“Ahlul Bayt” (la Gente de la Casa del Profeta) en el Sagrado Corán

“Ahlul Bayt” (la Gente de la Casa del Profeta) en el Sagrado Corán

Por Sayed Mustafá Qazwini

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Thursday 16 de May.

La mejor manera de introducir Ahlul Bayt a la nación del Islam, es recalcando lo que el sagrado Corán dice referente a ellos. Varias aleyas del sagrado Corán se refieren específicamente a las virtudes de Ahlul Bayt y su destacada posición dentro del Islam. Cada vez que el sagrado Corán se refiere a Ahlul Bayt indica un grupo de personas específico que se relacionan no solo por familiaridad sino también por ideología y fe al Profeta. Sin embargo esto no abarca a todas sus relaciones sanguíneas, ni a sus amigos ni esposas.

La Aleya de La purificación (taharah)

اِنَّمَا يُرِيدُ اللَّهُ لِيُذْهِبَ عَنكُمُ الرِّجْسَ أَهْلَ الْبَيْتِ وَيُطَهِّرَكُمْ تَطْهِيراً

“Ciertamente, Dios quiere apartar de vosotros la impureza ¡Gente de la casa! Y purificarlos completamente”.[1]

Los eruditos prominentes del Islam y narradores de la tradición profética unánimemente están de acuerdo en que Ahlul Bayt (La Gente de la Casa del Profeta) frase la cual Al.lah todo poderoso usa en el aleya anterior del sagrado Corán se refiere a la hija del Profeta Muhammad, La Inmaculada Señora Fátima az-Zahra, su primo, Ali ibn Abi Talib y sus hijos Hasan y Husain.[2] Tabārani narra de una de las respetadas esposas del Profeta, Umm Salamah que el Mensajero de Dios una vez dijo a su hija Fátima que llamara a su esposo Ali y a sus dos hijos Hasan y Husain, cuando llegaron los cubrió con un manto, puso su mano sobre ellos y dijo, “ Oh Al.lah, estos son Al-e-Muhammad (la familia del Profeta), así que derrama -Tus bendiciones y gracias sobre Al-e-Muhammad así como lo hiciste con Al-e-Ibrahim ( la familia de Abraham. Tú eres el exaltado, el glorioso.” Umm Salamah dice que ella levantó el manto para unirse a ellos, pero el Profeta la tomó de la mano diciendo, “tú también estas en el sendero recto.”[3]

Aunque el comienzo de la aleya 33:33 se refiere a las esposas del Profeta y continúa refiriéndose a ellas hasta mitad de la aleya, al llegar a “Ahlul Bayt” éste las excluye.[4] Las oraciones anteriores y las posteriores que se dirigen hacia las esposas del Profeta están con pronombres y género femenino, pero esta aleya se torna o se mezcla con el género masculino cuando se refiere a Ahlul Bayt, por lo que se hace evidente que éste no se refiere a las esposas del Profeta. Sin embargo, aún sin la evidencia gramatical, la relación entre algunas esposas del Profeta no encaja en la esencia de esta aleya, lo cual afirma la pureza física, mental y espiritual de la familia del Profeta Muhammad.

Para enfatizar que la frase “Ahlul Bayt” en esta aleya se refiere solo a cinco personas; el Profeta, Ali, Fátima, Hasan y Husain, los narradores dicen que siempre que el Profeta pasaba por la casa de su hija Fátima rumbo a la mezquita para la oración del amanecer, se detenía en ese lugar y gritaba, “vengan a la oración, Oh Ahlul Bayt, a orar. Al.lah desea mantenerlos libres de impurezas, Oh Ahlul Bayt, y purificaos absolutamente.”[5] El Imam Anas ibn Malik dijo que el Profeta hizo esto durante seis meses todos los días en su camino hacia la mezquita para la oración del amanecer.[6]

La aleya del Afecto (Mawaddah)

الصَّالِحَاتِ قُل لآ أَسْاَلُكُمْ عَلَيْهِ أَجْراً إِلاَّ الْمَوَدَّةَ فِي الْقُرْبَى

“Di: no os pido recompensa por ello (difundir el mensaje), excepto el amor a los familiares (los cuales hacen referencia a Ahlul Bayt[7])”.[8]

Cuando explica esta aleya, Fakhr ad-Din ar-Razi dice: “sin duda nadie estuvo tan cerca del Profeta como Fátima, Ali, Hasan y Husain. Este es un hecho bien conocido por todas las cadenas de narración, que eran su ‘Al’.” Por lo tanto, “‘al” o “‘ahl’“ se refiere solo a la familia cercana del Profeta; Fátima, Ali, Hasan y Husain.

Algunos argumentan que Hasan y Husain no eran los hijos del Profeta, puesto que eran los hijos del Imam Ali. De acuerdo a la antigua cultura árabe, la madre era considerada tan solo un medio para traer un niño al mundo, pero sin embargo, su linaje directo a la profecía es por medio de su madre, Fátima az-Zahra. Se ha transmitido que el califa Abbasí, Harun ar-Rashid le preguntó al séptimo Imam de la escuela de Ahlul Bayt, Imam Musa ibn Ya’far ¿cómo podía atribuirse a sí mismo al Profeta en tanto que era el hijo de Fátima y Ali- entonces, como podría relacionarse al Profeta? El Imam le citó un verso que se refiere a los descendientes del Profeta Abraham:

“Y de él descienden David y salomón, Job, José, Moisés y Aarón. Así es como recompensamos a los que hacen el bien. Y también Zacarías, Juan, Jesús y Elías. Todos ellos eran de los justos.”[9]

El Imam entonces le preguntó quién era el padre de Jesús. Harun respondió que él no tuvo padre. El Imam respondió: “entonces tu puedes ver que Al.lah lo relacionó con Abraham por medio de su madre María e hizo lo mismo para nosotros, ligándonos al Profeta por medio de nuestra madre Fátima az-Zahra.”[10]

En algunos casos, el Profeta se refiere a Fátima con mucho amor y afecto, como cuando dice, “Fátima es una parte de mí. Su felicidad es mi felicidad y su dolor es mi dolor.” El Profeta también se refería a los hijos de Fátima- Hasan y Husain- y diciendo en algunas ocasiones; “estos son mis hijos,” o “éste es mi hijo.” por esta razón la comunidad de los compañeros en Medina se refirieron tanto a Hasan como a Husain como los hijos del Profeta Muhammad.

La aleya de la Imprecación (Mubahilah)

فَمَنْ حَآجَّكَ فِيهِ مِن بَعْدِ مَا جَآءَكَ مِنَ الْعِلْمِ فَقُلْ تَعَالَوْاْ نَدْعُ أَبْنَآءَنَا وَأَبْنَآءَكُمْ وَنِسَآءَنَا وَنِسَآءَكُمْ وَأَنْفُسَنَا وَأَنْفُسَكُمْ ثُمَّ نَبْتَهِلْ فَنَجْعَلْ لَعْنَتَ اللّهِ عَلَى الْكَاذِبِينَ

“Por tanto, a quien te discuta sobre ello, después del conocimiento que ha venido de ti, dile: ¡Venid! ¡Llamemos a nuestros hijos y a los vuestros, a nuestras mujeres y a las vuestras y a nosotros mismos y a vosotros mismos y supliquemos [el juicio de Dios] y que la maldición de Dios caiga sobre los mentirosos!”[11]

Este crucial suceso en la historia del Islam ha sido mencionado por todos los historiadores, narradores y exegetas del Sagrado Corán. Fue un suceso el cual reveló el exaltado estatus de la familia del Profeta. Las narraciones dicen que una delegación de cristianos provenientes de Nayran llegó a la ciudad de Medina con el objetivo de reunirse con el Profeta para discutir su profecía y la religión que estaba difundiendo. El Profeta les demostró que Jesús fue el hijo de María, un ser humano, un Profeta y un siervo de Dios como dice el Corán y que referirse a él como el hijo de Dios es blasfemia, ya que Al.lah, el exaltado está exento de tales características humanas. Después de discutir profundamente estos puntos, el Profeta percibió que persistían en sus falsas creencias y tradiciones-como en la adoración al Profeta Jesús- Entonces Al.lah reveló la aleya, como gran desafío para los cristianos; rezar e invocar a Al.lah de modo que la maldición alcanzara a los que insisten en la falsedad. Temprano en la mañana siguiente, el día 24 del mes lunar de Dhu al-Hiyyah, conforme a lo que Al.lah ordenó, el Profeta llegó a la reunión llevando a Husain en sus brazos, mientras sujetaba a Hasan de la mano, seguido por su amada hija y detrás de ellos estaba su yerno y primo Ali ibn Abi Talib portando la bandera del Islam. Al ver que el Profeta solo estaba acompañado por su familiares, los cristianos se convencieron de que el Profeta era veraz, de otra manera él no se hubiese atrevido a traer a su querida familia junto con él. La delegación cristiana se alejó del sitio y regresó a Nayran.

Zamakhshari, en el Tafsir al-Kashshaf, narra el suceso así:

Cuando se reveló esta aleya, el Profeta invitó a los cristianos a invocar el nombre de Al.lah y Su imprecación sobre los mentirosos. Los cristianos consultaron entre ellos esa noche en la cual su líder Abd al-Masih expreso su opinión. Dijo: “Oh cristianos, sepan que Muhammad es un enviado de Dios, Profeta que les ha traído el último mensaje de parte de vuestro Señor. Por Dios, ninguna nación se atrevió a desafiar a un Profeta con la maldición, pero ¡ay de que caiga sobre ellos! No solo ellos se verán malogrados, sino que sus hijos también se verán afectados por la maldición.” Al decir esto- es mejor alcanzar un compromiso con el Profeta que maldecir su verdad- Abd al-Masih sugirió a su grupo cesar las hostilidades y preservar su religión mediante la sumisión a las condiciones del Profeta.

“Entonces, si ustedes persisten (en contradecir) pereceremos. Pero si mantienen su fe, evitan tener un enfrentamiento y permanecen como están, entonces denle lugar al hombre (el Profeta) y regresen a sus tierras.” Al día siguiente, el Profeta, trayendo a Husain en sus brazos, llevando de la mano a Hasan, seguido de su amada hija ( Fátima), detrás de los cuales llegó Ali, entraron al lugar acordado y se le oyó decir al Profeta, “Cuando yo invoque a Al.lah, enseguida repitan la invocación.” El pontífice de Nayran, al ver al Profeta y a su familia, se dirigió a los cristianos diciendo: “¡Oh cristianos! Estoy viendo rostros que si Dios lo desea, movería las montañas para ellos. No acepten el reto de la imprecación, porque si lo hacen, perecerán todos y no quedará cristiano alguno sobre la faz de la tierra hasta el Día de la Resurrección”[12]

Siguiendo su consejo, los cristianos le dijeron al Profeta, “O Abu al-Qasim, hemos decidido no realizar con vosotros la maldición. Ustedes se mantienen en su religión y nosotros en la nuestra.” El Profeta les dijo, “si ustedes rechazan compartir la maldición, entonces sométanse a Al.lah y recibirán lo que reciben los musulmanes y contribuyan con lo que contribuyen los musulmanes.” Los delegados cristianos, diciendo que no deseaban luchar contra los musulmanes, propusieron un tratado de paz el cual el Profeta del Islam aceptó.

Aunque otras mujeres estuvieron presentes en la familia del Profeta en ese tiempo, todos los comentaristas, narradores e historiadores están de acuerdo en que con respecto a la parte de la aleya que dice: “Nuestras mujeres” se refiere únicamente a Fátima az-Zahra, al Profeta Muhammad y Ali.

La aleya de La Salutación

اِنَّ اللَّهَ وَمَلآَئِكَتَهُ يُصَلُّونَ عَلَى النَّبِيِّ يَآ أَيُّهَا الَّذِينَ ءَامَنُوا صَلُّوا عَلَيْهِ وَسَلِّمُوا تَسْلِيماً

“En verdad Dios y sus ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! ¡Pedid bendiciones por él y saludadle con el amor de los saludos de paz!”[13]

En las cinco oraciones obligatorias, durante el Tashahhud (testimonio), los orantes deben saludar al Profeta y su descendencia- un espacio exactamente reservado para Ali, Fátima, Hasan, Husain y sus descendientes justos. El énfasis en saludar a la familia del Profeta es otra señal de la tan importante posición de estas personas ante él. Al pedirles a los creyentes que exalten a estas nobles personalidades, Al.lah, el Todopoderoso le recuerda a la nación musulmana que Él ha elegido a Ahlul Bayt para portar la gran misión de guiar a la nación Islámica.

Uno de los exegetas de Corán más famoso, Fakhr ad-Din ar-Razi narra la respuesta que dio el Profeta cuando fue cuestionado por uno de sus compañeros acerca de cómo pedir bendiciones para él (el Profeta). El Profeta dijo:

“Di, Oh Al.lah, envía bendiciones sobre Muhammad y su descendencia así como lo has hecho con Abraham y su descendencia. Y derrama tu gracia sobre Muhammad y su descendencia, exactamente como lo hiciste con Abraham y su descendencia. Tu eres el exaltado, el glorioso.”[14]

Ar-Razi pregunta que ¿si Al.lah y sus ángeles derraman sus bendiciones sobre el Profeta, entonces qué necesidad hay de nuestras bendiciones? Él responde su propia pregunta diciendo que, cuando nosotros pedimos bendiciones para el Profeta esto no es porque las necesite, puesto que realmente tiene las bendiciones de Al.lah y por lo tanto, no necesitaría de las bendiciones de los ángeles. Cuando pedimos bendiciones para ellos, lo hacemos con el fin de glorificar a Al.lah y también demostrarle nuestra gratitud, de tal manera que Él se compadezca de nosotros y nos recompense. Es por esto que el Profeta dijo: “Quien pida para mi bendiciones una vez, Al.lah lo bendecirá diez veces.”

Otro aleya en el sagrado Corán reafirma lo mismo mostrando cuando Al.lah envía bendiciones sobre la familia del Profeta diciendo, “¡La paz sea con la familia de Ya Sin!”[15] Según algunos exegetas, “Ya Sin” es uno de los nombres del Profeta, como se menciona en la sura Ya Sin cuando esta se refiere al Profeta como, “Ya Sin, Por el Corán lleno de sabiduría, verdaderamente eres uno de los mensajeros...”[16]

La aleya de la alimentación

إِنَّ الأَبْرَارَ يَشْرَبُونَ مِن كَأْسٍ كَانَ مِزَاجُهَا كَافُوراً

عَيْناً يَشْرَبُ بِهَا عِبَادُ اللَّهِ يُفَجِّرُونَهَا تَفْجِيراً

يُوفُونَ بِالنَّذْرِ وَيَخَافُونَ يَوْماً كَانَ شَرُّهُ مُسْتَطِيراً

وَيُطْعِمُونَ الطَّعَامَ عَلَى حُبِّهِ مِسْكِيناً وَيَتِيماً وَأَسِيراً

“En realidad, los piadosos beberán de una copa sazonada con alcanfor, procedente de una fuente de la que beberán los siervos de Dios y que ellos (Ahlul Bayt) harán manar donde y cuando quieran. Fueron leales a sus promesas y temieron un día cuyo mal se extenderá. Y alimentaron, por amor a Él, al necesitado, al huérfano y al prisionero”.

إِنَّمَا نُطْعِمُكُمْ لِوَجْهِ اللَّهِ لاَ نُرِيدُ مِنكُمْ جَزَآءً وَلاَ شُكُوراً

إِنَّا نَخَافُ مِن رَبِّنَا يَوْماً عَبُوساً قَمْطَرِيراً

“En verdad, os alimentamos por agradar a Dios. No queremos de vosotros ni recompensa ni agradecimiento. En verdad, tememos de parte de nuestro Señor un día terrible y fatídico”.

فَوَقَاهُمُ اللَّهُ شَرَّ ذَلِكَ الْيَوْمِ وَلَقَّاهُمْ نَضْرَةً وَسُرُوراً

وَجَزَاهُم بِمَا صَبَرُوا جَنَّةً وَحَرِيراً

“Así pues, Dios les protegerá del mal de ese día y les colmará de felicidad y alegría y Su recompensa, por haber sido pacientes, será un jardín y [vestidos de] seda”.

مُتَّكِئِينَ فِيهَا عَلَى الأَرَآئِكِ لاَ يَرَوْنَ فِيهَا شَمْساً وَلاَ زَمْهَرِيراً

وَدَانِيَةً عَلَيْهِمْ ظِلاَلُهَا وَذُلِّلَتْ قُطُوفُهَا تَذْلِيلاً

وَيُطَافُ عَلَيْهِم بِاَنِيَةٍ مِن فِضَّةٍ وَأَكْوَابٍ كَانَتْ قَوَارِيرَاْ

“En él estarán reclinados sobre cojines y no verán sol ni frío extremos. Sobre ellos una sombra amplia y frutos fáciles de alcanzar. [Sirvientes] alrededor de ellos, darán vueltas con recipientes de plata y copas cristalinas, de cristal de plata y de las proporciones que ellos deseen”.[17]

La sura 76 fue revelada en honor a un gesto sagrado realizado por Ahlul Bayt. Al.lah tituló esta sura, Insān (humanidad), para dirigir la atención de la gente hacia la belleza de las obras de la humanidad en la tierra y decirles que no deberían ser egoístas y codiciosos; por el contrario, deberían ser personas bondadosas y pensantes, de aquellos que se preocupan por los que los rodean. El capítulo comienza así:

هَلْ أَتَى عَلَى الإِنسَانِ حِينٌ مِنَ الدَّهْرِ لَمْ يَكُن شَيْئاً مَذْكُوراً

إِنَّا خَلَقْنَا الإِنسَانَ مِن نُطْفَةٍ أَمْشَاجٍ نَبْتَلِيهِ فَجَعَلْنَاهُ سَمِيعاً بَصِيراً

إِنَّا هَدَيْنَاهُ السَّبِيلَ إِمَّا شَاكِراً وَإِمَّا كَفُوراً

“¿Acaso ha existido un momento en el que el ser humano no haya sido una cosa recordada?

En verdad, Nosotros creamos al ser humano de una gota mezclada y le fuimos cambiando de estado y forma y le dimos capacidad de oír y ver. En verdad, le guiamos al camino, lo agradezca o lo rechace”. (76: 1-3)

Esta introducción prepara nuestras mentes para el gran sacrificio de la familia del Profeta-Ali, Fátima, Hasan, Husain y su criada Fiddah. El incidente causa del descenso de estos aleyas inició cuando Hasan y Husain se sentían enfermos, y Fátima az-Zahra le preguntó a su padre que hacer. El Profeta el aconsejó hacer un voto con Al.lah, que si Él los curaba, toda la familia ayunaría por tres días. Hasan y Husain se sanaron y el proceso de ayuno comenzó.

En esos días no había nada para comer, por ésta razón el Imam Ali fue hasta donde un judío de Khaybar llamado Simón y le pidió prestado tres libras de cebada. Fátima molió una libra hasta convertirla en harina, la horneó haciendo 5 rodajas de pan, una para cada uno de ellos. Ali, Fátima y sus dos hijos, Hasan y Husain ayunaron durante tres días consecutivos. El primer día, a la hora de romper el ayuno, un indigente tocó a la puerta pidiendo un poco de comida. Tomaron el alimento que intentaban comer y se lo dieron todo. De esta manera rompieron el ayuno solamente con agua. El segundo día, a la hora de romper el ayuno, un huérfano tocó a la puerta y nuevamente le dieron todo su alimento. El tercer día, a la hora de romper el ayuno, un prisionero de guerra (no musulmán que había sido capturado en la guerra de defensa del Islam y había sido liberado en la ciudad de Medina) tocó la puerta pidiendo o por un poco de comida, y de nuevo, tomaron la cinco rodajas de pan y se las entregaron a este hombre, rompiendo el ayuno simplemente con agua por tercera vez consecutiva. Luego el mensajero de Dios realizó una visita y vio a su hija Fátima y sus dos hijos, estando muy pálidos y débiles y casi sin poder hablar y observó que sus cuerpos temblaban. Fátima estaba sentada con los ojos fijos en su esterilla, su estómago se pegaba con su espalda. Cuando les preguntaba el porqué de esa situación, inmediatamente descendió el Ángel Gabriel donde el Profeta, llevándole la Sura 76: “Oh Muhammad, Al.lah te felicita por el sacrificio de tu familia.”[18]

Estas aleyas no solo manifiestan la generosidad y paciencia de Ahlul Bayt sino que revelan la total sumisión de la familia del Profeta y sus inmaculadas y puras personalidades. Los comentaristas del Corán piensan que estas aleyas hablan de Ahlul Bayt y los coloca en el nivel más alto de piedad, mostrándolos como modelo de generosidad para la humanidad. La humanidad estaría bien guiada si siguiera su ejemplo.

La aleya de La Autoridad

يَآ أَيُّهَا الَّذِينَ ءَامَنُوا أَطِيعُوا اللَّهَ وَأَطِيعُوا الرَّسُولَ وَاُولِي الأمْرِ مِنْكُمْ فَإِن تَنَازَعْتُمْ فِي شَيْءٍ فَرُدُّوهُ إِلَى اللَّهِ وَالرَّسُولِ إِن كُنْتُمْ تُؤْمِنُونَ بِاللَّهِ وَالْيَومِ الاَخِرِ ذَلِكَ خَيْرٌ وَأَحْسَنُ تَأْوِيلاً

¡Oh, los que creéis! ¡Obedeced a Dios y obedeced al Mensajero y a los que de vosotros tienen autoridad! Y si discutís sobre algo, remitidlo a Dios y al mensajero si creéis en el Último día. Eso es un bien y la mejor solución.[19]

Según lo explicado en las secciones anteriores este aleya se refiere a la Autoridad del Imam Ali y posterior a él, el resto de Ahlul Bayt. El Profeta dijo acerca de “Aquellos dotados de autoridad sobre ustedes”: “Ellos son mis sucesores y los líderes de los musulmanes después de mí. El primero, Ali ibn Abi Talib, luego al-Hasan y al-Husain, luego Ali ibn al-Husain, luego Muhammad ibn Ali, quien es conocido como al-Bāqir, luego Ya’far ibn Muhammad as-Sādiq, luego Ali ibn Muhammad, luego al-Hasan ibn Ali, luego aquel que lleva mi nombre-Muhammad. Y él será la evidencia de Al.lah en la tierra.”[20]

La aleya de los dos tesoros (Az-Zaqalayn)

“Es probable que yo sea convocado pronto y atenderé a tal llamado. Por lo tanto dejo detrás de mí dos tesoros, el libro de Al.lah (El Corán), el cual es una cuerda extendida desde el cielo a la tierra y mis descendientes, mi Ahlul Bayt. Ciertamente Al.lah el Misericordioso, Él que todo lo sabe me ha informado que estos dos nunca se separarán uno del otro hasta que nos encontremos en La Fuente de la Abundancia (una fuente de agua en el paraíso) Por lo tanto tengan cuidado como tratan a estos dos en mi ausencia, dijo el Mensajero de Al.lah”[21].

Este Hadith fue mencionado por lo menos en cinco ocasiones- la primera en el discurso de despedida durante el último Hayy, la segunda, el día de Ghadir Khumm, la tercera vez, después que el Profeta abandonó la ciudad de Ta´if cerca de Meca, la cuarta en el púlpito en Medina, y el quinto justo antes de morir—en su habitación, la cual estaba repleta de sus compañeros. Dada la gran importancia del Sagrado Corán, ¿porque asociaría el Profeta Ahlul Bayt (Sus descendientes) con el sagrado Corán y colocaría a estos en segunda instancia? La respuesta es que Ahlul Bayt son los más indicados para explicar el verdadero significado e interpretación de este libro sagrado. El Sagrado Corán, como él mismo lo menciona, contiene tantos versos explícitos (muhkamat), como alegóricos (mutashabihat) y por lo tanto la interpretación correcta de los segundos debe ser dada por el mismo Profeta, como lo hizo con su Ahlul Bayt. Además, Ahlul Bayt, debido a su cercanía al Profeta Muhammad tuvo un conocimiento incomparable de sus enseñanzas.

Palabras similares del Profeta Muhammad acerca de su Ahlul Bayt (a.s.)

“La parábola de mi Ahlul Bayt es similar a la del arca de Noé. Quien se embarque en ella sin duda será salvo, pero aquel que se rehúse a abordarla ciertamente se ahogará”.[22]

“Exactamente así como las estrellas evitan que la humanidad se extravíe por los caminos cuando viaja, así también es mi Ahlul Bayt; ellos son la protección contra la discordia en metería de religión”.[23]

“Aceptar a Al-i-Muhammad (la familia de Muhammad) es la salvación del fuego del infierno; el amor por Al-i-Muhammad es un permiso para cruzar el puente de Sirāt; y la obediencia a Al-e-Muhammad es salvarse de la ira divina”.[24]

Fuente: Cuestionamientos acerca del Islam Shi’a

Editorial Elhame Shargh

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[1] Sagrado Corán 33:33

[2] As-Suyuti, ad-Durr al-Manthur

[3] Tirmidhi, Manaqib Ahlul-Bayt, Vol. 2, 308

[4] No es extraño encontrar un grupo de aleyas que traten un tema y que tengan una aleya en la mitad que se refiera a otro. Por ejemplo ver en el Corán; 5: 3 y 5:66-68.

[5] Ibn Mardawayh, Ahmad ibn Hanbal, Tirmidhi, Ibn Mundir, Tabarani. Para más detalles ver: Tabataba’i, al-Mizan.

[6] Al-Miqrizi, Fadha’il Ahlul-Bayt, 21

[7] Ibn Hayar, Sawa’iq, Vol. 11, 106; Tabaqat al-Kubra, Ibn Sa’ad; Ṣaḥīḥ Muslim; Musnad Ahmad ibn Hanbal; Tafsir ad-Durr al-Manthur

[8] Sagrado Corán, 42:23

[9] Sagrado Corán, 6:84-85

[10] Tabarsi, al-Ihtiyay, Vol. 2, argumento 271 y 335

[11] Sagrado Corán, 3:61

[12] Musnad Ahmad ibn Hanbal, Vol. 1, 185; Tabāri, Tafsir, Vol. 3, 192; al-Hakim, al-Mustadrak, Vol. 3, 150; al-Hafiz Abu Nu’aym, Daláil an- Nubuwwah, 297; an-Nisaburi, Asbab an-Nuzul, 74; Abu Bakr ibn al-Arabi, Ahkam al-Quran, Vol. 1, 115; Al-Fakhr ar-Razi, Tafsir al-Kabir, Vol. 8, 85; al-Yuzri, Usd al-Ghabah, Vol. 1, 4, 25; Ibn al-Yawzi, Tadhkira Sibt, 17; Qurtubi, al-Yamí li Ahkam al-Quran, Vol. 3, 104; Tafsir ibn Kathir, Vol. 1, 370; ibn Kathir, al-Bidayah wan-Nihayah, Vol. 5, 52; ibn Hayar al-Asqalani, al-Isabah, Vol. 2, 503; Ibn as-Sabbagh al-Maliki, al-Fusul al-Muhimmah, 108; Suyuti, Tarikh al-Khulafá, 115; Ibn Hayar, as-Sawáiq al-Muhriqa, 199; en total 47 narradores y comentaristas del sagrado Corán de las cuatro escuelas filosóficas narran que la familia del Profeta solo era Fátima, Ali, Hassan y Husain.

[13] Sagrado Corán, 33:56

[14] Tafsir al-Kabir, Vol. 3, 56

[15] Sagrado Corán, 37:130

[16] Ibn Hayar, as-Sawa’iq, ch. 11

[17] Sagrado Corán 76: 5-13

[18] Zamakhshari, Tafsir al-Kash.shaf, cap. 76; Fakhr ar-Razi, Tafsir al-Kabir, Cap. 76; Tabarsi, Mu´yam al-Bayan, Cap. 76

[19] Sagrado Corán, 4:59

[20] Tafsir al-Burhan

[21] Este Hadith ha sido narrado por más de veinte compañeros del Profeta y también ha sido narrado por más de 185 narradores en el libro de Ṣaḥīḥ Muslim Vol. 2, 238; Musnad Ahmad ibn Hanbal, Vol. 5, 181-182; Ṣaḥīḥ Tirmidhi, Vol. 2, 220.

[22] Este Hadith ha sido narrado por ocho compañeros del Profeta y ocho discípulos de los compañeros, por sesenta eruditos y más de noventa autores de la escuela Sunni de pensamiento, tal como Ahmad ibn Hanbal, Mishkat al-Masabit, 523; Fara´id as-Simtayn, Vol. 242 as-Sawáiq al-Muhriqah, 234; Uyun al-Akhbar, Vol. 1,211.

[23] Al-Hakim, al-Mustadrak (citando de Ibn Abbas), Vol. 3,149

[24] Al-Shafa, Vol. 2,40

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