La Policía de Bangladesh informó hoy que rescató al menos 23 adolescentes y jóvenes de la etnia rohingya, de una red de traficantes de personas, que pretendían enviarlas a Malasia, donde se presume serían víctimas de prostitución forzada.
Las mujeres, de entre los 15 y 16 años de edad, fueron rescatadas la víspera durante una redada a una residencia en el norte de la capital bengalí, en la que fueron detenidos cuatro presuntos traficantes, entre ellas una pareja de rohingya, y se recuperaron más de 50 pasaportes bengalíes.
El portavoz de la Policía bengalí, Mokhlesur Rahman, informó que las adolescentes fueron encontradas escondidos en una habitación detrás de una tienda de sastrería, según un reporte de la edición electrónica del diario The Daily Star.
Rahman explicó que las mujeres fueron traídas a Daca desde los campos de refugiados de Cox's Bazar, en la costa este de Bangladesh, con engaños por los cuatro traficantes de personas, quienes les prometieron trabajo y una mejor vida en Malasia.
“Las niñas, de entre 15 y 19 años, podrían haber sido víctimas potenciales de la prostitución forzada, indicó el funcionario bengalí y confirmó que las mujeres fueron enviadas de regreso a sus campamentos en Cox's Bazar, donde se encuentran miles de musulmanes rohingya, que huyeron de Myanmar.
“Las niñas, de entre 15 y 19 años, podrían haber sido víctimas potenciales de la prostitución forzada, indicó el funcionario bengalí y confirmó que las mujeres fueron enviadas de regreso a sus campamentos en Cox's Bazar, donde se encuentran miles de musulmanes rohingya, que huyeron de Myanmar.
Desde de 2017, unos 300 mil musulmanes rohingya se encuentran en Bangladesh, tras huir de la brutal represión militar en Myanmar, lanzada en agosto de ese año y que ha obligado a más de 740 mil personas a huir del territorio birmano.
Abul Khair, jefe de la Policía del distrito de Ukhiya, donde se encuentra Kutupalong, el campamento de refugiados más grande del mundo, confirmó que recibió a las menores y que este mismo domingo las enviaría a sus hogares con sus familias.
Miles de refugiados han arriesgado sus vidas viajando a Malasia y Tailandia, principalmente en barco pesqueros, en busca de un trabajo y mejores condiciones, mientras que muchos intentan viajar a territorio malayo y otros países del Medio Oriente con pasaportes y documentos de viaje de Bangladesh.