El presidente de EE.UU., Donald Trump, criticó duramente el miércoles a la oposición demócrata, que ha deliberado durante varios días sobre la mejor manera de responder a las palabras de una de las dos congresistas musulmanas electas, que ha criticado al régimen sionista de Israel, un hecho casi tabú en la política estadounidense.
“Es una vergüenza que los representantes de los demócratas en la Cámara de Representantes no tomen una posición más firme contra el antisemitismo”, tuiteó el presidente republicano identificando así falsamente la denuncia a los crímenes y la ocupación israelíes con el antisemitismo.
“El antisemitismo ha provocado atrocidades a lo largo de la historia y es inconcebible que no actúen para condenarlo”.
Ilhan Omar, la única parlamentaria que lleva el hiyab [pañuelo islámico] y una de las dos primeras mujeres musulmanas en sentarse en el Congreso de EE.UU, denunció la semana pasada el hecho de que algunos lobbies “presionen en favor de la lealtad a un país extranjero”.
Ella se refirió a “Israel” y el AIPAC, un poderoso lobby pro-israelí en EE.UU.
Estas declaraciones indignaron a los parlamentarios de ambos partidos, muchos de los cuales reciben contribuciones del AIPAC a sus campañas.
En febrero, Ilhan Omar ya había provocado un alboroto al decir que AIPAC estaba financiando a “los políticos estadounidenses para que sean pro-israelíes”.
Los congresistas no han condenado, sin embargo, los insultos islamófobos que ella ha recibido desde algunos sectores.
Ilhan Omar y Rashida Tlaib, la otra congresista musulmana, han expresado su apoyo a la campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) contra “Israel”.
La campaña llama al boicot económico, cultural y científico contra “Israel” para protestar contra la ocupación de los territorios palestinos.