Un nuevo estudio revela que los niños nacidos en ámbitos de pobreza muestran diferencias clave en la función cerebral a edades tempranas.
Los niños de familias de bajos ingresos, donde las madres también tenían un bajo nivel de educación, contaban con peores funciones cerebrales, desvela una investigación realizada por la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido.
En un estudio, publicado este martes en el portal EurekAlert, los investigadores analizaron la función cerebral de 42 niños de entre cuatro meses y cuatro años de edad en las zonas rurales de La India.
Después, los resultados fueron comparados con niños de familias de Midwest America. Los niños en La India de familias con bajos ingresos mostraron una actividad cerebral más débil y una supresión de distractores más pobre en el área de la corteza frontal izquierda del cerebro que está involucrada en la memoria de trabajo.
“Cada año, 250 millones de niños de países de ingresos bajos y medios no alcanzan su potencial de desarrollo. Por lo tanto, existe una creciente necesidad de comprender el impacto global de la pobreza en el desarrollo temprano del cerebro y del comportamiento”, explica John Spencer, investigaor principal del referido estudio.