El ejército de Israel prosigue, por tercer día consecutivo, su operación “Escudo del Norte”, que se desarolla bajo el mando del general Yoel Strick y bajo la supervisión del general Gadi Eizenkot.
Los militares israelíes afirmaron haber descubierto dos túneles del Hezbollah que penetraban en territorio israelí. El representante permanente de Israel ante la ONU, Danny Danon, denunció una violación de la resolución 1701 presuntamente cometida por el Hezbollah y exigió una condena contra esa organización de la resistencia libanesa. Según el embajador israelí, Irán estaría financiando la construcción de esos túneles.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL, siglas en francés) tuvo una reunión conjunta con militares israelíes y libaneses. Israel presentó videos que supuestamente muestran túneles pero sin presentar prueba alguna de dónde se encuentran ni de que hayan sido financiados por Irán, lo cual sería una violación de la resolucion 1701. El Líbano niega la existencia de tales túneles y recordó que desde hace 12 años Israel viola el espacio aéreo y las aguas territoriales libanesas alrededor de 150 veces al mes.
El ministro de Exteriores del Líbano, Gebran Bassil, anunció que está preparando una solicitud para que la ONU se ocupe de las constantes violaciones israelíes de la resolucion 1701 y para que condene las acusaciones difamatorias que reiteradamente profiere Israel.
Por ejemplo, en septiembre de 2018, desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu acusó al Hezbollah de haber construido una fábrica de armas en medio de Beirut para utilizar a los civiles como escudos humanos. De inmediato, el ministro libanés de Exteriores, Gebran Bassil invitó a los embajadores acreditados en Líbano a verificar personalmente las mentiras de Netanyahu y los llevó a visitar los lugares de la capital libanesa que el primer ministro de Israel había mencionado.
Otro ejemplo: El pasado 20 de septiembre, el general Amikam Norkin, jefe del estado mayor de la fuerza aérea israelí, viajó a Moscú para justificar el derribo de un avión militar ruso con base en Siria, y trató de hacerlo diciendo cosas que entraban en contradicción con todos los datos registrados por los radares y sistemas de observación satelitales.
En Israel, la prensa menciona la posibilidad de que la operación de propaganda montada alrededor de la supuesta destrucción de “túneles del Hezbollah” sea en definitiva una maniobra de Netanyahu para desacreditar a su ex ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, o para desviar la atención del público israelí de sus propios problemas con la justicia en momentos en que está a punto de ser puesto bajo investigación por malversación de fondos.
Por otro lado, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL, siglas en francés) no confirma la existencia de los túneles que el ejército de Israel dice estar localizando y destruyendo en la frontera con el Líbano desde el 4 de diciembre de 2018.
Según el estado mayor israelí, esos túneles tendrían alrededor de 200 metros de largo y pasarían por debajo del muro de 130 kilómetros que Israel está construyendo a lo largo de la «línea azul». También según el estado mayor de Israel, esos túneles se adentrarían unos 40 metros en territorio israelí.
La misión de Israel en la ONU ha redactado un proyecto de resolución que condenaría al Hezbollah libanés por violar la resolución 1701, que puso fin a la agresión israelí contra el Líbano en 2006.
Esa resolución prevé el establecimiento de una zona desmilitarizada en el sur del Líbano, zona que quedaría únicamente bajo la responsabilidad del ejército libanés. Pero los militares libaneses nunca se han desplegado allí y la zona se mantiene bajo control del Hezbollah, con el consentimiento tácito de las autoridades libanesas, cuyo ejército no dispone del equipamiento necesario para garantizar la defensa de esa frontera.
Por otra parte, la resolución 1701 prohíbe que otros Estados entreguen material militar al Hezbollah sin la aprobación del gobierno libanés, que no ha autorizado nunca las entregas de armamento proveniente de Irán. Este asunto fue incluso la razón central de la crisis intralibanesa de 2008.
Pero este análisis israelí de la resolución 1701 ignora la realidad del terreno, comenzando por el hecho que esa resolución fue sólo una tregua que Estados Unidos negoció en aquel momento para que Israel pudiera escapar con la frente alta de la dura derrota que estaba sufriendo ante la resistencia de los combatientes del Hezbollah.
Durante la crisis de 2008, el gobierno del entonces primer ministro libanés Fuad Siniora trató de impedir que el Hezbollah utilizara una pista del aeropuerto de Beirut para establecer un puente aéreo con Irán. Estimando que aquella decisión del primer ministro ponía en peligro el principio de resistencia contra la ocupación israelí, el Hezbollah dirigió su acción de respuesta contra el centro de mando saudo-estadounidense secretamente instalado en los sótanos de la antigua sede de la televisión privada perteneciente a la familia Hariri, puesto de mando cuya existencia ignoraba todo el mundo. En definitiva, el clan Hariri estaba violando la famosa resolución antes que el Hezbollah.
Israel, que viola permanentemente numerosas resoluciones de la ONU sobre Palestina, también viola sistemáticamente –más bien diariamente y desde hace 12 años– el espacio aéreo y las aguas territoriales del Líbano. Todos los meses, el ministerio de Exteriores del Líbano emite una lista detallada y validada por la FINUL de todas esas violaciones. Es precisamente desde el espacio aéreo del Líbano –sin penetrar en el espacio aéreo sirio– que la aviación de Israel ataca desde hace 7 años las posiciones del Ejército Árabe Sirio, con lo cual apoya a los yihadistas que pretendieron destruir la República Árabe Siria.
En la tarde del 4 de diciembre, el estado mayor israelí difundió un video donde se muestra a dos individuos en un túnel. Según, el ejército de Israel, los dos individuos que aparecen en el video, vestidos de civil y supuestamente libaneses, serían «terroristas del Hezbollah» en un túnel que penetra en territorio israelí. Nada permite confirmar la autenticidad del video mostrado por el ejército israelí, ni la veracidad de los comentarios del estado mayor de Israel.
Fuente: Voltairenet