El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, observa que la raíz de la crisis en la que se encuentran los países europeos estriba en la ineficacia de la política adoptada por la Unión Europea (UE), no en la presencia de musulmanes o inmigrantes.
“Los musulmanes e inmigrantes no son la razón de la crisis en la que se encuentran los países europeos. Hoy en día, la política de la Unión Europea ha fracasado”, dijo Cavusoglu en la Cumbre Mundial de las Minorías Musulmanas, celebrada la noche del miércoles en la ciudad turca de Estambul.
El canciller turco advirtió del “rápido” aumento del sentimiento islamófobo en el mundo occidental, en particular en Europa, y lamentó que las minorías musulmanas estén siendo usadas como “chivo expiatorio” por los occidentales.
A los fieles del Islam se les echa la culpa de todos los problemas económicos, sociales y políticos, mientras las mezquitas son blanco de ataques y se acosa a los musulmanes, denunció Cavusoglu.
Al mismo tiempo, los problemas a los que se enfrentan los musulmanes no son considerados cuestiones de derechos humanos, lamentó el canciller turco, antes de prometer que Turquía “no guardará silencio” ante las injusticias cometidas contra los seguidores de esta fe.
También ayer miércoles, el jefe de Estado de Austria, Sebastian Kurz, amenazó con cerrar la mayor mezquita de Viena (capital) por un juego de un grupo de niños que simuló la batalla de Galípoli, librada en la península turca del mismo nombre en 1915, durante la Primera Guerra Mundial.
Kurz prometió que la tolerancia del Gobierno ante semejantes prácticas será “cero”.
La islamofobia ha aumentado en los últimos tiempos en el ámbito político de ciertos países europeos, algo que parece estar vinculado al auge del ultraderechismo y de las formaciones antiinmigrantes.