En Irán, hace 55 años, en 1963, tuvo lugar el referéndum nacional que aprobó las reformas socioeconómicas conocidas como Revolución Blanca, cuyo programa fue desarrollado por Estados Unidos y adoptado e implementado por el sha Mohamad Reza Pahlavi. La iniciativa preveía la modernización de Irán y una serie de reformas socioeconómicas para mejorar la situación del país, así como fortalecer la posición de EEUU y del sha.

En realidad, el plan estadounidense, desarrollado específicamente para Irán, tenía el objetivo de "avasallar" al país. La Revolución Blanca fue uno de los planes de los "sicarios económicos", es decir, de las grandes corporaciones financieras, descritos en el libro 'Confesiones de un sicario económico' de John Perkins. En la obra, el autor describe esquemas de colonización económica de varios países de la zona, de interés estadounidense.

De acuerdo con Taghavi, es importante aclarar la "esencia exacta" del plan de modernización de Irán de John F. Kennedy —presidente de EEUU en el momento de la Revolución Blanca— para entender si, de hecho, se trató de una conspiración de Estados Unidos para afectar a la situación económica en Irán o si fue una estrategia del país norteamericano para mejorar la situación de Irán y "vacunarlo" contra el Bloque del Este.
 

En realidad, el plan proponía reformas que contenían algunos puntos positivos, los cuales, no solo fortalecerían la posición de EEUU en el país, sino que verdaderamente  mejorarían la situación en el país persa. Al evaluar el proyecto, el sha lo consideró positivo y posiblemente capaz de estabilizar su Gobierno, explicó el experto.

Por otro lado, destacó Taghavi, desde el punto de vista de los intereses nacionales y de la independencia de Irán, el plan de Estados Unidos y del sha era, en realidad, un plan para la adhesión e integración del país al sistema occidental dominante y, en consecuencia, era contrario a los intereses de Irán.

El experto explicó que poco a poco, el plan de modernización de Estados Unidos y del sha fue visto como un "plan conspirativo y antinacional" por la mayoría de la población iraní. Esta opinión finalmente prevaleció y terminó llevando a la revolución iraní de 1979.

"La revolución islámica es evidencia de que el plan de modernización de Estados Unidos en Irán no se implementó, y el Gobierno de Pahlavi no recibió la legitimidad y el apoyo social necesario", detalló Taghavi.
 

"El pueblo de Irán se dio cuenta de que con la implementación de la modernización, se unirían a la estructura económica de Occidente, algo contra lo que los iraníes lucharon durante 200 años y por lo que tuvo lugar la revolución constitucional", explicó el experto.

Además, detalló Taghavi, tras la Revolución Blanca se observó en Irán un aumento constante en la dependencia del país del mundo exterior en todas las esferas, lo que dejó a Pahlavi y, por supuesto, a sus socios extranjeros, en posiciones bastante vulnerables ante a la sociedad iraní.

El experto explicó, sin embargo, que durante un período limitado, las reformas fueron exitosas para el sha, quien logró deshacerse de sus oponentes en la arena política y convertirse en la fuerza dominante en el país en ese momento. Sin embargo, Pahlavi no logró alcanzar legitimidad y apoyo social a su régimen, comentó.

Taghavi destacó que el ayatolá Jameneí desempeñó un importante papel en el fracaso del plan estadounidense en Irán. De acuerdo con el experto, el ayatolá, con su visión de mundo y "su 'alergia' a la supremacía de Occidente sobre las civilizaciones islámicas" tomó bajo su responsabilidad la lucha contra el plan de Estados Unidos y Kennedy.

"Si no fuera por él (…), los otros representantes del clero y de otras corrientes no serían capaces de derrotar a la Revolución Blanca y expulsar a EEUU y al sha de Irán", concluyó Taghavi. 

Fuente: Sputnik