Suma cerca de 700.000 suscriptores en su canal de YouTube y 1,3 millones de seguidores en Instagram. Cuando hace siete años creó su blog, la londinense de ascendencia egipcia Dina Torkia, conocida como Dina Tokio no imaginaba que algún día rozaría estas cifras e influiría en tanta gente, pero sabía que «quería tener éxito». Recuerda que entonces «no se hablaba de moda modesta, había una gran falta de representación de las mujeres musulmanas en los medios, y la poca que existía era muy, muy negativa». Ahora ese es un término generalizado, gracias a personajes como ella misma o la modelo Halima Aden.

«El auge de las redes sociales nos ha abierto las puertas. Me frustraba al ver que las mujeres musulmanas que yo conocía, superestilosas, divertidas y trabajadoras, no tenían referentes. Hoy, ejemplos como Halima están tan delante de las narices de la sociedad que ya no pueden ser ignoradas, algo está cambiando: algunas firmas son inclusivas y otras solo quieren ganar dinero. Conoceremos las verdaderas intenciones dentro de unos años, cuando esto no sea una tendencia, sino algo normal», reflexiona. Porque para ella la moda modesta no es algo nuevo: «Es una forma de estilismo, el único secreto es ponerse capas».

Su popularidad en Reino Unido la ha llevado a diseñar pañuelos con Liberty, y quiere lanzar su propia marca en 2019. Dina cree que la industria no puede dar la espalda a la diversidad: «En cuanto Rihanna ha creado una línea inclusiva todos lo han hecho, la gente lo demanda en las redes». Para avanzar, dice, hay que cambiar mentalidades: «Odio que me digan que soy demasiado moderna para ser musulmana. ¡El mundo ha evolucionado! En ningún lugar de la religión dice que no te pueda gustar la moda. No entiendo que parezca exótico que me dedique a esto por llevar hiyab. Debería ser visto como algo normal, hay mujeres musulmanas, igual que cristianas, haciendo cosas increíbles. No hay que poner el foco en lo que llevamos puesto».

Fuente: El País