Apuntes sobre la visita de un académico argentino a Irán (Parte 2)

Apuntes sobre la visita de un académico argentino a Irán (Parte 2)

Por el teólogo y sheij Abdulkarim Paz.

El Profesor Miguel Ángel Barrios es Dr. en Educación y Dr. Ciencias Políticas. También es Director Académico de Dossier Geopolitico. Ha escrito más de quince obras de política latinoamericana y mundial.

Sheij Abdulkarim Paz
Wednesday 13 de Mar.

En la visita del doctor Barrios al departamento de relaciones internacionales del Seminario Teológico de Qom, su director, el Seied Huseini, explicó al Doctor Barrios algunas características de la lectura que el Imam Jomeini hizo del islam que le permitió movilizar a la población y quitar el poder a un rey impuesto y sostenido por los extranjeros. Refiriéndose al rol de la religión y a la interpretación que sustenta la revolución islámica con sus exitosos cuarenta años, en donde ha superado los complots desleales creados por los occidentales –por supuesto siempre “en defensa de la libertad y los derechos humanos”, expresó:

La lectura que realizara el extinto fundador de la República Islámica de Irán se contrapuso a las lecturas que, ajenas al conocimiento profundo de la religión islámica, primaban en el Irán del Sha.

Una interpretación acomplejada de la religión que miraba embobada a Occidente como faro y guía de la comunidad mundial con su elevado desarrollo tecnológico. Esta era una lectura secular, acomplejada por la ignorancia y el desconocimiento de las raíces verdaderas del islam y encandilada con el engañoso brillo occidental.  Era natural porque la inteligencia de clase media alta iraní se había formado en Europa y Norteamérica en gran parte. Un ejemplo paradigmático de esta lectura es la interpretación que hiciera Ata Turk en su momento, después de la estrepitosa caída del enfermo imperio otomano. Anida todavía, en la mente de algunos desprevenidos

Otra lectura con la que se enfrentó el saber del Imam Jomeini, fue la visión tradicionalista y pretendidamente puritana de la religión, según la cual, la religión solo debe hablar de temas espirituales, éticos y algunos asuntos prácticos devocionales. En los asuntos políticos mejor no meterse bajo el lema de que “no se pueden cambiar las cosas”; “El Imam oculto aparecerá y mejorará todo”; “la política es corrupta y corrompe”. “Es peligroso”, “Trae problemas” (como si no los trajera el no meterse). Una vez el Sha le escribió en tono paternal al Imam Jomeini: “le doy un buen consejo, la política es sucia, déjemela a mí, usted es un sabio y santo espiritual y los asuntos políticos manchan”. Palabras más o menos, fue lo que le dijo el Sha y el Imam le contestó: “La política no es sucia, su política es sucia.” Al páter Sha se le acababa inmediatamente la paciencia y su afán consejero para ordenar las más brutales represiones.

El Imam ante los crímenes del Sha y su policía secreta adiestrada en Israel (tal como ocurre hoy en día, no ya en el Irán liberado) dijo: (palabras más o menos algo así). “El pueblo cree que el Sha se ha corrompido tanto que, si pone un dedo en el mar, se impurificará el mar.”

La lectura del Imam sobre la política no era de él, sino que estaba basada en las más elevadas y genuinas fuentes islámicas. EL Sagrado Corán y la auténtica tradición profética (no una versión falsificada o inventada muy difundida y ante la cual sólo los verdaderos estudiosos logran reconocerlas). Según esta visión, el islam exhorta a las obligaciones devocionales y sociales, a la adoración y a la justicia, a ayudar al gobierno justo y a rechazar a los tiranos, a no desentenderse del destino del pueblo. A frenar los abusos de los poderosos. La gente que estudia la religión vendría a desempeñar algo así como el rol de los pastores que cuidan al rebaño de los lobos. Resuenan las hermosas palabras de Francisco, “pastores con olor a ovejas”. Esta cercanía borrará la indiferencia de la planificada masacre de la manada de los lobos, o debería comprometerlos a una acción de defensa efectiva, de lo contrario, serán cómplices de esas fieras y recibirán el más duro castigo de Dios por haber engañado al pueblo vistiendo la sagrada ropa de los profetas. Tal cuestión es enseñada por las tradiciones proféticas veraces conocidas por los teólogos y mucha gente.

El islam no es sino la última versión de la revelación monoteísta abrahámica, común a Jesús y a Moisés. Por pertenecer a la misma familia de religiones o revelaciones monoteístas algunos se confunden (algo común en sociedades secularizadas mediante un poderoso aparato de propaganda mediático y académico-cultural). Algunos creen que estas religiones se copiaron unas de otras…nada más lejos de la realidad. Nuevamente debemos decir que esto queda claro para los estudiosos, quizás no para el vulgo. Lo cierto es que Quien revela es Dios Uno y al ser Una y Única la Fuente, los mensajes se parecen (más de lo conveniente para los secularistas, pero también con sus diferencias que hacen imposible pensar en la mera copia de unos de otros)

Por último, la lectura del Imam Jomeini –que no es otra que la que dicen las fuentes, sin agregar ni quitar, solo interpretar con lógica y erudición – sostiene que están unidas las cuestiones materiales y espirituales, de este mundo y el que sobrevendrá después de la muerte, así como constituyen un mismo universo la Tierra y los Cielos. Algunos de tanto mirar para arriba se terminan cayendo en un pozo, otros de tanto mirar para abajo, terminan perdiendo el sentido de la trascendencia y se convencen que su metro cuadrado es todo el universo. Como dice el Sagrado Corán y el dicho profético, el islam es el camino de medio o del equilibrio. La Tierra es la base y los Cielos la proyección liberadora. En palabras del gran Methol Ferré: no se trata de una lucha de los Cielos contra la Tierra sino de una armonía. Tal como podemos observar en un bello amanecer. Cielos que fecundan a la Tierra y le dan el sentido trascendente. El Concilio Vaticano II pone fin al desencuentro entre el Cielo y la Tierra que dio lugar a la denuncia de la Ilustración. Pero, tal como también afirma Francisco, esa disociación no fue obra de Jesús, vino después…Se trata de mejorar la “comprensión de textos” que hoy enseñan en las escuelas.

El islam que enseñó el Imam Jomeini es el que une la religión y la política, o sea la guía de Dios con la organización de la sociedad. La política con la justicia. El compromiso social con la ética. El progreso con la base estable de las cuestiones metafísicas. Algunos sostienen como ejemplo a la base matemática para calcular que es estable (principios religiosos – filosóficos), pero lo calculado varía, pueden ser manzanas, caramelos, estrellas, átomos, pesos (cada día más difícil calcularlos. No faltará poco para que nos devuelvan un falso alivio psicológico sacando ceros al peso. Será una ayuda a los ancianos que no podrán calcular tantos ceros). Otra vez la armonía entre lo estable y lo dinámico, entre el espíritu y la materia, entre la religión y las ciencias. Hoy los relativistas por solo mirar la dinámica terminan mareados y estrellados.

Por último, la visión del Imam unió a la República (Consejo de gobierno en términos coránicos) y religión o gobierno de las leyes de Dios, Teocracia. Obvio que son compatibles. Algunas cosas no podemos cambiar los seres humanos. Ejemplo, que el sol salga por Occidente y se oculte en Oriente no está en nuestras manos. Pero a dónde vamos de día o dónde dormimos de noche sí. No robar es una ley de Dios y de la moral universal que no cambia (al menos para la mayoría de los mortales normales no para algunos gobiernos que se jactan de hacerlo). Nosotros debemos observar esa ley permanente y no robar burros en una época o satélites en otra.

Se pone mucho énfasis en los derechos del hombre y poco o nada en los derechos de Dios. El hombre debe tratarse bien entre sí y también ha de ser buena su conducta con respecto al resto de los seres. Cuidar la Tierra, el aire, el agua, no contaminarlos o destruirlos por avidez, pero también debe agradecer y conocer al Creador.

También debe pedir que vengan Jesús y el Imam Mahdi para llenar la Tierra de Justicia, así como estará llena de injustica, según enseña una profecía. Decadencia producto del olvido de Dios y la desobediencia a Sus enviados. (ambos, Jesús y el Imam Mahdi, la paz sea con ellos, son representantes de Dios y vendrán a gobernar la Tierra para sacarla del abismo. Esta es una creencia común de todos los musulmanes y todos los cristianos. Los judíos también esperan al Mesías y así como en el pasado muchos de ellos se dieron cuenta que era Jesús, los judíos, en tiempos de su aparición tendrán la opción de reconocerlo o rebelarse.)

Continuará… Dios mediante.

Por el teólogo y sheij Abdulkarim Paz


Comparti esta nota

Comparti esta nota

Copyright (c) 2024 AnnurTV. Todos los derechos reservados.
Organización Islamica Argentina. Felipe Vallese 3614, C1407MHH, CABA, Buenos Aires, Argentina