El Ejecutivo mexicano dio a conocer este lunes el nombre de las gasolineras que venden más caros los combustibles, en medio de una polémica por señalamientos de "abuso" a las principales empresas que ofrecen gasolina en el país.

La medida se produce un día después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, denunciase que los principales distribuidores de gasolina en México están aumentando sus ganancias a pesar de que el Gobierno ha hecho un esfuerzo para mantener los precios del combustible por debajo de la inflación.

"En el caso de la gasolina nosotros estamos respetando que no aumente el precio, pero el que la distribuye, no todos, pero sí algunos, están abusando. Se les entrega el litro de gasolina a 16 pesos (0,85 dólares) y están vendiendo a 19 y a 20 pesos (1 dólar), están quedándose con un margen de utilidad mayor a lo de antes. Están abusando", reclamó el mandatario en gira por Campeche.

Así, este lunes, durante la conferencia matutina, el Gobierno exhibió los precios de los distribuidores de combustible en el país, siendo la trasnacional Shell la empresa con los importes al consumidor más altos.

La titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, explicó que los datos se obtuvieron al hacer una revisión de las 12.500 gasolineras del país.

Las empresas con los costos más altos de la gasolina regular son: Shell, con 20,23 pesos por litro; G500 y FullGas, 19,89 pesos; Exxon Mobile, 19,87 pesos; y Total, 19,86 pesos.

Las cinco empresas más baratas son: PetroSven, 18,74 pesos; Arco, 18,91 pesos; Rendichicas, 19,18 pesos; Gulf, 19,24 pesos y Costco, 19,29 pesos.

Las gasolineras de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) están en la media, con un precio de 19,51 por litro.

Vista en una estación de Pemex en Zapopan, Jalisco, el 20 de enero de 2019. / Ulises Ruiz / AFP

Una de las principales promesas de campaña de López Obrador fue mantener el precio de la gasolina por debajo de la inflación. Pero a raíz de la reforma energética de 2014, el Estado perdió el control de los precios de la gasolina al abrir el sector a la inversión privada, lo cual ha dificultado que el Gobierno mexicano pueda controlar los precios como hacía en el pasado.

Consecuencias de la reforma energética

Para la periodista Ana Lilia Pérez, quien ha publicado varios libros sobre el robo de combustibles en México, el "abusivo" margen de ganancias de los gasolineros es una "negativa consecuencia de la reforma energética", la cual provocó que las empresas privadas estén "embolsándose" el incentivo a las gasolinas implementado por el Gobierno.

Antes de la reforma energética, Pemex era el único productor, importador y distribuidor de los gasolineros. Los precios estaban controlados y determinados por el Gobierno federal. Pero todo cambió con la reforma energética promovida por el expresidente Enrique Peña Nieto, la cual incluso hizo más difícil para el Gobierno identificar a las estaciones de servicio que venden combustible robado.

"Con la reforma, que está vigente actualmente, se contempló la posibilidad de importación a manos de particulares pero también la liberalización de los precios de combustibles. En primer lugar le quitaron a Pemex ese candado para identificar el mercado negro y derivaron en lo que hoy se está planteando, en un negocio leonino para los distribuidores gasolineros", dijo Ana Lilia Pérez durante una mesa de debate en el programa radiofónico de la periodista Carmen Aristegui.

De este modo, la autora de libros como 'El cártel negro' y 'Pemex R.I.P.' considera que, contrario al discurso que promovió la aprobación de la reforma energética, la apertura del sector energético al sector privado no se ha reflejado en mejores precios para el consumidor.

"Tenemos más de 30 marcas en el mercado pero evidentemente el consumidor no tiene precios más competitivos", afirmó Pérez.