Una inspiradora historia de amistad en Gaza
Una inspiradora historia de amistad en Gaza
AnnurTV
Friday 20 de Jan.
"Había oído acerca de un experto mecánico eléctrico automotriz en el barrio. Fui allí para reparar mi coche y por primera vez me encontré con Mansour ", dijo Adli.
Mansour al-Q?r?m, el electricista, "era un joven con mucha energía, educado y con una gran sonrisa. Nos empezamos a acercar el uno al otro, hasta que nos hicimos buenos amigos".
Llegaron a depender el uno del otro, ya que los dos resultaron gravemente heridos en distintos ataques israelíes al año siguiente.
"No teníamos más remedio que creer que, en conjunto, podríamos afrontar nuestro nuevo destino", explicó Adli, ahora de 25 años.
Adli fue el primero de los amigos en resultar herido.
"Estaba caminando cerca de un grupo de niños que jugaban al fútbol en la calle Al-Mansoura en marzo de 2011. De repente, los niños fueron el blanco de un ataque aéreo israelí", señaló Adli. "Traté de ayudarles, pero otro misil golpeó la zona, dejándome con graves heridas".
Adli fue herido durante una semana de extensos ataques aéreos y bombardeos israelíes, junto con el aumento de fuego de cohetes desde Gaza. Catorce palestinos, seis de ellos civiles, murieron y 52 más, la mayoría de ellos civiles incluidos 19 niños, resultaron heridos.
Adli perdió el conocimiento en camino hacia el hospital y los médicos de emergencia pensaron que había muerto. Fue llevado a la morgue y dejado allí hasta que su padre llegó a identificar su cuerpo.
El padre de Adli sintió su respiración.
"Sentía todo pero no podía hacer nada, hasta que escuché los gritos de mi padre", recuerda Adli.
Después de pasar tres días en la unidad de cuidados intensivos del hospital Al-Shifa de Gaza, Adli recuperó la conciencia y se enteró que había perdido su pierna izquierda.
"Al principio, me sorprendió, pero con el tiempo, acepté la realidad y comencé a mirar hacia el futuro", indicó.
Adli finalmente viajó a Egipto para una cirugía que mejoró su condición. Cuando regresó a Gaza, su amigo Mansour está esperando por él.
Mansour visitó a Adli con regularidad y le animó a tener fe y paciencia. "Fue muy difícil ver a mi amigo en una situación de este tipo", explicó Mansour. "No sabía que iba a tener la misma suerte pronto".
Mansour tendría que adoptar el mismo consejo que le había dado a su amigo.
"En 2011, me estaba moviendo constantemente para lograr mis sueños de vida. Tenía mi propio taller después de aprender la carrera de mecánico eléctrico automotriz", explicó Mansour, ahora de 23 años. "Era un joven de 18 años, ambicioso y exitoso".
Todo esto tuvo un revés en agosto de ese año.
"Estaba paseando con algunos de mis vecinos, cerca de la colina de al-Muntar, cuando fuimos atacados directamente durante un ataque aéreo israelí", recordó Mansour. "Estuve en coma durante 10 días y cuando desperté de él, me di cuenta de lo que le había sucedido a mi pierna, además de perder dos de mis dedos."
Mansour resultó herido cuando Israel llevó a cabo unos 30 ataques aéreos entre el 19 al 21 de agosto, asesinando a siete palestinos e hiriendo a más de 30. El fuego palestino de Gaza mató a un civil israelí e hirió a otros seis. Un niño palestino también murió, y otros seis fueron heridos, cuando un cohete disparado desde Gaza cayó por debajo de su objetivo.
Después de meses de tratamiento, Mansour fue dado de alta.
"Un régimen de fisioterapia fue lo me ayudó a recuperar mi flexibilidad muscular, especialmente después del coma", explicó. "Por otra parte, he tenido algunas cirugías en mi pierna y en mi cabeza donde había recibido la munición".
Los dos amigos decidieron permanecer juntos para enfrentar su nueva realidad.
"Sabíamos que todo sería más fácil, siempre y cuando estuviéramos juntos", indicó Mansour. "Lo hago casi todo con Adli."
Adli señaló: "Por suerte, tenemos el mismo tamaño del pie y el mismo gusto en los zapatos. Cuando compramos un par de zapatos, tomo el zapato derecho y Mansour toma el izquierdo. También dividimos el costo".
"Por otra parte, conducimos una motocicleta en conjunto para ir al mercado, al gimnasio, o incluso a la cornisa."
Sus cargas se mantienen, aunque su amistad las hace más soportable.
"Nos tomó algunos meses para creer que podríamos vivir una vida normal otra vez", explicó Adli. "Traté de volver a mi trabajo anterior como vendedor de ropa, pero no podía aguantar las largas horas en la tienda. He estado buscando otro trabajo".
La Autoridad palestina en Cisjordania ocupada paga una suma mensual a los palestinos gravemente heridos por Israel. Pero, de acuerdo con Adli, "No es suficiente, sobre todo porque soy responsable de mi familia."
Para Mansour, quien ya no es capaz de trabajar como eléctrico automotriz, proporcionar oportunidades de empleo para las personas con discapacidad es un deber humanitario y nacional.
"Nadie nos va a contratar, incluso si el trabajo se encuentra en el alcance de nuestras capacidades. No nos rendiremos por nuestra incapacidad. De hecho, todo lo que queremos es participar positivamente en la sociedad".
Los amigos no han podido adquirir las prótesis de sus extremidades. Las prótesis tienen una alta demanda en Gaza, y la lista de espera para para estos accesorios es larga, debido a los repetidos ataques israelíes en el territorio.
"Esperamos una buena oportunidad para viajar a Egipto para obtener las prótesis, a pesar de sus altos precios", dijo Mansour.
Pero hay nuevas alegrías que los amigos son capaces de compartir, junto a los nuevos desafíos.
Ante la insistencia de sus padres, Mansour se casó, y en agosto, él y su esposa recibieron a su primera hija.
"Mi hermosa hija, Zeina, es lo más sorprendente que me ha pasado. Me levanto cada mañana para ver su sonrisa y rezar para que ella tenga un mejor mañana ", dijo.
Adli, que también se casó recientemente y cuya esposa está esperando su primer hijo, mira hacia el futuro, sin olvidar el pasado.
"Hace cinco años, fui declarado muerto en la morgue. Hoy en día, tengo una familia y sueños por lograr. Nunca estaría aquí sin tener a Mansour a mi lado".
Fuente: http://bit.ly/2jwZPvt
"No teníamos más remedio que creer que, en conjunto, podríamos afrontar nuestro nuevo destino", explicó Adli, ahora de 25 años.
Adli fue el primero de los amigos en resultar herido.
"Estaba caminando cerca de un grupo de niños que jugaban al fútbol en la calle Al-Mansoura en marzo de 2011. De repente, los niños fueron el blanco de un ataque aéreo israelí", señaló Adli. "Traté de ayudarles, pero otro misil golpeó la zona, dejándome con graves heridas".
Adli fue herido durante una semana de extensos ataques aéreos y bombardeos israelíes, junto con el aumento de fuego de cohetes desde Gaza. Catorce palestinos, seis de ellos civiles, murieron y 52 más, la mayoría de ellos civiles incluidos 19 niños, resultaron heridos.
Adli perdió el conocimiento en camino hacia el hospital y los médicos de emergencia pensaron que había muerto. Fue llevado a la morgue y dejado allí hasta que su padre llegó a identificar su cuerpo.
El padre de Adli sintió su respiración.
"Sentía todo pero no podía hacer nada, hasta que escuché los gritos de mi padre", recuerda Adli.
Después de pasar tres días en la unidad de cuidados intensivos del hospital Al-Shifa de Gaza, Adli recuperó la conciencia y se enteró que había perdido su pierna izquierda.
"Al principio, me sorprendió, pero con el tiempo, acepté la realidad y comencé a mirar hacia el futuro", indicó.
Adli finalmente viajó a Egipto para una cirugía que mejoró su condición. Cuando regresó a Gaza, su amigo Mansour está esperando por él.
Mansour visitó a Adli con regularidad y le animó a tener fe y paciencia. "Fue muy difícil ver a mi amigo en una situación de este tipo", explicó Mansour. "No sabía que iba a tener la misma suerte pronto".
Mansour tendría que adoptar el mismo consejo que le había dado a su amigo.
"En 2011, me estaba moviendo constantemente para lograr mis sueños de vida. Tenía mi propio taller después de aprender la carrera de mecánico eléctrico automotriz", explicó Mansour, ahora de 23 años. "Era un joven de 18 años, ambicioso y exitoso".
Todo esto tuvo un revés en agosto de ese año.
"Estaba paseando con algunos de mis vecinos, cerca de la colina de al-Muntar, cuando fuimos atacados directamente durante un ataque aéreo israelí", recordó Mansour. "Estuve en coma durante 10 días y cuando desperté de él, me di cuenta de lo que le había sucedido a mi pierna, además de perder dos de mis dedos."
Mansour resultó herido cuando Israel llevó a cabo unos 30 ataques aéreos entre el 19 al 21 de agosto, asesinando a siete palestinos e hiriendo a más de 30. El fuego palestino de Gaza mató a un civil israelí e hirió a otros seis. Un niño palestino también murió, y otros seis fueron heridos, cuando un cohete disparado desde Gaza cayó por debajo de su objetivo.
Después de meses de tratamiento, Mansour fue dado de alta.
"Un régimen de fisioterapia fue lo me ayudó a recuperar mi flexibilidad muscular, especialmente después del coma", explicó. "Por otra parte, he tenido algunas cirugías en mi pierna y en mi cabeza donde había recibido la munición".
Los dos amigos decidieron permanecer juntos para enfrentar su nueva realidad.
"Sabíamos que todo sería más fácil, siempre y cuando estuviéramos juntos", indicó Mansour. "Lo hago casi todo con Adli."
Adli señaló: "Por suerte, tenemos el mismo tamaño del pie y el mismo gusto en los zapatos. Cuando compramos un par de zapatos, tomo el zapato derecho y Mansour toma el izquierdo. También dividimos el costo".
"Por otra parte, conducimos una motocicleta en conjunto para ir al mercado, al gimnasio, o incluso a la cornisa."
Sus cargas se mantienen, aunque su amistad las hace más soportable.
"Nos tomó algunos meses para creer que podríamos vivir una vida normal otra vez", explicó Adli. "Traté de volver a mi trabajo anterior como vendedor de ropa, pero no podía aguantar las largas horas en la tienda. He estado buscando otro trabajo".
La Autoridad palestina en Cisjordania ocupada paga una suma mensual a los palestinos gravemente heridos por Israel. Pero, de acuerdo con Adli, "No es suficiente, sobre todo porque soy responsable de mi familia."
Para Mansour, quien ya no es capaz de trabajar como eléctrico automotriz, proporcionar oportunidades de empleo para las personas con discapacidad es un deber humanitario y nacional.
"Nadie nos va a contratar, incluso si el trabajo se encuentra en el alcance de nuestras capacidades. No nos rendiremos por nuestra incapacidad. De hecho, todo lo que queremos es participar positivamente en la sociedad".
Los amigos no han podido adquirir las prótesis de sus extremidades. Las prótesis tienen una alta demanda en Gaza, y la lista de espera para para estos accesorios es larga, debido a los repetidos ataques israelíes en el territorio.
"Esperamos una buena oportunidad para viajar a Egipto para obtener las prótesis, a pesar de sus altos precios", dijo Mansour.
Pero hay nuevas alegrías que los amigos son capaces de compartir, junto a los nuevos desafíos.
Ante la insistencia de sus padres, Mansour se casó, y en agosto, él y su esposa recibieron a su primera hija.
"Mi hermosa hija, Zeina, es lo más sorprendente que me ha pasado. Me levanto cada mañana para ver su sonrisa y rezar para que ella tenga un mejor mañana ", dijo.
Adli, que también se casó recientemente y cuya esposa está esperando su primer hijo, mira hacia el futuro, sin olvidar el pasado.
"Hace cinco años, fui declarado muerto en la morgue. Hoy en día, tengo una familia y sueños por lograr. Nunca estaría aquí sin tener a Mansour a mi lado".
Fuente: http://bit.ly/2jwZPvt Comparti esta nota
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