as clases de Islam se imparten en la actualidad en más de 800 escuelas musulmanas públicas (primarias y secundarias) en 16 Lánder. Su objetivo es favorecer la normalización del Islam como religión en Alemania y la integración de los musulmanes.

“Cuando un alemán me pregunta de qué país vengo respondo que de Turquía”, señala Gulendam Velibasoglu, de 17 años, una alemana que participa en las clases de Islam. Si dijera que soy alemana como ellos, no aceptarían la respuesta. Diga lo que diga, ellos me verán siempre como una extranjera”.

Kerstin Griese, miembro del Partido Socialdemócrata, de centro-izquierda, aboga por “más educación religiosa en la escuela”, porque, según ella, “esta es la única manera de participar en un diálogo sobre nuestras propias tradiciones y valores”. Ella pertenece al grupo de políticos alemanes que exigen una expansión de las clases dedicadas al Islam en las escuelas públicas.

No solo ven virtudes, sino también una triple utilidad: promover la integración cultural de los estudiantes musulmanes, difundir una interpretación del Islam a través de la cual se honren los valores alemanes y, finalmente, proteger a los jóvenes musulmanes del “fundamentalismo” y la “radicalización”.

Esto ha provocado la ira de los islamófobos, que afirman que “el Islam no tiene lugar en las escuelas públicas alemanas” desde sus púlpitos y plataformas televisivas.

Mundoislam