"Al llegar a la meta, tomé la decisión de agradecerle a México el favor que me hizo dándome la bandera para llevarla en la ceremonia de apertura y devolvérselo, dándole a México la bandera en mi propia carrera, en mi línea de meta", explicó a AP el esquiador.
Madrazo terminó la carrera en la posición 116, a casi 26 minutos del vencedor, el suizo Dario Cologna. No obstante, este esquiador tiene una conmovedora historia que contar.
El hecho es que el deportista, de 43 años, nunca se había calzado unos esquís hasta enero del año pasado. No obstante, hace varios años, escuchó la emocionante historia de Roberto Carcelén, primer peruano en los Juegos Olímpicos de Invierno, quien compitió en Sochi con dos costillas fracturadas. Entonces, se prometió a sí mismo que también se convertiría en un esquiador olímpico.
Cuando Madrazo, también atleta de triatlón, se puso en contacto con Carcelén, el peruano le recomendó a su entrenador.
"Le hablé a ese entrenador y me dijo 'no puedo prepararte, porque no tengo tiempo, pero si me acompañas manejando 6.000 kilómetros de Michigan a Utah, a donde tengo que entregar un vehículo, en el camino te enseño a esquiar'", declaró.
Según el mexicano, lo más importante es creer en uno mismo y nunca dejar de luchar. Asimismo, dedicó la 'victoria' a sus tres hijos.
"No importa si tienes 43 años, si naciste en México o si no tienes dinero para practicar un deporte. Si quieres hacerlo, puedes hacerlo", concluyó Madrazo.