Opinión

El viejo guión imperialista: Demonizar la revolución Sandinista y desconocer la victoria de Daniel Ortega

El viejo guión imperialista: Demonizar la revolución Sandinista y desconocer la victoria de Daniel Ortega

Las “políticas de paz, seguridad y democracia” son el eterno eslogan de las acciones injerencistas de EE.UU en el mundo, más aún cuando se trata de su “patio trasero”; pues “América para los americanos” (Doctrina Monroe 1823) sigue más vigente que nunca,ya que anunciaron junto con sus halcones europeos que no reconocerán los resultados de las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua, ¿Sorprendente? en absoluto no, ya que su actuar avasallador e impositor no ha cambiado nada desde que colonizaron el territorio americano. Por Roberto Chambi Calle

Roberto Chambi Calle
Monday 01 de Nov.

Roberto Chambi Calle[1]

Vox populi EE.UU es imperialista por esencia, sus más de 800 bases  militares son sólo una muestra de su agresividad barbárica, demostrada por ejemplo en Hiroshima y Nagasaki en donde más de medio millón de Japoneses fueron asesinados el 6 y 9 de agosto de 1945, o para el caso Latinoamericano, el constante atosigamiento y acción militar desestabilizadora contra la soberanía de muchas naciones de la patria grande, mediante golpes de estado directos e híbridos en complicidad de sus logias y movimientos ultra fascistas, quienes sedados por unos dólares ofrecen sus servicios, sus empresas, sus escritos y por sobre todo sus medios de comunicación para fulminar a los gobiernos progresistas del continente.

Augusto César Sandino, el héroe y mártir del proceso revolucionario de resistencia contra el ejército de ocupación “yankee”, fue asesinado por los sicarios de Anastasio Somoza en fiel obediencia a EE.UU en 1934, esa misma lucha de rebeldía y resistencia, hoy está presente y lista para que el 7 de noviembre el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se alce con la victoria.

EE.UU en alianza con la oposición derechista y sus medios corporativos de comunicación, se han dado a la tarea de tirar basura al proceso pre electoral, anunciando con ello que el intento de golpe de estado fallido de 2018 tendrá su continuidad, cuando Daniel Ortega Saavedra sea de nuevo el mandatario nicaragüense. Ante esta realidad EE.UU y su sequito europeo, se alistan afinando el guión para tachar al proceso eleccionario nicaragüense de fraude, sin ni siquiera haberse emitido un solo voto, siendo claro con ello que desconocerán la verdadera democracia, por ende, la soberanía del pueblo nicaragüense.

Estas acciones putrefactas, sin duda serán cubiertas por su alfil en la OEA y es que Luis Almagro y unos cuantos miembros obsecuentes al imperio (Brasil, Chile, Colombia, Uruguay), lanzarán por todos sus medios la narrativa del fraude; así como lo hicieron con el golpe de estado contra Evo Morales Ayma el 10 de noviembre de 2019. Seguramente querrán aplicar -según su interpretación- la Carta Interamericana de la Democracia con el apoyo de todo el sicariato de sus escribanos a sueldo, pues ya lo decía uno de sus maestros, el que fuera ministro de educación popular y propaganda del régimen Nazi en 1933 (actual padre de los Fake news), Paul Joseph Goebbels: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

Los golpes militares del imperio hoy son “suaves e híbridos”, el Continente Latinoamericano ha sido fiel testigo de ello, pues a este no le agrada que sus gendarmes fascistas y ultraderechistas sean despojados de sus riquezas, las cuales después son ofrecidas a su amo, ya que dar salud o educación gratuita al pueblo es incoherente para ellos, porque pesan más los dólares que el bienestar de los seres humanos, por ello el Che decía que el imperio es una bestia.

La carta de Naciones Unidas es clara cuando manifiesta los principios de soberanía y autodeterminación de los pueblos, si ésta no la respeta EE.UU, ¿Qué sentido tiene ser parte de la ONU?, asimismo sus instrumentos jurídicos no son considerados imperando al final el derecho del más fuerte, ya que cuando un estado no acata los deseos de la Casa Blanca, no hay ley suprema, ni principios que la detengan, ¿Por qué? porque esa es su naturaleza, esa es su bestialidad.

Los logros de la Revolución Sandinista bajo el liderazgo de Daniel Ortega han emergido de la conjunción de los miembros del pueblo, no sólo en la cristalización de sus acciones; sino sobre la base de la Unidad y el respeto de las otras ideologías recogidas por el sandinismo, tales como la teología de la liberación o los movimientos obrero campesinos, denotándose que el tejido de la ideología del FSLN no es absolutista sino solidario, pluralista y constructora en el andar.

Los éxitos de su administración gubernamental no son muy difundidos por los medios opositores, quienes como loros brillantes le dicen “dictadura”, al igual que hicieron con el 1er presidente indígena del Estado Plurinacional de Bolivia, estos sujetos funcionales fustigan los años del gobierno de Ortega, al igual que lo hacían con Morales en Bolivia; pero no dijeron nada cuando Angela Merkel gobernó Alemania por casi 16 años, no decían régimen, ni dictadura…

Nicaragua desde que es gobernada por el sandinismo, mejoró los índices de desarrollo humano, es uno de los países que más redujo el analfabetismo, del 35% al 3%, mejoró el acceso a la salud aumentando la inversión per cápita de 32% a 70%; así como la reducción de la mortalidad infantil de 29 a 11.4 por cada mil nacidos vivos, así mismo fortaleció la presencia de las mujeres, dándoles una igualdad de género llegando su presencia y participación al 58.82%. En suma, el gobierno del FSLN es uno de los que tiene mayor legitimidad y apoyo en el mundo, pues tiene el 60% de aceptación de los nicaragüenses. La lista es amplia y no alcanzarían estas líneas para seguir describiendo la buena administración de Daniel Ortega y su gabinete.

En ese sentido las narrativas de los opositores obsecuentes con la casa blanca, apoyadas por el aparataje de sus empresas corporativas de comunicación interna y externa, en vez de informar con la verdad lo hacen con la falsedad, arguyendo que los opositores son perseguidos, cuando estos son solo personajes funcionales a los intereses de los injerencistas, quienes en desacato a la ley quieren desconocer los marcos judiciales y punitivos del estado, cuando la Constitución y las leyes de Nicaragua señalan su accionar como delitos y traición a la patria; por lo tanto el accionar de los opositores de la ultraderecha fascista están tipificados en la ley 1055 (LEY DE DEFENSA DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO A LA INDEPENDENCIA, LA SOBERANÍA Y AUTODETERMINACIÓN PARA LA PAZ) que señala (art.1): “Los  nicaragüenses  que  encabecen  o  financien  un  golpe  de  estado,  que  alteren  el  orden  constitucional,  que  fomenten  o  insten  a  actos  terroristas, que realicen actos que menoscaben la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, que inciten a la injerencia  extranjera en los asuntos internos, pidan intervenciones militares, se  organicen  con financiamiento de potencias  extranjeras  para ejecutar  actos  de  terrorismo  y  desestabilización,  que  propongan  y  gestionen  bloqueos  económicos,  comerciales  y  de  operaciones  financieras  en  contra del país y sus instituciones, aquellos que demanden, exalten y  aplaudan la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y  sus ciudadanos, y todos los que lesionen los intereses supremos de la  nación contemplados en el ordenamiento jurídico, serán “Traidores a  la Patria” por lo que no podrán optar a cargos de elección popular, esto  sin perjuicio de las acciones penales correspondientes establecidas en  el  Código  Penal  de  la  República  de  Nicaragua  para  los  “Actos  de  Traición”, los “Delitos que comprometen la Paz” y  los “Delitos contra  la Constitución Política de la República de Nicaragua”.

La norma jurídica nicaragüense es clara, por ello hoy estos “traidores a la patria”, no pueden presentarse a las elecciones y aun haciéndolo no tienen la legitimidad para hacer frente al gobierno del pueblo, el mismo que este 7 de noviembre dará el respaldo legal y legítimo a sus dignos y verdaderos estadistas, para que estos continúen su lucha frente a los actos injerencistas contra la soberanía del pueblo nicaragüense.

Roberto Chambi Calle

[1] Jurista y analista en RR.II , Universidad “Al Mustafá”, Irán.


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