¿Cómo es el tema de la resurrección, tanto en una perspectiva racional y natural como instintiva?
Respuesta Concisa
La respuesta a esta pregunta se aclarará al examinar tres perspectivas filosóficas—la Mashā’i (peripatética), la Ishrāqi (Filosofía iluminista) y la Hikmat al-Muta’liyah (Filosofía Trascendental), así como las opiniones del Kalām (Teología) y el ‘Irfān(Misticismo). Entre los temas analizados por los eruditos sobre este tema se incluyen otros como la posibilidad de la resurrección, su existencia concreta, su demostración y las circunstancias en torno a la realidad de una resurrección corporal, de alma o ambos. Por lo tanto la respuesta constará de los siguientes puntos:
1. Conceptos como:
2. Primero que todo debe demostrarse la posibilidad de la resurrección y su existencia. Esta posibilidad puede entenderse fácilmente a partir de la existencia de este mundo.
3. Muchos eruditos y filósofos creen en la resurrección del cuerpo y el alma. Sin embargo, difieren en la forma en la que será resucitado el cuerpo—sea el cuerpo material de este mundo, el cuerpo imaginario del Barzakh (purgatorio) o quizás el cuerpo intelectual particular y metafísico que retorna.
4. Los razonamientos lógicos que da el Corán para la resurrección son los siguientes:
a. La vida después de la muerte es un requisito para el propósito de este mundo, establecer la justicia y la perfección de la humanidad. Al-lah mismo que creó al ser humano una vez y que hace que crezca la semilla sobre la tierra, Él mismo tiene el Poder de resucitarlo.
b. Entre los razonamientos lógicos de porque hay una resurrección, se encuentra la existencia dentro de cada ser humano de un alma única y particular que no es afectada por los cambios en las características físicas del cuerpo. La perfección máxima no se alcanza en tanto el alma está junto al cuerpo. Se logra cuando sucede la resurrección. La muerte del cuerpo es una consecuencia de la atención que presta el alma hacia la otra vida y es el regreso o retorno a su morada original y eterna. El concepto de la creación necesita que la humanidad sea traspuesta a un mundo mejor. El retorno del alma a su origen es una necesidad para el concepto de la resurrección. El alma anhela el retorno a su origen mucho más que su cuerpo físico y su mayor alegría es ver su realidad. La Resurrección es la manifestación de algunos de los nombres benditos de Al-lah tales como: El que Retorna, el Vivificador, el que Congrega, la Causa, etc.
c. Las Razones Naturales: Todos los principios fundamentales y preceptos secundarios de la religión, incluyendo a la resurrección, se adaptan naturalmente a los seres humanos—se encuentran en la naturaleza innata del ser humano. El deseo de ser eterno es natural y se concreta por medio de la resurrección. El deseo último de la humanidad no es el disfrute material. El temor a la muerte y lo que a ella se asocia es una clara señal del deseo natural de ser eterno.
Respuesta Detallada
La respuesta a esta pregunta se entenderá al examinar tres perspectivas filosóficas---la Mashā’i (Filosofía Peripatética), Ishrāq (filosofía Iluminista), y la Hikmat al-Muta’aliya (filosofía trascendental), también en las opiniones que ofrece el Kalām (Teología) y el ‘Irfān (Misticismo).
Cada una de estas se analizará posteriormente en detalle dependiendo de la disponibilidad de las fuentes y en algunas ocasiones citaremos a autoridades en el tema para aclararlo mejor. Una lectura concienzuda de las obras de Ibn Sina (Avicena) revela el hecho que este no proporcionó ninguna demostración lógica para la resurrección. Él creía que la única razón para afirmar la realidad de la resurrección era su confirmación por medio del Profeta—por lo que no veía la necesidad de una demostración lógica. Sin embargo, expresó su opinión en otros temas relacionados con la otra vida.
Pero con respecto a los eruditos del Kalām, un único aporte de ellos será suficiente para reflejar su opinión con respecto a la resurrección:
Puesto que el ser humano está compuesto de cuerpo y alma, las condiciones de su retorno al próximo mundo pueden analizarse en dos direcciones, una física y otra espiritual. En general, un análisis sobre la resurrección puede dividirse en dos secciones: Demostrar la resurrección y su necesidad, y la forma en la que ocurre—sea física, espiritual o ambas.
Los filósofos, por lo general no le han prestado mucha atención a la primera dirección, pero si a la forma en la que ocurre—concentrándose en su dimensión física aunque es posible que acepten tanto la resurrección física como espiritual. Esto se debe a que la resurrección física ha sido de mucha controversia. En esta misma línea, el tema de la resurrección puede dividirse en cuatro tópicos principales:
I. El Concepto de la Resurrección:
Una de las conclusiones a las que se puede llegar a partir de los puntos mencionados es que la condición fundamental para la resurrección es ser trasladado al próximo mundo. De ahí que, temas como la muerte, la supervivencia del alma, la vida eterna, etc., son preliminares.
II. La Posibilidad de la resurrección y su suceso
No tiene sentido discutir un tema a menos que se haya demostrado su posibilidad. Si se demuestra por medio de la evidencia de algo que es de su tipo, o a través de la evidencia de algo que le reemplaza. La creación de otro mundo es similar a la creación de este mundo, o inclusive más sencillo. La misma existencia de este mundo es una señal de la posibilidad de la existencia de dicho mundo, y por lo tanto, la posibilidad de la existencia de un mundo similar, es decir la otra vida. Entonces, podemos analizar que tenga lugar otro mundo y la resurrección.
III. Argumentos y descripciones de la resurrección y las circunstancias de su existencia
Según Mul-lah Sadrā, muchos eruditos, filósofos y un grupo de doctos del Kalām creen tanto en la resurrección física como espiritual, basada en el retorno del alma al cuerpo.[1] También presentan su idea del retorno del mismo cuerpo a su alma y creen que esto armoniza tanto con la lógica como con la religión. Piensan que contradecir esta opinión es incredulidad (Kufr) y negar al Sagrado Corán.[2]
El encuentro en la resurrección; el cuerpo del fallecido retorna con sus mismas partes de tal forma que si alguien lo ve, dirá que es la misma persona que estuvo en el mundo anterior.[3]
Según los principios de Mul-lah Sadrā, el hombre, aunque es uno posee tres dimensiones en las cuales subsiste: sentido, imaginación e intelecto. La existencia del hombre al inicio es material y del tipo del mundo natural, pero a medida que se desarrolla se convierte en espiritual y continua para llegar a ser un ser intelectual, es decir, del próximo mundo. Todos los tres cuerpos pertenecen al mismo individuo particular y están prontos a los cambios que le ocurren a una persona desde su infancia hasta su vejez. Lo que personifica al cuerpo es el alma y ésta es una sola. Por lo tanto, el cuerpo del próximo mundo es el mismo de este pero se ha perfeccionado.
Sin embargo, según los eruditos del Kalām, el retorno del cuerpo ocurre por medio de la reunión de las partes físicas del cuerpo y su reintegración en un todo. Estas partes del cuerpo poseen unas características singulares debido al hecho que posee un alma única. Como resultado, por la voluntad de Dios cada cuerpo es creado nuevamente a partir de sus propias partes. Después de este estado el cuerpo se vuelve a unir al alma y es creado de nuevo el mismo humano que habitó en este mundo.
Aunque Ibn Sina (Avicena) creía tanto en la resurrección física como espiritual, no logró proveer un argumento lógico para la resurrección física y adopto su creencia a partir de la religión.
Sheikh al-Ishāq no cree en la resurrección física, es decir la resurrección del cuerpo junto con el alma. Él cree en un cuerpo del mundo del barzakh (purgatorio) y que el alma retorna a su origen debido al amor que siente por él—retornando desde de la confusión del mundo hacia el mundo de la luz.
IV. La prueba de la resurrección
1. Los razonamientos lógicos a partir del Corán:
2. Argumentos Lógicos
[1] Al- Mabda’ wa al-Ma’ād, pág. 448-489
[2] Al- Mabda’ wa al-Ma’ād pág.490
[3] Ibíd.
[4] Al-Asfār al-Arba’, vol. 9 ,pág. 185-197
[5] Ibíd. Pág. 121-123
[6] Al-Mabada wal-Ma’ad, pág. 527
[7] Ibíd. Pág. 526-527
[8] Hikmah al-Ishraq (Traducción persa), pág. 367-368
Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica