Mientras el príncipe saudí es señalado por crimen del periodista, Trump trata de defenderlo.

Mientras el príncipe saudí es señalado por crimen del periodista, Trump trata de defenderlo.

Solo un hipócrita como Trump podría tomar semejante postura respecto al asesinato de Khashoggi por sus intereses con los Al Saud, según un medio alemán.

Annur TV
Tuesday 23 de Oct.

La revista alemana Der Spiegel en un artículo publicado ayer lunes criticó que con el caso del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi se ha quedado demostrado claramente hasta qué punto en las estrechas relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudí prevalecen las relaciones personales en lugar de protegerse los derechos humanos.

“Solo un hipócrita como el presidente estadounidense, Donald Trump, podría tomar semejante postura respecto al asesinato de Khashoggi por sus intereses con los Al Saud”, apunta el artículo.

Nadie como Trump, agrega, fue tan descarado en airear su defensa a la ultranza a los miembros de la monarquía de los Al Saud implicados en el asesinato de Khashoggi, ocurrido cuando este periodista ingresó el pasado 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudí en Estambul (Turquía).

Las autoridades turcas, desde el principio de sus investigaciones, han venido sosteniendo que Khashoggi, acérrimo opositor de las políticas del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, nunca abandonó la sede diplomática. Los saudíes, en un principio, lo negaron, pero el sábado Riad, ante la inminencia del desastre y con la idea de distanciar del caso al príncipe heredero, cambió su versión y explicó que el opositor saudí, exiliado en Estados Unidos desde 2017, murió en una “pelea” dentro del consulado en Estambul. Dijo, asimismo, no saber qué había pasado con el cuerpo del periodista.

Turquía, según las grabaciones en audio en su haber, confirma que el columnista del Washington Post fue torturado, asesinado y descuartizado por agentes de Arabia Saudí que llegaron a Estambul exclusivamente para matarlo y, según fuentes cercanas a las investigaciones, realizaron su misión en siete minutos y luego abandonaron la ciudad con destino al reino árabe.

Mientras el mundo se quedaba perplejo ante las filtraciones turcas que relacionaban la participación de varios agentes saudíes vinculados a la familia real y, a su vez, las condenas internacionales se producían una detrás de otra exigiendo que las autoridades saudíes dieran de una vez las explicaciones oportunas para esclarecer los hechos, Trump era reacio a adoptar una postura clara al respecto sobre su aliado regional a quien provee ingente armas para que las use en su agresión contra Yemen.

El sábado, el mandatario estadounidense declaró que consideraba “creíble” la explicación de los saudíes sobre lo ocurrido al columnista del Washington Post y alabó la figura de Bin Salman al decir que no tenía dudas de que era un individuo que realmente amaba a su país.

El autor del artículo, Mark Pittske, suscribió que este enfoque adoptado por Trump, que probablemente contradiga a los informes de los servicios de inteligencia estadounidenses, es tan “lamentable y vergonzoso” que deja en evidencia de cómo trata de ayudar a la familia real saudí, y especialmente al príncipe, para que salga indemne de este asunto tan deplorable y oscuro.

El príncipe heredero saudí, principal patrocinador de la agresión saudí a Yemen y por tanto responsable de la muerte de miles de personas y de una crisis humanitaria sin precedentes, también estuvo involucrado en el “secuestro” del premier libanés, Saad Hariri en 2017.

Por otro lado, para mañana martes, está previsto que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, revele “toda la verdad” sobre lo sucedido.

El diario turco Yeni Safak ha publicado este lunes datos escalofriantes sobre el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, como que el hombre al que se considera cabecilla del comando de 15 agentes saudí enviado a Estambul (Turquía) para matar al periodista estuvo en contacto directo con la oficina del príncipe heredero tras el “asesinato”.

El agente en cuestión es Maher Abdulaziz Mutreb, miembro de la guardia pretoriana de Bin Salman, como se puede apreciar en imágenes captadas por las cámaras de vigilancia a su llegada al consulado saudí y luego a la residencia del cónsul, el 2 de octubre, cuando desapareció Khashoggi.

Otro diario turco, el periódico Hürriyet, ha afirmado que Khashoggi fue conducido de inmediato al despacho del cónsul, donde fue “estrangulado” por los agentes saudíes. “Todo duró unos 7 u 8 minutos”.

El cadáver fue luego “descuartizado en 15 trozos” por un médico forense que formaba parte del comando. El cadáver ya descuartizado fue sacado del consulado y ahora se halla en Estambul, en un lugar aún por determinar.

Estas revelaciones se producen en vísperas de una muy esperada intervención de Erdogan, en la que ha prometido revelar “toda la verdad” sobre las circunstancias de la muerte de Khashoggi.

El portavoz del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), Omer Celik, ha dicho que el asesinato del periodista fue “planificado”.

Las confesiones de Riad sobre la muerte de Khashoggi, según las cuales la muerte del periodista se habría producido en una “pelea” dentro del consulado, no han convencido en absoluto a las grandes capitales occidentales.

Hoy mismo, Alemania ha convocado al embajador saudí por la muerte de Khashoggi, el Reino Unido ha llamado a una clarificación urgente de las circunstancias de la muerte muerte y la Comisión Europea (CE) ha pedido que los responsables del caso sean llevados ante la Justicia.

Fuente: Hispantv


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