En declaraciones al diario local The NZ Herald, uno de los sobrevivientes del ataque a la mezquita Linwood —la segunda en ser atacada el viernes en la ciudad neozelandesa de Christchurch— describió su terrorífica experiencia y reveló que el tiroteo fue interrumpido gracias a la actitud heroica de un joven que cuida ese templo, quien se enfrentó al tirador y logró quitarle una de sus armas.

En medio de la oración del viernes, el testigo escuchó varios disparos muy cerca y luego vio al agresor, que llevaba equipo de protección y estuvo disparando salvajemente hasta que un joven —de nacionalidad paquistaní— intentó someterlo.

El sobreviviente explicó que el joven intentó defender a todos los presentes en la mezquita, pero no supo cómo usar el arma. Sin embargo, su inesperada acción espantó al agresor y lo obligó a abandonar el lugar.

“Vio una oportunidad, se abalanzó sobre él y le quitó su arma (…) El héroe intentó perseguirlo y no pudo encontrar el gatillo de la pistola (...) Corrió detrás de él, pero había gente esperándolo en un auto y huyó”, recuerda.

El héroe, Naeem Rashid, la noche del viernes sucumbió a sus heridas en el hospital de Christchurch. Su hijo Talha, de 21 años, también falleció en el ataque, según informa Daily Pakistan.

Brenton Tarrant, de 28 años, mató el viernes a al menos 49 personas en dos mezquitas en Christchurch. El terrorista, de origen australiano, se describe a sí mismo en un manifiesto de 74 páginas como “xenófobo”, “fascista” y admirador del presidente de EE.UU., Donald Trump, es más, para él, el inquilino de la Casa Blanca es el “símbolo de la identidad blanca renovada”.

En los últimos años, los ataques islamófobos de extrema-derecha han ido en aumento en diferentes países occidentales, como Estados Unidos, Francia, España y Alemania.

Fuente: Hispan Tv