El documento Born into War (Nacido en la guerra) detalla cómo los infantes de ese país han sido profundamente marcados por la violencia, el desplazamiento, las enfermedades, la pobreza, la desnutrición y la falta de acceso a servicios básicos como agua, atención médica y educación. 

"Toda una generación de niños en Yemen está creciendo sin saber nada más que violencia. Están sufriendo las devastadoras consecuencias de una guerra que no han hecho", manifestó Meritxell Relano, representante de Unicef en Yemen.

"La desnutrición y las enfermedades son rampantes a medida que los servicios básicos colapsan. Es probable que aquellos que sobreviven lleven las cicatrices físicas y psicológicas del conflicto por el resto de sus vidas", agregó.

Otra consecuencia directa de la guerra es que 25.000 niños mueren durante el parto o en el primer mes de vida anualmente. 

Cifras devastadoras

Brote de cólera e instalaciones médicas destruidas 

Una incontrolable epidemia de cólera y diarrea acuosa no dan tregua en varias regiones del país. Un millón de personas han sido afectadas y de ellas una cuarta parte son niños menores de 5 años.

A esto se le suma que menos de la mitad de las instalaciones de atención médica no funcionan porque han sido destruidas durante los ataques. 

Sin acceso a la educación

Hasta finales del año pasado, 256 escuelas fueron completamente destruidas, 150 ocupadas por desplazados internos y 23 por grupos armados.

Hasta octubre de 2017, al menos 166.000 maestros no habían recibido salario en todo el año.

La crisis salarial ha empujado a los maestros a tomar medidas extremas para sobrevivir”, indicó Geert Cappelaere, director regional de Medio Oriente y África del Norte.

Además, tres cuartas partes de todas las niñas son obligadas a casarse antes de los 18 años. La no escolarización de los niños también contribuye a que muchos niños sean reclutados por grupos armados. 

Fuente: teleSUR