Roberto Chambi Calle[1]

“¡Escucha Trump!; Estamos cerca de ti, donde ni siquiera puedes imaginar, nosotros somos la nación del martirio, del Imam Husein… ¡Ven!, ¡estamos listos!, tú sabes que el inicio de esta guerra significaría la aniquilación de todas tus fuerzas. Podrías emprender la guerra, pero nosotros seremos quienes la terminaríamos”, respondía el General Soleimani a las amenazas de Guerra del entonces presidente de EE.UU. Donald Trump contra Irán.

Este 3 de enero se conmemora un año más del asesinato del General iraní cometido por  EEUU, “promotor de los Derechos Humanos, la paz y la democracia”, quien bombardeó  la caravana que  escoltaba al general iraní y Abu Mahdi Al Mohandes[2] —comandante  de las fuerzas voluntarias shiíes iraquíes, considerado el responsable adjunto de las Fuerzas de Movilización Popular Iraquí (Al-Hashad Al-Shabi)— en el Aeropuerto de Bagdad en Irak el año 2020, hoy a dos años de su vil asesinato, el pensamiento revolucionario y de resistencia sigue latente  en cada uno de los hombres y mujeres sedientos de justicia; pues él no ha muerto, vive en Palestina,  Irak, Siria, Líbano, Irán; en todos los lugares donde día a día el imperio y su séquito comete actos criminales contra hombres, mujeres y niños a “nombre de la humanidad”.

Las naciones del eje de la resistencia, liderado por el país de los Ayatolas, hasta la fecha no han escatimado esfuerzos para superar las barreras impuestas por la casa blanca y sus socios europeos, en lo que respecta a las sanciones injustamente impuestas, peor aún —en el caso iraní en plena pandemia— presionándolos a que se arrodillen ante el Imperio estadunidense, para luego posesionarse de él, instaurando un gobierno títere , obsecuente y sumiso como fue la monarquía absolutista de Sha Pahlavi antes de la revolución Islámica de 1979.

Pero lo que no sabe o no quiere saber el imperio, es que la lucha del pueblo persa no solo está relacionado con los factores políticos, económicos o sociales, sino, que esta fuerza en su esencia misma  radica en  todas las epifanías y enseñanzas de sus líderes y comandantes  revolucionarios cuando se enfrentaban a la tiranía y la monarquía despótica de la época, por ello es que en varias de las respuestas que dio el general iraní, es notoria esta raigambre del sacrificio y el martirio por las causas justas, en tal sentido si EEUU, sus halcones europeos y sus socios árabes —quienes siguiendo sus pasos como Arabia Saudita que bombardea Yemen, Marruecos que oprime y no reconoce al pueblo Saharaui o el ente Sionista que asesina palestinos, impone muros y cercena su territorio— piensan  que constriñendo y estrangulando  a la República Islámica pueden arrodillarlo, están soñando.

No ha pasado ni un día en donde no esté la presencia de su mártir, pues dice el Corán (3:169): "Y no penséis que están muertos los que han sido matados en el camino de Dios. Al contrario ¡Están vivos! Y sustentados junto a su Señor". Pero no solo lo recuerdan enmarcados en su fe, sino en su accionar, en sus enseñanzas, su patriotismo, su valor, su dignidad y por sobre todo la defensa de su nación, un legado que ha espetado sus fronteras, pues la defensa y la lucha del poderoso General se ha permeado y quedado en varias naciones, ejemplo palmario de ello es Palestina,  y que por tal motivo en 1998 fue nombrado Comandante de las Fuerzas “Al Quds” (Jerusalén en lengua árabe) del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica.

El terrorismo del “Daesh”, Al Qaeda, Frente al Nusra, creados en el caldo de cultivo estadounidense, ha sido el causante de los desastres humanitarios más grandes en Medio Oriente y el mundo, cuyas secuelas han rebasado las fronteras de los países islámicos, siendo paradójicamente un problema para la sociedad internacional por la ola de atentados terroristas del mal denominado “Estado Islámico”, quienes fueron creados por EE.UU tal cual lo señaló Donald Trump cuando manifestó que Obama y Hillary Clinton son sus “cofundadoras”,  —quién además agregó—  “Obama es el fundador del “Daesh”, y (…) que Hillary Clinton es la cofundadora”[3]

Toda esta podredumbre terrorista en Medio Oriente fue erradicada por el General Soleimani y las fuerzas especiales de la Guardia Revolucionaria Iraní, en tal sentido la casa blanca al verse perjudicada y desenmascarada en sus planes injerencistas en Irak y Siria, ordenó asesinar al General iraní el 3 de enero de 2020, queriendo con ello borrar de la mente y los corazones la defensa y lucha de aquel hombre que dignificó a Gaza, Jerusalén y Cisjordania, quién erradicó el terrorismo del “Daesh” en Siria e Irak.

Hoy estos enemigos del eje de la resistencia y los falsos promotores de la paz —con sus medios corporativos: CNN, BBC, ABC, INFOBAE, NBC; etc.…— quieren mostrar las hazañas heroicas del “General de los corazones” como los actos de un terrorista, cuando paradójicamente quienes con sus drones no respetando la soberanía de un estado lo asesinaron en Bagdad, los cobardes aun hoy temen de su presencia; pues cada misil, cada bala, cada tanque, cada avión, así como cada hombre está y estará siempre listo para defender a los sedientos de justicia frente al enemigo opresor, ya que aunque sigan estrangulando al país persa , las fuerzas revolucionarias y la presencia del “Comandante fantasma”, “la persona más poderosa de Oriente Medio”, “la pesadilla de Israel” —como lo denominaba el imperio y el ente sionista— ipso facto darán una respuesta aplastante, porque ellos, “los millones de Soleimanis” no le temen a la muerte, pues éste es un dulce honor cuando se trata de ofrendar la sangre por los condenados y oprimidos del mundo.

Por Roberto Chambi Calle

[1] Jurista, teólogo y ex diplomático Boliviano radicado en la República Islámica de Irán.

[2] Sdenka Saavedra Alfaro: “Abu Mahdi Al-Mohandes y su lucha heroica por el Frente de la Resistencia Islámica”, en https://islamoriente.com/sites/default/files/cckfilefield/magazine/Kauzar/pdf/Revista%20isl%C3%A1mica%20Kauzar%20N%2076%20-%20General%20Qasem%20Soleimani.pdf

[3] Ver más en: https://m.dw.com/es/trump-obama-y-clinton-son-cofundadores-de-estado