Las actividades del gobierno se han estancado parcialmente en EEUU desde el 22 de diciembre y miles de empleados federales están en una situación de impasse, sin cobrar por su trabajo, en todo el país. Este es particularmente el caso de los agentes que trabajan para la Administración de Seguridad del Transporte (TSA).

Ante las consecuencias dañinas del cierre, pero también para no interrumpir el buen funcionamiento del Aeropuerto Internacional de Minneapolis-St. Paul, las aerolíneas que prestan servicio en el sitio y los propios funcionarios del aeropuerto decidieron distribuir unos 500 almuerzos para empleados federales el lunes 14 de enero.

Según el portavoz del aeropuerto, Pat Hogan, citado por la Radio Pública de Minnesota, estas comidas distribuidas a los empleados representan “un pequeño compromiso (…), una forma de reconocer el trabajo realizado por todas estas personas y un agradecimiento por su dedicación y por el hecho de que todos los puntos de control estén funcionando sin problemas”.

A ellos se unieron miembros de la comunidad musulmana de Minnesota, que contribuyeron al esfuerzo de solidaridad al ofrecer, el martes 15 de enero, 400 comidas a los empleados.

Para el imam Asad Zaman, un líder religioso local, este gesto de sus correligionarios es solo un comienzo, ya que pretende que se repita en los próximos días. “Creemos que la comunidad musulmana hará una generosa donación” a los empleados del aeropuerto”, dijo. Pero ¿por cuánto tiempo? El proyecto de muro en la frontera con México es apoyado rotundamente por Donald Trump, mientras que sus oponentes demócratas rechazan categóricamente cualquier acuerdo para financiar con cargo al presupuesto federal este muro. La incertidumbre reina, pues, sobre el resultado de esta crisis gubernamental.

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