Las altas temperaturas hacen que los alacranes invadan los lugares secos y oscuros, por eso durante las últimas olas de calor los bonaerenses y cordobeses vieron a estos animalitos dentro de sus zapatos, bajo la corteza de los árboles, en cajones y huecos.
Estos arácnidos miden entre 1,5 y 20 centímetros, pero su tamaño no da cuenta de la gran amenaza que pueden llegar a ser. Aunque sólo se alimentan de arañas e insectos, cuando se sienten amenazados pueden picar a los humanos generando un gran dolor y, en algunos pocos casos, la muerte.
Hay más de 1.500 especies en todo el mundo, sin embargo, las realmente peligrosas para el hombre pertenecen a la familia Buthidae. Éstos se caracterizan por tener un aguijón fino (cuanto más fino es, más venenoso). Las demás familias pueden ser dañinas para la vida humana por las reacciones alérgicas, como un posible shock anafiláctico.
Una de las especies que invadió a los porteños y cordobeses es la Tityus trivittatus, perteneciente a la familia Buthidae, de alta toxicidad. Al igual que todos los escorpiones, éstos tienen ocho patas, dos apéndices en forma de pinza y una cola-aguijón provisto de veneno.
Son de color amarillo-rojizo, de pinzas finas y largas. Bajo su aguijón se observa una especie de espina, por lo que a simple vista da la apariencia de poseer un aguijón doble. En la adultez pueden llegar a medir hasta siete centímetros.
Su veneno es especialmente peligroso para ancianos, pacientes con patologías cardíacas y niños menores de diez años: es entre diez y 100 veces más potente que el veneno de una serpiente de cascabel.
Según dijo al portal Defonline el ingeniero zootecnista Pedro Guillermo Mariategui, profesor de Zoología de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Buenos Aires), los escorpiones producen diez toxinas nocivas para el hombre que "pueden actuar sobre su organismo y ocasionar la muerte de un niño en pocas horas".
"Las toxinas son muy pequeñas y viajan sumamente rápido por el torrente sanguíneo para atacar irreversiblemente órganos vitales como el corazón, el páncreas y el pulmón", explicó.
Los síntomas más comunes después de una picadura del Tityus trivittatus son: irritación local (calor, dolor en la zona de la picadura), dolor de cabeza, dolor de abdomen, dolor muscular y articular, visión borrosa, taquicardia, dificultad respiratoria, salivación, lagrimeo y temblores, náuseas y vómitos.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires publicó una serie de recomendaciones ante la aparición de alacranes venenosos:
En caso de encontrar un alacrán:
¿Qué hacer frente a una picadura?