Por Francisco Lucotti para la cadena rusa Sputnik.
Violencia y asaltos a los empleados, cortes de luz en quirófanos y salas de neonatología, infraestructura caída a pedazos, incendios e inundaciones. La salud de millones de personas en Argentina está en riesgo en un sistema ya acostumbrado a la precarización laboral y la falta de insumos.
Esteban Vitale estaba siendo operado de un tumor en el intestino delgado cuando se cortó la luz en el quirófano, a la media hora de iniciar la intervención. El generador de electricidad de emergencia falló cuatro veces hasta que el jefe de cirugía tuvo que suspender el procedimiento de alta complejidad, que tiene una duración aproximada de ocho horas
Un cartel de protesta de gremios de trabajadores del hospital Eva Perón de San Martín, provincia de Buenos Aires
La mujer habló con Sputnik mientras esperaba en la sala de afuera de Terapia Intensiva del Hospital Eva Perón, el centro médico estatal de atención gratuita más importante del partido de San Martín, provincia de Buenos Aires.
Lo ocurrido con el suministro de energía en el Eva Perón no es algo exclusivo de este hospital. Recientemente, el Hospital San Martín de la ciudad de La Plata sufrió dos cortes de luz que afectaron al sector de neonatología: decenas de médicos tuvieron que asistir con respiración manual a los recién nacidos que se encontraban en incubadoras.
En 2018, cirujanos del Hospital de Niños Ludovica, de la misma ciudad, tuvieron que finalizar una operación a corazón abierto iluminados con las luces de sus celulares.
Liliana se atiende en el Hospital Eva Perón de San Martín desde hace cinco años, cuando le detectaron un cáncer en el ovario. Contó que, para realizarse las mamografías de control, debe acudir a otro centro médico porque allí no la pueden ayudar.
San Martín es el distrito más poblado de la zona norte del conurbano, una zona de tradición obrera e industrial. Cuenta con 149 barrios populares, entre los que se encuentran 58 villas urbanizadas y 91 asentamientos de emergencia, volviéndolo el municipio con el número más alto de la provincia de Buenos Aires.
La crisis económica y social que vive la población argentina hace que de esta atención médica gratuita dependa cada vez más gente, mientras que los recursos son cada vez menores.
Un sector del hospital Eva Perón, en San Martín, provincia de Buenos Aires
Una crisis crónica
Los pasillos del hospital Eva Perón son una muestra del abandono. Suciedad acumulada, años de deterioro en la infraestructura, iluminación y mobiliario precario, escenas lúgubres que se repiten en todos los centros de atención médica estatales por la falta de inversión.
El Estado nacional degradó en septiembre 2018 el Ministerio de Salud a Secretaría y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires acordó una partida presupuestaria en salud para 2019 con un aumento de 28% comparado al período 2018, muy por debajo de la inflación, que cerró en 48%. Lo mismo ocurrió con los salarios de los profesionales, que tuvieron un incremento anual de 32%.
Ajuste y violencia
“Nosotros sufrimos el ajuste en cosas graves como, por ejemplo, que no se nombra a la cantidad de gente que corresponde, no se trabaja con la cantidad de insumos que se necesita y todo esto genera un clima de violencia y recarga de trabajo”, dijo a Sputnik Mirian Carusso, pediatra y Secretaria de Finanzas de Cicop en el Hospital Eva Perón.
El Hospital Paroissien es el centro de atención médica estatal de alta complejidad más importante del partido de La Matanza, el distrito más grande del Gran Buenos Aires y el más poblado de todo el país, con más de 1.773.000 habitantes. Es también uno de los más pobres y donde la inseguridad es una realidad cotidiana.
Estado de emergencia
La falta de insumos pone en riesgo el trabajo en los laboratorios clínicos ante la carencia de reactivos, así como la atención de personas con enfermedades crónicas como la diabetes.
La seguridad no está garantizada en los hospitales públicos de la provincia de Buenos Aires.
Cuentan los profesionales de la salud de Cicop que en 2018 el Hospital Evita de Lanús, localidad del sur bonaerense, sufrió un incendio en un tablero eléctrico y que los médicos de guardia tuvieron que ser evacuados.
Una situación aún peor ocurrió recientemente en el Hospital Oñativia de la localidad también sureña de Rafael Calzada, donde hubo un incendio en la sala de máquinas que se extendió por las áreas de internación, quirófanos y terapias. No hubo heridos gracias a la evacuación que realizaron los empleados.
El estado de emergencia es similar en todos los hospitales de la provincia, donde tienen “edificios que se vienen abajo porque no existe el mantenimiento”, ascensores que no funcionan, infestación de plagas como cucarachas y serios problemas en la limpieza por contar con escaso personal y servicios tercerizados también precarizados.
Los hospitales provinciales suelen escuchar promesas de renovación y obras, la mayoría de las veces incumplidas