En el Siglo XV, el territorio de la India, ubicado en Asia meridional, fue ocupado por los portugueses, y luego por holandeses, franceses e ingleses. Estos últimos, más poderosos, a partir de la represión de la rebelión de los cipayos, en 1857, se apropiaron del gobierno de la región, utilizando sus materias primas para los procesos de fabricación de sus manufacturas, en la Revolución Industrial, que se inició en Inglaterra.