‘Maru’, había sido adquirida en la ciudad de Novosibirsk por una pareja de la región de Krasnoyarsk.
Una perra caminó 200 kilómetros por la taiga rusa para regresar a hogar de sus dueños, después de haber sido enviada de regreso al albergue donde nació.
La bullmastiff, cuyo nombre es ‘Manora’ pero a la que llaman ‘Maru’, había sido adquirida en la ciudad de Novosibirsk por una pareja de la región de Krasnoyarsk (a más de 795 kilómetros de distancia) cuando era una cachorra de cinco meses.
Pasaron solo seis meses hasta que la dueña decidiera devolverla porque había notado que era alérgica al animal, por lo que se acordó enviar al can de regreso por tren a cargo de un cuidador.
En el medio del viaje, Maru logró escaparse del vagón abriendo con las patas la puerta del compartimiento durante una parada. Los propietarios fueron informados de la huida, pero indicaron que no querían saber nada de la perra y rechazaron buscarla.
La dueña del albergue donde había nacido el animal también fue informada y publicó avisos para ayudar a encontrar a Maru. Sorprendentemente esta apareció dos días y medio después en una zona industrial no tan lejos del hogar de la pareja que primero la compró y luego se desentendió de ella. Se cree que la perra había recorrido aproximadamente 200 kilómetros.