Los jefes de Estado Mayor de los ejércitos sirio y ruso también han solicitado permiso a los funcionarios sirios interesados y a los de la ONU y de la Media Luna Roja para entrar en el campamento de Rukban, ubicado en la frontera con Jordania, no muy lejos desde la base estadounidense de Al Tanf.

Esta es la primera vez que los jefes de Estado Mayor han pedido a las fuerzas estadounidenses que abandonen Siria en general y la provincia de Deir Ezzor en particular.

El lunes, EEUU admitió haber perdido a un soldado en el norte de Siria como parte de una operación “no militar”, una versión cuestionada por fuentes locales que apuntan a crecientes tensiones entre los residentes sirios y las fuerzas occidentales en todo el territorio ocupado de Siria.

En Deir Ezzor, fuentes cercanas a grupos terroristas armados informan de protestas anti-estadounidenses y anti-FDS que se han prolongado durante varios días y han estado promovidas por las tribus de la provincia.

Y esto, mientras que Damasco ha pedido repetidamente a Washington que ponga fin a la presencia ilegal de sus militares en Siria. EEUU ha redoblado sus acciones en las últimas semanas con el único propósito de comprometer la restauración de una ruta estratégica que une a Irán con Siria, una carretera que cruza el territorio iraquí.

Es en este sentido que las actividades terroristas atribuidas a Daesh se han multiplicado en el eje que une a Homs con Palmira. El Ejército sirio y sus aliados de la Resistencia preparan, por su parte, una operación para liquidar a los restos del grupo en la provincia.

“A este ritmo, no se debe descartar una confrontación militar directa con los estadounidenses, especialmente porque EEUU acaba de desplegar una gran flota en el Mediterráneo oriental, una flota diseñada para contrarrestar a Rusia e Irán”, señala el analista iraní en cuestiones internacionales, Hadi Mohamadi.

Fuente: Al Manar