Amigo de Marielle Franco hace 20 años, director del Centro de Estudios y Acciones Solidarias de la favela Maré, Lorenço da Silva, todavía estaba muy conmocionado con el asesinato de la legisladora carioca del partido PSOL cuando habló por teléfono con BuzzFeed News.
 
Repitiendo que, en un segundo, acabaron con un gran proyecto de vida y política de su comunidad, hizo una catarsis sobre lo que pudo haber motivado la ejecución.

 
“El mensaje fue para la favela, no fue para la izquierda blanca y machista de Río de Janeiro. No se dieron ni el trabajo de fingir un crimen común. La idea fue hablarle al pueblo de las favelas: cuídense, ustedes no tienen espacio, no salgan, no griten, no denuncien. ¡Concuerden!”

 Para justificar el punto de vista, recordó que el diputado estatal Marcelo Freixo, también del PSOL, ya hizo muchas denuncias en Río de Janeiro, sea contra la policía o políticos, recibió amenazas “pero nunca fue blanco de tiros”.
 
El líder comunitario descartó que la muerte pueda estar relacionada a la intervención militar en Río de Janeiro o a las milicias, e insistió que, en su opinión, el crimen fue una reacción de sectores armados del Estado al ascenso de una mujer de la favela que podía levantar la voz del morro –y denuncias – para espacios nobles de debate.

“Pensábamos que ella estaba protegida y, de repente, la matan. Ella murió por ser ese canal –capaz de comunicar las denuncias de las favelas–”, dice.

 Recordando el período el período en el que hizo la facultad con Marielle, Silva se emocionó al decir que fue uno de los primeros en darle la idea de competir por un espacio en la Cámara. “Mi sentimiento de culpa es todavía mayor, porque yo puse en su cabeza eso de ser legisladora”, dice.

Los policías a los que denunciaba Marielle Franco son los que más matan en Rio de Janeiro

 Sin la parlamentaria, Silva dice que la Maré queda huérfana. Según él, la comunidad recurría a ella cuando había casos de violencia o abusos en la favela.

 “Y ahora, ¿a quién llamaremos? Apostamos en ella, lo conseguimos, y ellos acabaron con nuestro sueño y nuestros proyectos así”, lamentó.

 Según Silva, la muerte de Marielle también debe servir para cambiar el debate político sobre los casos de violencia en las favelas de Río de Janeiro.

 “Los estudiosos que estudian en la favela, políticos de izquierda, ven la favela como alguien a ser tutelado. La izquierda no ve a la favela como un igual, y Marielle rompía con eso, rompía el bloqueo”, afirmó.

 Antes de cortar el teléfono. Silva hizo su última catarsis.

 
“No salgan de la favela, ese fue el mensaje. Ustedes son basura. Es grande la sensación de impotencia. De que es carne barata.”