La población no musulmana, por otro lado, disminuirá en un 7%, incluso teniendo en cuenta la compensación de los inmigrantes no musulmanes. 

La otra cosa que impulsa a la población musulmana es su mayor interés en tener bebés. Las tasas de fertilidad en Europa han estado en declive, una tendencia estándar para los países desarrollados, Sin embargo, los musulmanes relativamente jóvenes en Europa también lo contrarrestan, según informa el portal, Cambio16. 

Entre los no musulmanes, la tasa de fertilidad es de 1.6 niños para la mujer promedio. Para los musulmanes, es 2.6. A medida que disminuye el número de personas en edad de trabajar por jubilado, a un país le resulta más difícil ahorrar dinero y respaldar servicios sociales como la atención de la salud. 

En Europa, los musulmanes son la fuerza más poderosa que contrarresta eso. Muchos en Europa quieren prohibir que los musulmanes lleguen a sus países. Pero eso agravaría sus problemas demográficos. 

ABNA