Naciones Unidas experimentó "fallos sistemáticos" entre 2010 y 2018 en su manejo de la situación en Birmania, donde la minoría musulmana rohinya se vio obligada a escapar masivamente a Bangladesh desde agosto de 2017, según un informe de la organización.
En febrero, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, solicitó una investigación sobre el funcionamiento interno de la organización al diplomático guatemalteco Gert Rosenthal, quien entregó el informe el lunes para ser distribuido a todos los miembros de Naciones Unidas.
"Aunque es difícil atribuir la responsabilidad de los fallos sistemáticos a una sola entidad, y mucho menos a los individuos (...) claramente hay una de las partes implicadas", indicó Gert Rosenthal. El diplomático criticó especialmente "su incapacidad para acompañar" la política gubernamental "con acciones constructivas".
La exrepresentante de la ONU en Birmania, Renata Lok-Dessallien, fue acusada a fines de 2017 de querer priorizar la asistencia al desarrollo económico de Birmania en lugar de la defensa de los derechos humanos, unas alegaciones rechazadas por Naciones Unidas.
En su informe de 36 páginas, el diplomático denunció una "dinámica de divisiones en lugar de una cohesión dentro del sistema de Naciones Unidas", "la ausencia de una estrategia clara y unificada" y "una falta de análisis sistemático y unificado desde el terreno".
En sus recomendaciones, Gert Rosenthal señaló que es "crucial tener canales de comunicación claros, horizontales y verticales, para que las decisiones tomadas en los niveles más altos sean transmitidas y comprendidas por todos los miembros" de la ONU.