Fue en 2015 que el millonario musulmán Ali Banat fue diagnosticado con cáncer, un diagnóstico que utilizó como catalizador para utilizar su riqueza para representar un cambio positivo.
Al principio le dijeron que sólo le quedaban siete meses de vida, pero Banat -de Sydney, Australia- finalmente sobrevivió por más de dos años más de lo que los médicos predijeron, informa The Independent.
Falleció a principios de esta semana, pero el filántropo y ex empresario pasó los últimos años recaudando dinero para los musulmanes desfavorecidos de todo el mundo, al tiempo que luchaba contra su enfermedad terminal.
En los años previos a su diagnóstico, Banat vivió una vida de lujo llena de autos veloces, ropa cara e innumerables posesiones materiales, pero una vez que se dio cuenta de que estaba enfermo, dijo que se había dado cuenta de que había estado persiguiendo objetivos equivocados.
En un breve documental subido al canal de YouTube OnePath Network, Ali describe su enfermedad como un "regalo".
“Es un regalo porque Allah me ha dado la oportunidad de cambiar”.