mensajero de Dios (la paz sea con él y su descendencia) decir: “Los perros de Ĥaû ̍ab ladrarán a una de mis mujeres”. En ese momento se dirigió a mí y me dijo: “’Aꞌishah, no vaya a ser que esa mujer seas tú”.

‘Abdul-lâh Ibn Ẕubaîr, debido a que estaba informado de este asunto fue a ‘Âishah, le juró y recordó que ese lugar no era Ĥaû ̍ab, sino que había sido la noche anterior que habían pasado por esa región. Para infundirle seguridad a ‘Â’ishah, obligó a algunos de los soldados a que testimonien para aseverar esta mentira y, de este modo, hacer desistir a ‘Â’ishah de regresar a Medina.[7]

Según lo transmitido por Ṯabarî[8], cuando Ẕubaîr se arrepintió de su medida, después de la orientación que le brindó el Príncipe de los creyentes y decidió desistir de la guerra, le dijo a su hijo Abdul-lâh: “Yo he venido a este viaje sin conocimiento y conciencia, y ahora estoy arrepentido”. ‘Abdul-lah dijo: “Papá, no es así, tú has partido desde Medina con total conocimiento y consciencia, pero la cantidad del ejército de ‘Alî y el temor a la muerte te hacen pensar esto”.

Ẕubaîr dijo: “‘Abdul-lâh, ¡ay de ti, yo he jurado no luchar contra ‘Alî!”

‘Abdul-lâh dijo: “Oh, padre, esto no es importante, rompe tu juramento y libera a tu esclavo Serӱîs como expiación”.

Y con esta artimaña ‘Abdul-lâh logró estimular a su padre a oponerse al príncipe de los creyentes y a luchar en su contra, e incluso obviar su relación de parentesco con el Imam ‘Alî, quien era primo materno de Ẕubaîr y, a su vez, Ẕubaîr era hijo de Ṣafîah que era prima del príncipe de los creyentes.

Es por ello que el Imam ‘Alî (la paz sea con él) dice:

Mâ ẕâlaz- Ẕubaîru raӱulan minnâ Ahlal Bait, ĥattâ nashaa ibnuhul mash’umu ‘Abdul-lâh.

Ẕubaîr, era uno de nosotros, de Ahlul Bait, hasta que su nefasto hijo creció e hizo que entre nosotros nos enemistemos.[9]

A pesar de este complot traicionero de Ibn Ẕubaîr, culminó con el derrame de sangre de treinta mil musulmanes[10] y la victoria del Príncipe de los creyentes. No se debe olvidar que el mismo complot fue el punto de partida de la batalla de Siffîn y Nahraûân. El martirio del Príncipe de los creyentes también fue uno de los nefastos efectos de este complot.

Conclusión: los “Ibn Ẕubaîr”, a pesar de que no se someten a los gobiernos de los “Îaẕîd”, con el fin de defender sus ambiciones e intereses personales y engañar a las masas, luchan con toda su fuerza para derrocar al gobierno ‘Alaûî (gobierno veraz). En toda oportunidad, demuestran su alegría manifestando su enemistad con la familia del Profeta. Es por ello que, Ibn Ẕubaîr, a pesar de que se vio a sí mismo como el único protagonista en el escenario político de la Meca, que estaba vacío en ese momento y que representaba su mayor anhelo, siguió su complot contra la familia del Profeta. De este modo, en el momento de su liderazgo en Meca, durante un periodo de tiempo, entre el gobierno de Îazîd y Abdul Mâlik, en la juṯbah (sermón) de la oración del día viernes, se abstenía de nombrar al Profeta Muĥammad (la paz sea con él) y justificaba esto de la siguiente manera: “Puesto que el Profeta tiene unos parientes malos y deshonestos, que se enorgullecen nombrando al Profeta, yo me abstengo de nombrarlo para romper su orgullo”.[11]

 

Extraído del libro: Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) Desde Medina hasta Karbalá

Editorial Elhame Shargh

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[1] DÎNAÛARÎ, A.H., Ajbâruṯ-tiûâl, p.361; ṮABARÎ, M., Târîj, “Ĥaûâdeze Sâl 61”; IBN AZÎR, ‘Îẕẕu-ddîn, Kâmel fî târîj, t. III, p. 276.

[2]BALAḎURÎ, Aĥmad Ibn Îaĥîâ, Ânsâbul  ashrâf, t. III, p. 164; ṮABARÎ, M., Târîj, “Ĥaûâdeze Sâl 61”; IBN AZÎR, ‘Îẕẕu-ddîn, Kâmel fî târîj, t. III, p. 276; IBN QÛLEÛAÎH, A., Kâmilu-ẕẕiârât, p. 72

[3] IBN AZÎR, ‘Îẕẕu-ddîn, Kâmel Kâmel Ibn Azîr, Al bedâia ua Nehâia ûa târîj julafa (Resumen).

[4] O ambos fuesen encarcelados.

[5]  Por ejemplo, según lo transmitido por Ṯabarí, Îa’lî Ibn Umaîîah, el gobernador de ‘Uzmân en Yemen quien había sido depuesto en el gobierno del Imam ‘Alî (la paz sea con él), con inmensa riqueza y cuatrocientos camellos, entró a Meca para ayudar a los sublevados de Basora.

[6] Según Ṯabarî, t. V, p. 12 los individuos pertenecientes a la tribu de Aẕud en Basora, tomaban el estiércol del camello de ‘Âꞌishah para tomar bendiciones de este y lo pasaban de mano en mano. Lo olían y decían “¡Oh, huele a almizcle!”.

[7] DÎNAÛARÎ, Ibn Qutaîbah, Al imâmah ûas-siâsah, t. I, p. 63.

[8] ṮABARÎ, M., Târîj, “Ĥaûâdeze Sâl 36” t.III, p. 41.

[9] ÎBN ABÎ ṮÂLIB, ‘Alî, Nahÿul Balagah, breves frases, nro. 453.

[10] ÎA’QÛBÎ, Abul ‘Abbâs, Târîj Îa’qûbî, “La guerra de Ÿamal”.

[11] MAS’ÛDÎ, ‘Alî îbn Ĥusaîn, Muruӱuḋ-ḋahab, t. III, p. 88. Para mayor información sobre las acciones de Ibn Ẕubaîr, cfr: NAŸMÎ, Muĥammad Ṣâdiq y HARÎSÎ, Do târîj hamegûn.

 

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