La fitorremediación es una ecotecnología, basada en la capacidad de algunas plantas en interacción con sus microorganismos asociados para tolerar, absorber, acumular, metabolizar, volatilizar, estabilizar o degradar compuestos contaminantes presentes en el suelo, aire, agua o sedimentos como: metales pesados, metales radioactivos, compuestos orgánicos y compuestos derivados del petróleo.
La fitorremediación, un método de descontaminación natural,surgido en los años ochenta, que se vale de la misma acción de las plantas para tratar aguas sucias, por ejemplo las residuales, aire contaminado o suelos con pesticidas.
Frente a las tradicionales técnicas físico-químicas, la fitorremediación presenta diversas ventajas, entre las que se destacan su bajo costo y su respeto hacia los procesos ecológicos del ecosistema a descontaminar. Se rata de una tecnología social, estética y ambientalmente más aceptada.
Las clases de fitorremediación pueden abarcar desde sus aplicaciones en diferentes entornos (suelos, aire y agua) hasta, por ejemplo, la variedad de organismos utilizados, sean vegetales o de otro tipo. A este particular, cabe citar tres grandes grupos que corresponden a la micorremediación cuando se emplean hongos; la fitorremediación cuando son algas y, en tercer lugar, la conocida propiamente con el nombre de fitorremediación.
En este último grupo se emplean plantas vasculares, es decir, aquellas que tienen raíces, tallo y hojas. Son plantas que se caracterizan por tener unos vasos conductores que conforman su sistema vascular, por el que circulan agua y nutrientes en su interior.
Al margen de su diferente conveniencia a la hora de implementarlos en proyectos de desconaminación, este tipo de organismos pueden descomponer desechos tóxicosprocedentes de hidrocarburos o basuras de muy variada índole (desechos orgánicos, escombros, entornos donde ha habido una fuga de petróleo, aguas insalubres, etc.), actuando como filtros naturales de gran eficacia contra contaminación orgánica e inorgánica.
En cada proyecto se plantean distintas necesidades y diseños ad hoc, dependiendo del fin perseguido, en función de su uso. Entre otras posibilidades, puede buscarse la depuración de una atmósfera interior, la reintroducción de aguas contaminadas en la naturaleza o, como es habitual, su reutilización para regar jardines, campos, alimentar animales o directamente para el consumo humano.
En primer lugar, no puede pasarse por alto el hecho de que se recurra a la transgenia para mejorar los resultados. En el caso de que esta manipulación genética afecte al equilibrio del ecosistema supondría un inconveniente que podría limitar su uso al hacerlo poco recomendable.
La eficacia de la fitorremediación no deja de ser relativa. La planta debe hallarse en un ambiente que pueda adaptarse y desarrollarse según sus necesidades y por mucho que la planta pueda absorber, metabolizar, volatilizar o estabilizar polucionantes presentes en suelo, aire o agua, siempre encontrará un límite: el suyo propio.
Por tratarse de un método natural, su ritmo es el de la naturaleza, no hay efecto instantáneo. A largo plazo se pueden renovar la mayor parte de los ecosistemas dañados, aunque el resultado en ocasiones se puede acelerar mediante las mencionadas plantas transgénicas y el uso complementario de bacterias.
Pese a sus limitaciones, la fitorremediación no deja de evolucionar, constituyendo una eco alternativa esperanzadora ante la creciente contaminación ambiental.
Con información de:
http://www.phytosudoe.eu/